España, acontecimiento histórico: se retira el último monumento en pie a Francisco Franco

Anteayer, martes 23 de febrero de 2021, se retiró el último monumento que representaba a Francisco Franco y que permanecía expuesto en una plaza pública del territorio español. Se trataba de una estatua de bronce que se alzaba a la entrada del puerto de Melilla, ciudad autónoma situada en la costa de Marruecos y que, junto con Ceuta, es una de las dos ciudades autónomas de España en suelo africano. La resolución para retirar la estatua no había sido aprobada hasta el lunes, con 14 votos a favor (ocho de la lista ciudadana Coalició por Melilla, cuatro del PSOE, uno de Ciudadanos y uno del consejero autonómico Jesús Delgado), 10 abstenciones (todas del Partido Popular) y 1 en contra (el consejero de Vox).

La estatua de bronce, realizada por el escultor (y ex militar) Enrique Novo Álvarez (Tuy, 1927 - 1995), representa a Franco con el atuendo de comandante de la Legión Extranjera española durante la Guerra del Rif, en la que participó el futuro dictador español: la guerra se libró entre 1921 y 1926 en el Marruecos español (la zona de la costa norte del Estado africano que España administró como protectorado entre 1912 y 1956), y en ella se enfrentaron, por un lado, la alianza franco-española y, por otro, la República del Rif, es decir, el Estado creado en 1921 por rebeldes marroquíes que declararon unilateralmente la independencia de España, hartos del colonialismo (la República se disolvió posteriormente, en 1926, al ganar la guerra los franco-españoles).

Curiosamente, no se trata de un monumento erigido en vida de Franco: se levantó en 1978, tres años después de la muerte del dictador, a raíz de una resolución municipal de 1975 que ordenaba erigir un monumento a Franco como comandante para conmemorar ese preciso periodo de la historia de España. Fue el 3 de diciembre (pocos días después de la muerte del Caudillo) cuando la administración melillense decidió erigir un monumento en su recuerdo. Hubo un concurso nacional para un monumento “al Generalísimo Franco”, que ganó Enrique Novo. Inicialmente iba a ser un monumento que representara a Franco en la piel del jefe del Estado, pero durante su construcción, por razones desconocidas pero probablemente relacionadas con la caída de la dictadura, se decidió optar por una obra que lo representara en la piel del comandante de la Guerra del Rif, libertador de Melilla. El 23 de octubre de 1977, poco antes de que se terminaran las obras, todos los partidos de izquierda de Melilla emitieron un comunicado en el que expresaban su firme oposición a la operación, pero la estatua se instaló de todos modos, el 5 de mayo de 1978, sin inauguración alguna.

Melilla es probablemente la ciudad española donde el legado de la dictadura ha perdurado más tiempo: hasta 2010 todavía era posible ver un monumento ecuestre al dictador en la plaza, y hasta el otro día, por supuesto, la estatua ahora retirada (aunque ha sido muy criticada en el pasado). Se lleva hablando de la retirada desde al menos 2019: todos están de acuerdo menos Vox, el partido de la derecha populista y ultranacionalista, que se opuso a la operación porque la estatua representa al ’comandante’ Franco que luchó en la guerra del Rif y no al dictador, y porque el monumento pretendía celebrar la entrada de la legión española en Melilla, un hecho que, según Vox, podría hacer que Melilla siguiera siendo una ciudad de España.

Los partidarios de la retirada, en cambio, la consideran una aplicación de la llamada Ley de Memoria Histórica, iniciada en 2007 por el Gobierno de Zapatero y modificada en 2020 por el de Sánchez: Con esta ley, España repudia y condena el periodo de la dictadura (que duró de 1936 a 1975) y, entre otras medidas, prevé la retirada de símbolos contrarios a la memoria democrática (incluidos monumentos y calles con el nombre del Caudillo y otros exponentes de la dictadura) y prohíbe actividades que ensalcen el régimen franquista. Ya en 2009 se habló de retirar la obra y trasladarla a un museo, pero no se hizo nada al respecto hasta anteayer.

Es un día histórico“, comentan desde el Ayuntamiento de Melilla. Se ha retirado la última estatua de Franco en una vía pública española, que se encontraba en nuestra ciudad. Estamos cumpliendo el mandato de la Asamblea, que ayer aprobó por mayoría absoluta la propuesta de la Junta’. Melilla aplica así la Ley de Memoria Histórica”. Sin embargo, el trabajo para borrar la presencia de Francisco Franco y su régimen del territorio español aún es largo. El principal problema radica enla odonástica: sólo en 2019, el INE (Instituto Nacional de Estadística) estimó que aún hay un millar de calles y plazas con nombres todavía vinculados al régimen. Además, en Santa Cruz de Tenerife se conserva un enorme monumento que data de 1966, el Monumento a Su Excelencia el Jefe de Estado, en el que una figura idealizada sobre las alas de un ángel, portando una bandera y una espada, se presentaba en el momento de su creación como una representación del generalísimo. Hoy, la obra ha sufrido un cambio de nombre(Monumento a la Victoria), y aún se discute si la figura se parece realmente a Franco (y de hecho, por la descripción original del autor, Juan de Ávalos, parece tratarse de una figura alegórica: “la isla de Tenerife de la que emerge el Caudillo de un gran estanque, y un arcángel en forma de flecha avanza hacia el mar, y sobre él cabalga una figura que, desnuda, con sólo la bandera que la cubre, una espada y su fe, avanza hacia la victoria”). En contraste con la estatua de Melilla, que es indiscutiblemente una representación del dictador de joven.

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