En España, los museos de las zonas que podrán pasar a la llamada “fase 2” reabrirán el lunes 11 de mayo: en el país ibérico, de hecho, el planteamiento es diferente al de Italia (donde sólo hay una “fase 2” nacional, con muy pocas y estrictamente controladas desviaciones regionales), ya que la reanudación española será de carácter regional. Además, en España han decidido adoptar una numeración... diferente: nuestra “fase 1” para ellos es “fase 0”, y en consecuencia lo que para nosotros es “fase 2”, para ellos es “fase 1”. Pero independientemente de la nomenclatura, ¿qué zonas se reanudarán el lunes? Aquí están: Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón, Extremadura, Región de Murcia, Canarias, Baleares y las ciudades extraterritoriales de Ceuta y Melilla. Por el contrario, Madrid, Cataluña, Castilla y León, la Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla-La Mancha permanecerán total o parcialmente cerradas (algunas provincias ya podrán reabrir, mientras que otras mantendrán sus medidas restrictivas).
La segunda fase, en España, prevé reuniones familiares (hasta un máximo de diez personas, a domicilio), funerales hasta un máximo de 15 personas, la reapertura del comercio minorista, la reapertura de hoteles (salvo zonas comunes), la reapertura de restaurantes con espacios al aire libre (al 50% de su capacidad), iglesias al 33% de su capacidad, y también la reapertura de museos.
Para los museos aún no hay protocolo del Ministerio de Cultura, pero en estas horas se aplican las directrices decididas por el Institutopara la Calidad Turística Española ( Calidad Turística Española’), organismo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, y elaboradas por expertos del comité nacional español de Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) e importantes museos como el Reina Sofía, el Thyssen-Bornemisza, el Museu d’Art Contemporani de Barcelona y otros. El reglamento está siendo examinado por el Ministerio de Sanidad y se espera su aprobación en breve: el documento aún no es de acceso público, pero su contenido ha sido dado a conocer por varios periódicos españoles.
He aquí lo que prevé el protocllo. Mientras tanto, el acceso al museo se restringirá en función del tamaño y, por tanto, de la capacidad de las salas. A partir de entonces, sólo se permitirá el acceso previa reserva y medición de la temperatura. En cuanto a la visita al interior del museo, se propone crear un recorrido unidireccional señalizado para minimizar el contacto entre las personas. En las salas de mayor interés para el público (por ejemplo, donde haya una obra de arte especialmente popular), debe desplegarse personal para controlar el acceso e indicar a los visitantes dónde situarse durante la visita a fin de mantener una distancia de seguridad.
Debe informarse adecuadamente a los visitantes mediante carteles sobre las medidas de seguridad. Deberán retirarse los folletos: si esto no es posible, deberán repartirse individualmente. Los visitantes también deberán respetar estrictamente las distancias de seguridad durante toda la visita, y deberán encontrar las salas adecuadamente limpias y desinfectadas: si no es posible limpiar las salas, se cerrarán. Si no es posible mantener las distancias, los visitantes estarán obligados a llevar mascarillas (de hecho, la obligación no existe en el caso de respetar la distancia de seguridad interpersonal). En cuanto a las visitas en grupo, estarán permitidas, pero en condiciones diferentes: los museos deberán determinar el límite de miembros del grupo, las modalidades de la visita, el uso de posibles restricciones de recorrido. Tampoco en este caso será obligatoria la máscara para los grupos: sólo será necesaria si no se pueden respetar las distancias mínimas de seguridad. Las audioguías se desinfectarán después de cada uso y se guardarán en espacios donde pueda evitarse el contacto. En cuanto a los auriculares, cada visitante utilizará los suyos propios, o se utilizarán auriculares desechables.
En cuanto a los guardarropa, este servicio queda suprimido de facto: los museos no podrán manipular las pertenencias de los visitantes, ni hacerse cargo de su ropa. Sólo se podrán dejar mochilas u objetos voluminosos (como paraguas), que se depositarán en bolsas especiales proporcionadas por el museo y serán manipuladas por los visitantes. En todas las taquillas donde se guarden objetos se dispondrá de gel desinfectante. Las guarderías también permanecerán cerradas: sólo podrán abrirse para casos urgentes y se desinfectarán después de su uso.
El personal del museo debe evitar cualquier contacto físico con colegas y visitantes, y mantener una distancia de seguridad de al menos dos metros. Está prohibido estrechar las manos y será obligatorio llevar una mascarilla protectora (que deberá desecharse al final de la jornada). Todos los dispositivos de higiene personal (por ejemplo, pañuelos) deberán desecharse inmediatamente después de su uso en contenedores especiales. El personal también debe lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o con una solución hidroalcohólica que proporcionará el museo, durante al menos 40 segundos. Los objetos personales (gafas, teléfonos móviles, bolígrafos y similares) deberán desinfectarse con frecuencia. En cuanto a la ropa, será obligatorio lavarla a un mínimo de 60 grados.
Por último, los museos formarán comités para la identificación y gestión de riesgos: tendrán la tarea de definir estrategias y decisiones para minimizar los riesgos higiénicos y sanitarios. También estarán obligados a llevar siempre consigo equipos de protección individual: si faltan estos equipos, se podrá restringir o interrumpir el acceso al museo por la seguridad de los visitantes y el personal.
Foto: una sala del Museo Thyssen-Bornemisza. Foto Crédito Francisco Anzola
España, reapertura de los museos. Protocolo (pendiente de aprobación): no se exige máscara, pero sí visitas supervisadas. |
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