En Granada, la cuarta ciudad más grande de Andalucía , está ocurriendo algo muy extraño: la policía está investigando a las monjas del convento local de Nuestra Señora de los Ángeles después de que una escultura idéntica a la que estuvo en el altar de la iglesia de las Clarisas acabara, nadie sabe cómo, en el mercado. La obra, una Santa Margarita de Cortona realizada por el escultor barroco José de Mora (Baza, 1642 - Granada, 1724), figuraba de hecho en el catálogo de la feria TEFAF de Nueva York (una de las principales ferias de antigüedades del mundo), con un precio de catálogo de 350.000 euros, ofrecida por el galerista madrileño Nicolás Cortés.
Los investigadores creen que la estatua fue vendida ilegalmente tras el cierre del convento en 2018, y en España vender bienes eclesiásticos sin implicar al Estado es ilegal: el artículo 28.1 de la Ley 16 de 25 de junio de 1985, la “Ley del Patrimonio Histórico Español”, prohíbe de hecho la venta de bienes eclesiásticos (sólo es posible venderlos al Estado). Los expertos que han examinado la obra creen muy probable que la estatua de Mora sea la que estuvo en el altar de la iglesia de las Clarisas hasta no hace mucho, pero las monjas niegan todas las acusaciones. La madre Josefa, encargada de coordinar los conventos de las clarisas españolas, envió unas declaraciones al diario El País en las que afirmaba que ’el convento de Nuestra Señora de los Ángeles no tenía ninguna imagen’ de Santa Margarita de Cortona, y en las que explicaba que el convento está todavía en posesión de una estatua (pero sin precisar dónde se encuentra actualmente), similar a la puesta a la venta por Cortés, que representaría, sin embargo, a una Santa Rosa de Viterbo, de autor desconocido.
El País refutó la versión de la monja afirmando en primer lugar que, en 1953, el historiador del arte Antonio Gallego y Burín, experto en José de Mora, publicó la escultura como obra de Mora en su Granada. Guía artística e histórica de la ciudad, y luego que el conservador de patrimonio de la Junta de Andalucía, José Luis Romero Torres (que también firmó la ficha de atribución de Cortés), confirmó que, en efecto, la estatua del convento y la que se vende en TEFAF son la misma escultura. Romero Torres añadió que el patrimonio de los conventos no está inventariado y que “desgraciadamente la venta es una práctica habitual, que se está dando en toda España”. También coincide con la versión de Romero Torres Lázaro Gila, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Granada, que no tiene dudas de que la obra que salió a la venta es la del convento. “José de Mora nunca hizo dos veces la misma imagen”, dice Gila.
Cortés asegura que compró la Santa Margarita a un anticuario (“nunca la hubiera comprado a un convento, sé que es ilegal, lo que no sabía es que las monjas vendían sus obras”, dice a El País), por un importe de cien mil euros, en 2017, unos meses antes de que cerrara el convento. De momento, la galerista está colaborando con las autoridades, y ha aportado la factura de la compra y los permisos de exportación recibidos del Ministerio de Cultura español, según los cuales la documentación aportada por Cortés confirmaba que la obra había sido comprada por un particular en Zaragoza y no por una institución eclesiástica. El Ministerio comunicó todo a la policía para que realizara la investigación más exhaustiva sobre la procedencia de la obra (en los catálogos de venta no se especificaba la procedencia). Se tratará, por tanto, de conocer todos los pasos por los que la escultura acabó en el mercado.
Sin embargo, no es la primera vez que el propio convento es sospechoso de vender obras de arte. En 2018, otros objetos que en su día estuvieron en su poder (un retablo procesional y algunas esculturas) fueron hallados en un puesto de El Rastro, el mercadillo más famoso de Madrid. En su momento, las monjas se defendieron diciendo que las obras habían sido enviadas a Madrid para ser restauradas, pero al no haber acuerdo entre las partes, ellas las recuperarían y las traerían de vuelta a Granada (y se cerró la investigación).
En la imagen: Santa Margarita de Cortona de José de Mora terminada para la venta (madera policromada, 158 x 62 x 59 cm).
España, la policía investiga a las monjas de un convento de Granada: una de sus obras, nadie sabe cómo, acabó en el mercado |
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