Todo ocurrió en Vergato, en los Apeninos boloñeses, tras la inauguración de la estatua que Luigi Ontani creó para su ciudad natal y que se instaló en la plaza frente a la estación de tren. Titulada RenVergatellAppenninMontovolO y realizada en bronce y mármol, la fuente, una alegoría con un fauno alto (el río Reno) en el centro, que sostiene un putto (el arroyo Vergatello) sobre los hombros y un tritón (los Apeninos) a sus pies, se inauguró en realidad a principios de abril, pero no se desveló hasta principios de año. inaugurada a principios de abril, pero en los últimos días ha sido objeto de una fuerte polémica, que se ha desatado después de que el pasado domingo, el senador legista Pillon calificara la estatua de “basura” que hay que ocultar con “un vertido de cemento”: El parlamentario, fundador del Family Day, conocido por su proyecto de ley que querría introducir la mediación civil obligatoria en los casos en los que estén implicados menores de edad (pero también por salidas particularmente pintorescas, como cuando el año pasado anunció una pregunta parlamentaria porque creía que en una escuela primaria de la zona de Brescia un profesor enseñaba brujería), evidentemente inspiró muchos otros ataques, porque Tras el suyo llegaron los comentarios de varios miembros del mundo católico extremista, empezando por Mirko De Carli, miembro del Popolo della Famiglia, que tachó la escultura de “obscena”, diciendo que “ofende a los niños y debe ser retirada”, y arremetiendo contra el uso de fondos públicos para su creación (de los costes totales, 150 mil euros para la estatua y 90 mil para la instalación, un tercio fue garantizado por las instituciones: 50 mil del municipio de Vergato y 30 mil de la región de Emilia Romaña).
Los ataques de los fundamentalistas, que consideraban satanista la obra de Ontani, debieron de tomárselos en serio, ya que durante la semana unos desconocidos oscurantistas, por la noche, cubrieron la estatua no con cemento, sino con estiércol. Luego, tras embadurnar la estatua (en la noche entre el miércoles y el jueves), también llegó al pueblo emilianense un autodenominado exorcista, ahuyentado de forma grosera por los habitantes, que se reunieron en torno a la escultura de Ontani en una muestra de apoyo al artista. Expresando el sentir de los ciudadanos, el alcalde Massimo Gnudi declaró: “Contamos con los investigadores para encontrar a los autores de este gesto cobarde, utilizando también la tecnología de videovigilancia. Temíamos el riesgo de que quienes siembran odio luego cosechen violencia, y desgraciadamente se ha confirmado. A estas personas les respondemos que no sólo han ofendido a un artista. Han ofendido a toda una comunidad. Pero Vergato no se dejará intimidar”. La procesión de apoyo, que se desplazó el jueves, pedía “manos fuera de nuestro patrimonio artístico”, explicó el primer ciudadano, y la invitación a participar iba dirigida a “todos aquellos que aprecian la libertad de expresión”. Sea cual sea la orientación política o religiosa o el gusto artístico personal, invitamos a todos a una respuesta civilizada. No sólo defendemos el arte, defendemos la democracia".
El alcalde de Bolonia, Virginio Merola, también intervino sobre el episodio, declarando: ’En 2019, no creo que puedan ocurrir cosas así. Los ataques surrealistas de los últimos días a la obra de arte inaugurada en Vergato en las últimas semanas han llevado, desgraciada y previsiblemente, al gesto de esta noche’. Merola también expresó su cercanía al alcalde Gnudi y al pueblo de Vergato. El presidente de la región, Stefano Bonaccini, era de la misma opinión: ’El arte no se censura, ni se detiene la libre expresión del pensamiento a través de la cultura y de todas las formas artísticas. Los que anoche pintarrajearon la fuente de Luigi Ontani en Vergato deberían ser los primeros en saberlo. Ya en los últimos días hemos tenido que escuchar palabras de condena de quienes ven en la escultura herejías y quién sabe qué peligros, como si la gente no tuviera su propia capacidad de juicio y opinión, y ahora alguien ha pasado a los hechos. Una violencia vergonzosa, que hay que rechazar enérgicamente, como se dispone a hacer la comunidad de Vergato, a la que estoy muy unido".
Ontani, por su parte, explicó que su arte está vinculado a la mitología y que carece de intenciones políticas. El artista también subrayó que tiene el máximo respeto por la religión y que no entiende el motivo de la polémica. Polémicas que, en cualquier caso, han recibido una respuesta seca y definitiva por parte de los ciudadanos de Vergato.
En la imagen, la escultura de Ontani
En Vergato, los oscurantistas manchan de estiércol la estatua de Ontani. Pero la comunidad reacciona |
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