España, los videojuegos podrían convertirse en patrimonio cultural. Así lo propone la Biblioteca Nacional

En España, los videojuegos podrían pasar a formar parte del patrimonio cultural y llegar a la Biblioteca Nacional de España (BNE): la máxima institución bibliotecaria española, que cuenta con una historia centenaria, ya que fue fundada en 1712 por el rey Felipe V, ha enviado de hecho una propuesta de reforma al subsecretario de Cultura , Javier García, a través de su directora , Ana Santos. La reforma modificaría los términos de la Ley de Depósito Legal, la norma que regula los tipos de documentos que pueden pasar a formar parte del “patrimonio bibliográfico, sonoro, visual, audiovisual y digital de la cultura española”: Santos, en concreto, pide que el conjunto se amplíe a videojuegos, páginas web, carteles electorales, marcapáginas.

El anuncio se ha hecho también vía tuit: “hemos propuesto”, reza la cuenta oficial de la BNE, “una reforma de la norma que regula el depósito legal para que cubra los nuevos formatos de creación digital, especialmente los videojuegos”. Y de nuevo, otro tuit reza: ’en esta propuesta recogemos las normas para la preservación de videojuegos, pero también de otros contenidos: páginas web, carteles electorales, marcapáginas, y otros’.

Al fin y al cabo, en España se presta gran atención al sector de los videojuegos: Barcelona acoge Gamelab, uno de los congresos europeos más importantes sobre el tema, y en la edición de este año el ministro de Cultura, José Guirao, que asistió, declaró que los videojuegos representan “la industria cultural con mayor potencial, y es estratégica para este ministerio”. No sólo eso: para la ocasión, Guirao también anunció un programa de apoyo al sector dotado con 2,5 millones de euros.

Santos declaró al diario El País que "los videojuegos serán activos culturales en el futuro porque tienen un valor cultural muy importante como creaciones artísticas. Sin embargo, para que los videojuegos se conviertan realmente en bienes culturales habrá que reformular la ley, y para ello la Biblioteca Nacional ya está recabando el apoyo de los operadores del sector, empezando por la Asociación Española de Videojuegos. Y hay otro problema: Santos afirmó que la Biblioteca Nacional no dispone de medios suficientes para preservar el patrimonio digital. También serán necesarias nuevas figuras profesionales (que se llamarán “conservadores web” y que ya se están formando en España), que tendrán la tarea de apoyar a las instituciones a la hora de elegir qué preservar. El borrador de la nueva ley también tendrá en cuenta el papel de las Comunidades Autónomas (que corresponden aproximadamente a nuestras regiones): ellas decidirán qué sitios web se conservan, junto con la BNE. El objetivo, dice Santos, es “obtener la mayor representatividad del mundo de Internet”.

La BNE ya cuenta con un importante patrimonio digital: solo en 2018 se descargaron de su web 6,2 millones de documentos digitales. Un patrimonio que podría crecer, también porque la propuesta de reforma incluye otra medida: la obligación de que los editores que depositen libros en la BNE depositen también una copia digital. España, en este campo, demuestra así ser un país capaz de mirar al futuro.

En la foto: la Biblioteca Nacional de España. Foto Créditos Jean-Pierre Dalbéra

España, los videojuegos podrían convertirse en patrimonio cultural. Así lo propone la Biblioteca Nacional

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