Clamor en Venecia: los Museos Cívicos, un complejo que incluye muchos de los principales espacios culturales de la capital veneciana (el Palacio Ducal, el Museo Correr, el Museo Veneciano del siglo XVIII de Ca’ Rezzonico, la Galería Internacional de Arte Moderno de Ca’ Pesaro, el Museo del Vidrio de Murano la Casa de Carlo Goldoni, el Museo del Encaje, la Torre del Reloj, el Palacio Fortuny, el Museo de Historia Natural y el Museo del Palacio Mocenigo) permanecerán cerrados hasta abril de 2021, y ello, por ahora, independientemente de las decisiones que tome el Gobierno después del 15 de enero, fecha en la que expirará el decreto del 3 de diciembre que impuso el cierre patronal de los recintos culturales, y fecha en la que podrían reabrir los museos.
Los trabajadores, dicen los sindicatos, se quedarán en casa, en paro al 100% hasta el 1 de abril. Los Museos Cívicos de Venecia pueden hacerlo porque el gobierno de los institutos es prerrogativa de un sujeto con personalidad jurídica de derecho privado, una organización sin ánimo de lucro, la Fondazione Musei Civici di Venezia, que gestiona sí un patrimonio público, pero que al ser una fundación de derecho privado (aunque su consejo de administración esté compuesto por miembros nombrados todos ellos por el Ayuntamiento de Venecia, el “Fundador Promotor” según sus estatutos) no está sujeta a las mismas normas que la administración pública en lo que respecta a los trabajadores.
Todo esto esperfectamente legítimo, por supuesto, pero basta para desatar las iras de los sindicatos, por un lado, y para que el sector se debata, por otro, ya que un patrimonio público de un valor tan inestimable como el de los museos venecianos está ligado a consideraciones casi empresariales, puesto que la falta de turistas ocasiona importantes pérdidas económicas a la Fundación, que debe actuar en consecuencia. De hecho, según sus estatutos, el fondo de funcionamiento de la fundación se compone de los “ingresos y rentas de su patrimonio y actividades”, de los ingresos por actividades institucionales, accesorias, instrumentales y conexas, y de las aportaciones “eventuales” de organismos públicos: esto significa que el Ayuntamiento y otros organismos públicos no están obligados a apoyar económicamente a la fundación. Y el Ayuntamiento nunca ha destinado grandes aportaciones a la Fundación, aunque hay que decir que, dada la gran afluencia de turistas que desde 2008 (año de la “separación” de los museos del Ayuntamiento) han garantizado importantes recursos a la Fundación, los museos nunca han tenido grandes necesidades ya que han podido atender sus necesidades de forma independiente.
En resumen, la capacidad de la Fundación para autofinanciarse y cerrar sus presupuestos en negro gracias sobre todo a los ingresos del Palazzo Ducale está resultando ser ahora su perdición, porque la pandemia del Covid-19 ya había provocado en julio un agujero de 7 millones de euros: un agujero que ahora, con los nuevos cierres, se ha ampliado aún más. Según Daniele Giordano, de la CGIL Funzione Pubblica, y Mario Ragno, de la Uil Funzione Pubblica, el cierre indefinido hasta abril es "una decisión grave e incomprensible que pone en peligro la capacidad misma de la Fundación para reanudar sus actividades. Es una elección que va completamente en contra de todas las declaraciones del Consejo de Brugnaro, que ha predicado constantemente la reapertura de las actividades y, en cambio, precisamente en materia de cultura, toma la decisión contraria’.
Y luego está el capítulo de los trabajadores. “Lo que ha determinado el consejo de administración”, escriben Giordano y Ragno, “también tiene graves repercusiones sobre los trabajadores, a los que se les aplica un despido del 100% hasta el 1 de abril”. Vale la pena recordar cómo los trabajadores de la Fondazione Musei fueron despedidos durante gran parte de 2020, contribuyendo a ahorrar a la Fundación hasta 600.000 euros. Por lo tanto, los trabajadores ya han hecho muchos sacrificios que no justifican lo que han decidido el Presidente de la Fundación y el Consejo de Administración, que no están a la altura de construir un nuevo programa para dar un futuro a la Fondazione Musei. El Consejo de Administración quiere ahorrar 620.000 euros más en tres meses, cuando la Fundación, gracias a las aportaciones del Estado, ha obtenido un beneficio de casi 2.000.000 de euros. Esto significa que la Fundación ha aumentado sus activos, que ahora rondan los 9.000.000 de euros disponibles. Esos recursos son sin duda el resultado del trabajo de los últimos años, es impensable que no reconozcamos que esas cifras son el resultado del trabajo de las personas que trabajan en la Fundación y que no sólo están vinculadas al uso de las instalaciones, sino sobre todo a la planificación, a la conservación del patrimonio, al diseño científico y a todas aquellas actividades que si se ponen en suspensión total como está a punto de hacerse pueden suponer una pérdida considerable para la propia Fundación".
Por lo tanto, para Giordano y Ragno, la Fondazione Musei Civici prefiere “comer de los recursos públicos”, los del fondo de despido, “cuando en cambio podría utilizar sus propios recursos para invertir, relanzar sus actividades y garantizar ingresos y empleo a sus trabajadores”. La fundación, señalan a continuación los sindicatos, también ha anunciado que no reconocerá el devengo de vacaciones y pagas que se devengarían durante los periodos de despido en ausencia de acuerdo sindical.
Los sindicalistas concluyen dirigiéndose directamente a la Presidenta de la Fundación, Mariacristina Gribaudi, y al consejo de administración: “En 10 meses de emergencia”, escriben, "esta Presidenta y este consejo de administración no han elaborado ningún plan para la reactivación de la cultura en Venecia y para repensar el papel de la Fundación. La labor de quienes trabajan en la Fundación no se basa únicamente en abrir las puertas o los portones, sino en un trabajo profesional y cualificado que nos permite garantizar una fructificación de alta calidad de nuestra oferta cultural y científica’. Por último, la CGIL y la UIL anuncian que escribirán al Prefecto de Vene cia “para que se informe puntualmente al gobierno de cómo se utilizan los recursos públicos, que suspenden la cultura en esta ciudad independientemente de las decisiones del gobierno, poniendo en peligro la posibilidad de dar un nuevo proyecto al acceso a la cultura en Venecia”.
En Venecia, los Museos Cívicos cerrados hasta abril de 2021, trabajadores 100% despedidos |
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