España, el Ministerio de Cultura compra la Casa Gomis, obra maestra del racionalismo catalán


El Ministerio de Cultura español ha adquirido la Casa Gomis, también conocida como la Ricarda, uno de los edificios más importantes de la arquitectura del siglo XX en el país. Se encuentra en Cataluña. Coste de la operación: 7,2 millones de euros.

El Ministerio de Cultura de España ha adquirido la Casa Gomis, también conocida como La Ricarda, uno de los edificios más importantes de laarquitectura del siglo XX en el país. Está situado en la ciudad de El Prat de Llobregat, Cataluña, a las afueras de Barcelona, dentro del paraje natural de La Ricarda, en el Delta del río Llobregat: se trata de un entorno de alto valor ecológico, y la Casa Gomis de un claro ejemplo de adaptación de un concepto arquitectónico abstracto a un lugar y un paisaje muy concretos. El espacio se convertirá en un centro cultural abierto a todos los ciudadanos, donde se celebrarán encuentros y visitas guiadas, entre otras actividades. La operación ha costado 7.249.077,26 euros.

Según el consejero de Cultura, Ernest Urtasun, “este tesoro de la arquitectura racionalista del siglo XX formará parte desde hoy del patrimonio público con el objetivo de protegerlo, conservarlo y transformarlo en un gran centro cultural abierto 100% a la ciudadanía”. La rueda de prensa con la que el Ministerio de Cultura español anunció la compra del edificio se celebró en la Casa Gomis, en presencia de la ministra, miembros de la familia Gomis Bertrand, propietaria de la casa, la consejera de Cultura de la Generalitat de Cataluña, Sònia Hernàndez, y el alcalde de El Prat de Llobregat, Lluís Mijoler, “dos instituciones muy vinculadas a la historia y a la protección de este bien con las que queremos colaborar en el uso y gestión de la Casa Gomis”, subrayó la ministra española, quien añadió: “nuestra intención es que la temática de este nuevo Centro Cultural Casa Gomis gire en torno al diálogo entre arte y naturaleza, ya que la Casa Gomis es uno de los grandes ejemplos arquitectónicos que tenemos en Cataluña de perfecta simbiosis con el entorno natural”. Urtasun explicó que “al igual que Casa Gomis fue un espacio de debate vanguardista en los años 60, ahora en 2025 también queremos ponerla al servicio del gran debate vanguardista que existe en la actualidad, que es la relación entre el arte y el clima”.

Con la compra de este inmueble, el Ministerio de Cultura garantiza la conservación de los valores históricos y artísticos del conjunto. Hasta ahora, la casa podía visitarse ocasionalmente y recientemente formó parte de la oferta cultural de Manifesta 15, la bienal europea de arte nómada que se celebrará en Barcelona y su área metropolitana en 2024. Tras su adquisición, el espacio se convertirá en un centro cultural abierto a todos los ciudadanos, donde se celebrarán encuentros y visitas guiadas, entre otras actividades. Además, se trabajará para que tenga un papel destacado en la planificación de Barcelona como Capital Mundial de la Arquitectura en 2026 y en el Congreso Mundial de Arquitectura de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), que Barcelona acogerá también el próximo año.



Casa Gomis. Foto: Ayuntamiento de El Prat de Llobregat
Casa Gomis. Foto: Ayuntamiento de El Prat de Llobregat
Casa Gomis. Foto: Kent Wang
Casa Gomis. Foto: Kent Wang

Casa Gomis. Foto: Kent WangCasa Gomis.Casa Gomis. Foto: Kent WangFoto: Kent Wang Casa Gomis.Casa Gomis. Foto: Kent WangFoto: Kent Wang Casa Gomis.Casa Gomis. Foto: Kent WangFoto: Kent Wang Casa Gomis.Casa Gomis. Foto: Kent WangFoto: Kent Wang Casa Gomis.Casa Gomis. Foto: Kent WangFoto: Kent Wang Casa Gomis.Casa Gomis. Foto: Kent WangFoto: Kent Wang Casa Gomis.Casa Gomis. Foto: Kent WangFoto: Kent Wang Casa Gomis.Casa Gomis. Foto: Kent WangFoto: Kent Wang Casa Gomis. Foto: Kent Wang

