En Italia se lee cada vez menos. Sobre todo las mujeres, y en el sur sólo 2 de cada 10 leen al menos un libro al año.

Cada vez hay menos lectores en Italia:Istat ha publicado hoy los resultados de su encuesta sobre los hábitos de lectura de los italianos en 2018, y los datos no son reconfortantes. Cada vez hay menos lectores: en 2018, solo el 40,6% de la población mayor de seis años leyó al menos un libro por motivos no estrictamente educativos o profesionales. Esta cifra es la segunda más baja de los últimos quince años: el registro negativo sigue siendo el de 2016 (40,5%) mientras que el dato más positivo sigue siendo el de 2010 (46,8%). Las mujeres leen más que los hombres (46,2% frente a 34,7%), y la situación es desastrosa en el sur y en las islas: allí, los porcentajes caen al 26,7% (sur) y al 29,8% (islas), frente al 49,4% en el noroeste, el 48,4% en el noreste y el 43,5% en el centro.

¿La clase más aficionada a los libros? La de las adolescentes, donde se registran los porcentajes más elevados: el 63,6% de las niñas de 11 a 14 años leen al menos un libro al año (los varones de la misma franja de edad son el 58,2%), porcentaje que se eleva al 64% para las de 15 a 17 años (54,5% los varones) y al 63,9% para las de 18 a 19 años (54,3% los varones). Sin embargo, los datos generales dicen que los mejores lectores son precisamente los de 11 a 14 años, el 53,1% del total. Un hábito que desciende progresivamente con la edad: 38,3% el grupo de 20 a 24 años, 37,8% el grupo de 25 a 34 años, 32,9% el grupo de 35 a 44 años, 31,5% el grupo de 45 a 54 años, luego sube ligeramente (32,8% el grupo de 55 a 59 años, 33,8% el grupo de 60 a 64 años, 32,3% el grupo de 65 a 74 años) y desciende con el grupo de más de setenta años (24,2%).

En cuanto al número de libros, sólo el 14,3% de los lectores (recordemos que la media se calcula, por supuesto, sobre el 40,6% de los lectores) lee al menos un libro al mes. Es decir, prácticamente 4 de cada 100 italianos. El 40,6% lee sólo un libro al año, mientras que el 46,5% lee como máximo tres. Las regiones de fuertes lectores son Trentino-Alto Adigio (21,5% de habitantes que leen al menos un libro al mes), Valle de Aosta (21,2%) y Friul-Venecia Julia (19%), mientras que se lee poco en Calabria (6,8% que leen al menos 12 libros al año), Campania (7%) y Apulia (7%). Los grandes lectores son sobre todo universitarios: el 19,1% de los que tienen un título universitario leen al menos 12 libros al año, mientras que el 14,4% de los que tienen un título de bachillerato, el 10,4% de los que tienen un título de octavo grado y el 12,3% de los que tienen un título de primaria leen al menos 12 libros al año.

En cuanto a los formatos, el 78,4% de los lectores lee sólo libros en papel, mientras que para el 37,3% el libro en papel es una opción alternativa al ebook (el 8,4% lee en este formato) y al audiolibro (el 0,8%). Una vez más, los italianos no van a la biblioteca: sólo el 15,3% de los italianos acude a ella (y, como en todos los datos, siguen siendo las mujeres las que se encuentran en mejor situación que los hombres: el 17,2% frente al 13,2%). Los que van, sin embargo, tienden a hacerlo a menudo: la franja de los que van a la biblioteca al menos una vez al mes es del 35,4%. Las cifras son más elevadas en la población estudiantil: hasta los 24 años, los porcentajes son siempre superiores al 32,7% (con picos del 39,3% para los jóvenes de 18 y 19 años), para descender inmediatamente al 16% en el tramo de 25 a 34 años. El hábito bibliotecario está especialmente arraigado en Trentino-Alto Adigio (35,4% de los habitantes la frecuentan), Valle de Aosta (32,7%) y Emilia-Romaña (21,6%), mientras que las bibliotecas están prácticamente vacías en Sicilia (6,9%), Campania (7,7%) y Calabria (8%).

En Italia se lee cada vez menos. Sobre todo las mujeres, y en el sur sólo 2 de cada 10 leen al menos un libro al año.

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