Entraba en casa de nobles para hacer chapuzas y robaba obras de arte: los carabinieri recuperan 600 objetos


Un artesano recibió el encargo de realizar pequeños trabajos en las casas de la nobleza florentina: sin embargo, robó obras de arte que, junto con algunos cómplices, comercializó ilegalmente. Los Carabinieri, tras una investigación internacional, recuperaron más de 600 obras robadas.

Una investigación internacional de tres años de duración, coordinada por la Fiscalía del Tribunal de Florencia y llevada a cabo por la Unidad de Protección del Patrimonio Cultural de los Carabinieri de Florencia en colaboración con elFBI, permitió recuperar más de 600 obras de arte robadas, entre ellas valiosos libros antiguos, cerámicas y pinturas, algunas de ellas de gran importancia histórica y artística.

La investigación tuvo su origen en una denuncia presentada en 2021 por un ciudadano florentino que informaba del robo de una valiosa obra, De Historia Stirpium Commentarii Isignes de Leonhart Fuchs, un tratado de botánica de 1542. El libro había sido robado de su domicilio entre 2018 y 2019 e identificado un año después en la web de una casa de subastas florentina. La obra, incautada a un anticuario del Véneto, comprador de buena fe, desencadenó una compleja investigación que destapó un tráfico de bienes culturales a gran escala.

La recuperación del libro llevó a la policía a una investigación más amplia, en la que participaron 12 personas y que condujo a la ejecución de otros tantos registros. Las obras se guardaban en lujosas residencias de la aristocracia florentina y eran robadas sistemáticamente por uno de los sospechosos, un artesano al que se había asignado la realización de pequeños trabajos de mantenimiento en las casas de la nobleza florentina. A continuación, los objetos se vendían en el mercado de antigüedades, tanto en el país como en el extranjero, ocultando su origen ilegal. La investigación reveló que algunas obras habían sido exportadas y vendidas a coleccionistas desprevenidos de países como Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido.

La investigación condujo a la incautación de un impresionante patrimonio cultural robado, que incluía numerosos libros y objetos de arte. Entre los bienes había cuatro platos de cerámica fabricados por la fábrica Ginori para la Presidencia de la República Italiana; un servicio de porcelana de Meissen de 1820 decorado en oro puro; un plato de la dinastía Ming, periodo Kangxi, de finales del siglo XVII; un cuadro de un buey, con la firma de Giovanni Fattori; y un raro volumen, De Honesta Disciplina, con la firma autógrafa de Giorgio Vasari.

Bienes recuperados por los Carabinieri
Bienes recuperados por los Carabinieri
Bienes recuperados por los Carabinieri
Bienes recuperados por los Carabinieri
Bienes recuperados por los Carabinieri
Bienes recuperados por los Carabinieri
Bienes recuperados por los Carabinieri
Bienes recuperados por los Carabinieri
Bienes recuperados por los Carabinieri
Bienes recuperados por los Carabinieri
Bienes recuperados por los Carabinieri
Bienes recuperados por los Carabinieri

La investigación requirió la cooperación internacional de varios organismos, entre ellos el FBI e INTERPOL, que ayudaron a localizar las obras en el extranjero y a facilitar su regreso a Italia. En algunos casos, los bienes habían sido adquiridos de buena fe a coleccionistas privados, lo que hizo necesaria una acción extrajudicial para recuperarlos. Un elemento clave del éxito de la investigación fue el descubrimiento de un libro de contabilidad en el que se detallaban las cuentas de las obras robadas y vendidas, lo que permitió cuantificar un volumen de negocios ilícito de más de 300.000 euros. De haberse comercializado, los bienes podrían haber generado unos beneficios de más de 3 millones de euros.

El resultado es un ejemplo concreto de cómo la sinergia entre la judicatura, las fuerzas del orden y las instituciones culturales puede contribuir decisivamente a la protección del patrimonio artístico. La cooperación del Ministerio de Cultura, junto con las ramificaciones territoriales y el compromiso de la Unidad de Protección del Patrimonio Cultural de los Carabinieri, permitió preservar y recuperar bienes de gran valor histórico y cultural, evitando que se dispersaran o cayeran en el olvido.

También fue fundamental la iniciativa de un ciudadano que, con su denuncia, inició una cadena de investigación que condujo al descubrimiento de una vasta red criminal. El compromiso con la protección del patrimonio cultural es una misión de importancia no sólo nacional, sino mundial, como demuestra la cooperación entre Italia y los organismos internacionales.

Las obras recuperadas, que ahora volverán a estar a disposición de sus legítimos propietarios, representan un patrimonio único no sólo por su valor económico, sino sobre todo por su contribución a la historia del arte y la cultura italianos. Cada pieza cuenta una parte de nuestra historia, desde los platos cuidadosamente decorados por las antiguas manufacturas Ginori hasta los manuscritos firmados por grandes maestros como Giorgio Vasari.

Entraba en casa de nobles para hacer chapuzas y robaba obras de arte: los carabinieri recuperan 600 objetos
Entraba en casa de nobles para hacer chapuzas y robaba obras de arte: los carabinieri recuperan 600 objetos


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