La exposición dedicada a Artemisia Gentileschi que se está celebrando actualmente en el Palacio Ducal de Génova sigue suscitando debate: en particular, sobre la “sala de la violación” que se obliga a atravesar a los visitantes sin un descargo de responsabilidad que advierta de la presencia de contenidos considerados fuertes, y sobre la morbosa espectacularización de la violación de Artemisia que se lleva a cabo en la muestra genovesa.
Sobre esta cuestión han hablado esta mañana en la radio Popolare Network Caterina Pizzimenti, activista de Non una di meno-Génova, e Ilaria Bonacossa, nueva directora del Palacio Ducal de Génova.
Explicando que la semana pasada activistas, estudiosos y asociaciones, entre ellas la Associazione Mi Riconosci?, estudiantes de Historia del Arte y Valorización del Patrimonio Artístico de la UniGe, Non una di meno-Genova, escribieron y firmaron una carta abierta dirigida a la Fondazione per la Cultura del Palazzo Ducale, al Ayuntamiento de Génova y a la Región de Liguria pidiendo el cierre de la sala de violaciones y la retirada de la librería de los gadgets con la cita “Io del mio mal ministro fui” del violador Agostino Tassi y del libro La notte tu mi fai impazzire. Gesta erotiche di Agostino Tassi, pittore, de Pietrangelo Buttafuoco, Caterina Pizzimenti, activista de Non una di meno-Génova declara: "La carta se publicó la semana pasada. Esta mañana hemos alcanzado las 1900 firmas, no sólo de activistas y expertos en arte, sino también de directores de museos, profesores, académicos... es una carta que ha tocado distintos niveles de la cultura y el conocimiento del arte. Las peticiones más importantes son el cierre de esta sala inmersiva con esta escenografía, que en nuestra opinión es realmente tóxica, y la retirada de la librería de todos los artilugios con la frase autoexculpatoria del violador Agostino Tassi y el libro La notte mi fai impazzire de Buttafuoco. La carta está dando muchas vueltas, creo que las firmas llegarán a 2000 esta mañana. También hemos decidido organizar una conferencia contranarrativa, sobre cómo se montan las exposiciones en general, con esta espectacularización del dolor y la violación, del malestar, que se celebrará el 16 de marzo, de nuevo en Génova, en el Teatro della Tosse, que nos acoge y donde estarán presentes muchas realidades del mundo del arte y la cultura".
Ilaria Bonacossa, recién nombrada directora del Palazzo Ducale de Génova, respondió al respecto: “Ya hemos eliminado los gadgets, también de acuerdo con Arthemisia, la empresa organizadora de la exposición, que confió el comisariado de la muestra al comisario que siguió el proyecto y defiende su narrativa. En el gadget con la frase ”Io del mio mal ministro fui", que en opinión del comisario es una admisión de culpa y por tanto tiene sentido, creo que poner una frase de alguien que cometió violencia contra el protagonista de la exposición se convierte en una reivindicación. Estamos trabajando sobre el tema de la sala. Hablo como director del Palazzo Ducale y no según lo que le gusta a Ilaria Bonacossa, porque respeto las instituciones y no creo que deban convertirse en un lugar ad personam. Es cierto que la sala cuenta la historia de la violación, pero las voces y las palabras son las del juicio, y en defensa de esto digo que la gran exposición de 2020 sobre Artemisia Gentileschi en la National Gallery presentó todo el proceso y todas las sentencias relacionadas con el juicio para contextualizar a Artemisia. Sin embargo, también es cierto que no hay descargo de responsabilidad; contar esta historia no debe convertirse en la única razón para contemplar la obra de Artemisia. El público debe poder elegir, entrar o no, y creo que incluso la cama es quizás un detalle que no aporta mucho a la hora de escuchar las palabras del juicio. Sobre la cuestión de la teatralización de esta historia, es ciertamente intencional y en la visión del comisario y de Arthemisia estaba el llamar más la atención sobre un tema de violencia contra las mujeres que es muy actual y preocupante hoy en día".
“Al tratarse de una sala inmersiva”, añadió Bonacossa, "se pondrán cortinas para hacerla un poco cerrada y tener lo que justamente se pide en la carta, una alerta, un disclaimer declarando la presencia de contenidos muy fuertes, que pueden llegar a ofender al público. El público debe poder decidir si entra o no en este espacio. Directamente de los visitantes no llegó ningún comentario, y en este sentido pedí poner un punto al final de la exposición para recoger opiniones al respecto. En mi futuro programa, sin embargo, habrá un modo de narración menos teatral y menos centrado en lo biográfico cuando se trate de artistas femeninas.
“Es muy peligroso que se cambie un proyecto cultural porque se pide”, dijo la directora Ilaria Bonacossa cuando el presentador le preguntó por qué es tan difícil desmontar esta sala. "En mi opinión, la institución debe escuchar; en este caso creo que estos cambios son importantes para el disfrute de la exposición. También digo que es verdad que después de esa sala hay diez salas de obras de Artemisia en las que vemos su trabajo, se presentan lienzos muy bonitos. Quizás en los paneles este lado personal de Artemisia sea enfatizado por el comisario, pero el número de obras y la posibilidad de ver tantas obras reunidas de gran calidad hace justicia al talento de la artista’.
Exposición Artemisia. Bonacossa: "Se elegirá si se entra en la sala de violación. Artilugios eliminados". |
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