Qué es la Casa Gomis

La Casa Gomis, diseñada por el arquitecto barcelonés Antoni Bonet Castellana (Barcelona, 1913 - 1989) entre 1949 y 1956 para Riccardo Gomis e Inés Bertrand, se construyó entre 1957 y 1963. Es un claro ejemplo de adaptación de un concepto arquitectónico abstracto a un lugar y un paisaje muy concretos. La simbiosis entre la casa y el entorno se desarrolla a través de una construcción de una sola planta bajo la copa de los pinos. La transición desde el paisaje natural del resto de la propiedad a la zona central de la casa se consigue mediante una gran plataforma horizontal que alberga el jardín, tratado con gran sobriedad a través de césped, caminos y zonas pavimentadas con líneas ortogonales, que prolongan la estructura del edificio, y una piscina-estanque que refleja su imagen.

Otra singularidad es que, tras sesenta años de uso, el edificio ha permanecido prácticamente intacto, conservando sus características originales, habiendo sido sometido a una profunda restauración de las cubiertas y la carpintería exterior en 1997. También conserva su mobiliario, diseñado hasta el más mínimo detalle por el propio arquitecto, elemento que se incluye en el expediente de declaración como parte de su historia. El edificio fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) en la categoría de ’Monumentos Históricos’ por la Generalitat de Cataluña el 23 de marzo de 2021, que es el máximo nivel de protección de la actual legislación de patrimonio histórico de Cataluña.

La vivienda responde a la tipología de villa suburbana, habitual en la costa catalana como primera o segunda residencia de la clase media alta, pero en este caso con características singulares en cuanto a escala, diseño arquitectónico y sistema constructivo. Representa un ejemplo casi único de residencia de la alta burguesía catalana de mediados del siglo XX y lugar de encuentro de intelectuales y artistas. Su estructura y organización, fruto de la colaboración del arquitecto Antoni Bonet con su cliente Ricardo Gomis, personaje vinculado a la vanguardia cultural catalana como miembro del Club 49 (asociación artística fundada por miembros de la vanguardia barcelonesa de posguerra), incorpora espacios para la vida cotidiana y el servicio personal de la familia, junto con otros polivalentes para reuniones o pequeños actos culturales. En este sentido, además de sus valores arquitectónicos, hay que reconocer que la casa fue uno de los lugares de encuentro de la cultura barcelonesa de los años sesenta. La Casa Gomis se convierte así no sólo en un edificio singular, sino también en un lugar que permite comprender la evolución de las culturas de vanguardia en Cataluña durante la segunda mitad del siglo XX.

El arquitecto que diseñó la Casa Gomis, Antoni Bonet Castellana, fue uno de los arquitectos más importantes del racionalismo en Cataluña, miembro del GATCPAC (Grupo d’Arquitectes i Tècnics Catalans per al Progrés de l’Arquitectura Contemporània) y GATEPAC (Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea). Se instaló en Buenos Aires tras la Guerra Civil y desarrolló su carrera en Uruguay y Argentina, aunque también diseñó importantes obras en varias ciudades españolas. Como otros arquitectos de su generación, combinó el desarrollo de los postulados de la arquitectura racionalista europea con la exploración de sus raíces en el lenguaje autóctono del área mediterránea. Prueba de ello es la combinación de formas abstractas y materiales modernos con referencias a sistemas constructivos tradicionales en algunas de sus obras.

España, el Ministerio de Cultura compra la Casa Gomis, obra maestra del racionalismo catalán
España, el Ministerio de Cultura compra la Casa Gomis, obra maestra del racionalismo catalán


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