El ministro francés de Cultura, Franck Riester, ha decidido bloquear la exportación del Cristo escarnecido atribuido a Cimabue (Florencia, c. 1240 - Pisa, 1302), la obra que saltó a los titulares hace unas semanas al ser encontrada en la cocina de una anciana en Compiègne, localidad de Picardía (norte de Francia). La obra fue subastada por Actéon por 24,1 millones de euros, y la compra fue realizada por el anticuario italiano Fabrizio Moretti en nombre de la familia propietaria de la famosa colección Alana (Estados Unidos). El Cristo burlado, que se cree forma parte del díptico de 1280 que incluye la Flagelación de la Frick Collection de Nueva York y la Virgen con el Niño entronizado de la National Gallery de Londres, no podrá salir de Francia.
Así pues, el Ministerio de Cultura francés ha firmado la medida que sanciona la prohibición de exportación, medida que anula el certificado de exportación expedido anteriormente, y ha concedido a la obra el estatuto de tesoro nacional (una especie de equivalente a nuestra declaración de alto interés cultural) durante un periodo de treinta meses, a partir de la notificación de la decisión al propietario de la obra. Francia aprovechará este plazo para reunir los fondos necesarios para adquirir el Cristo burlado: si la operación tiene éxito, la obra de Cimabue pasará a formar parte de las colecciones públicas nacionales francesas, lo que permitirá que la tabla se una a la Majestad del pintor florentino que ya se encuentra en el Museo del Louvre.
“Celebro”, ha declarado Riester, “el importante papel desempeñado por el mecanismo de control de la exportación de bienes culturales, destinado a proteger y enriquecer el patrimonio nacional, y doy las gracias a los miembros de la Comisión Consultiva del Tesoro Nacional, bajo el impulso de su presidente, Edmond Honorat, cuyo atento examen de la propuesta de denegación del certificado aclara mi decisión. Gracias al tiempo que nos concede esta medida, podrán realizarse todos los esfuerzos necesarios para que esta obra excepcional pueda enriquecer las colecciones nacionales”.
Encuentran a Cimabue en una cocina y el Gobierno francés impide su exportación: quiere comprarlo para el Louvre |
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