¿Pueden 2 millones de residentes de un centro turístico soportar el peso de 14 millones de visitantes al año? Pruebe a preguntar a los que viven en Canarias y la respuesta será clara: no. Por mucho que puedan aportar riqueza y por muy sagrada que sea la hospitalidad, en Canarias se han exasperado tanto que han organizado una manifestación masiva contra el turismo: 50 mil personas salieron a la calle el 20 de abril en Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Arrecife (Lanzarote), Puerto del Rosario (Fuerteventura), Valverde (El Hierro), San Sebastián de La Gomera y Santa Cruz de la Palma. La manifestación fue para todos a mediodía y también se celebraron iniciativas de apoyo en otras ciudades europeas, las fotos que han rebotado por todas las redes sociales son impresionantes por la cantidad de fieros y ruidosos participantes.
Para denunciar el empeoramiento de las condiciones de vida de los residentes, las marchas en distintos puntos del archipiélago español lucían pancartas en las que se podía leer ’Canarias tiene un límite ’, ’Canarias no se vende’, ’Somos extranjeros en nuestra propia tierra’, ’¿Cómo voy a vivir del turismo si no tengo casa?’. Esta última se refiere al encarecimiento de las viviendas, totalmente absorbidas por el mercado turístico de alquiler, lo que hace muy difícil que una familia local encuentre una casa.
El turismo representa alrededor del 35% del PIB del archipiélago, que en 2022 ascendió a 16.900 millones de euros, pero los residentes juzgan ahora insostenible para la sociedad y el medio ambiente la conversión total de la economía al turismo, argumentando que se ha roto el equilibrio entre los recursos y el bienestar de la sociedad. Grupos ecologistas como Greenpeace, WWF, Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra y SEO/Birdlife se han unido a la población, y 11 activistas de “Canarias se agota” llevan también varios días en huelga de hambre.
Las Islas Canarias (archipiélago formado por las islas de Tenerife, Fuerteventura, Gran Canaria, Lanzarote, La Palma, La Gomera y El Hierro situado en el Atlántico a unos 100 kilómetros de la costa del sur de Marruecos) gozan de un clima suave durante todo el año, por lo que son elegidas todo el año. Sólo en Tenerife en 2022 hubo 6 millones de visitantes y entre las reivindicaciones de los manifestantes está la introducción de un número máximo de turistas a los que se permita la entrada y un impuesto de finalidad vinculada al medio ambiente.
Por supuesto, también está la demanda de frenar el mayor consumo de suelo y el desarrollo de la construcción, frenando el mercado del alquiler turístico y ofreciendo una solución a los residentes que buscan una vivienda. El aumento de los precios de todos los bienes, desde los de primera necesidad hasta todos los servicios, muestra aspectos que son vistos negativamente por la población: según el Instituto Nacional de Estadística, el 33,8% de los canarios está en riesgo de pobreza o exclusión social. Y decir que antes de convertirse en un fenómeno turístico (la expresión “me voy a Canarias” da buena cuenta del papel que se habían labrado en el imaginario colectivo como lugar de opulencia donde pasar toda la vida de vacaciones), Canarias eran islas pesquerascon una continua emigración al continente de sus habitantes en busca de trabajo.
El turismo ha sido el modelo ganador de desarrollo durante décadas pero ahora este mismo modelo parece haber entrado en crisis: los que antes daban las gracias por los grupos de británicos, alemanes o italianos en los complejos turísticos ahora se encuentran denunciando la emergencia hídrica por culpa de los turistas. El aumento de agua en zonas urbanas y alojativas priva de agua potable al resto de los isleños. El portavoz del colectivo Canarias se Agota, Víctor Martín, que colabora en la coordinación de las protestas, afirma, según recoge Agi, que la emergencia climática está provocando cortes en el suministro de agua: “La demanda de agua aumenta en las zonas urbanas, donde hay más turistas. Hemos tenido un invierno muy seco y en Tenerife ya se ha declarado la emergencia hídrica, habrá restricciones si no llueve más este mes, pero aquí ahora mismo estamos a 36º. Esto es insostenible y significa que ni siquiera podremos mantener los niveles normales de turismo. Sin embargo, las autoridades y las empresas de aquí intentan aferrarse a este modelo”.
Las protestas no se dirigen contra el turismo en general, que es el sector que sustenta el 35% de la economía canaria y emplea al 40% de los trabajadores del archipiélago, sino contra sus excesos y los problemas a los que se enfrentan muchos de los habitantes del archipiélago a pesar del aumento de visitantes. Los salarios en Canarias están entre los más bajos de España (el sueldo medio es de 1.630 euros al mes) y la tasa de paro es la tercera más alta del país, con un 16,2% según las últimas cifras. De las 17 comunidades autónomas españolas, Canarias es la cuarta en precios por metro cuadrado de viviendas de alquiler.
“El problema no son los turistas”, dice Víctor Martín, “es un modelo construido en torno a, y con la connivencia de, una clase empresarial que no quiere escuchar lo que hay que hacer, y con una clase política que sirve a esa clase empresarial en lugar de servir a todos los ciudadanos”. Lo que pedimos es muy sencillo: siendo el turismo la principal actividad económica y la causa de todos estos problemas, queremos la paralización inmediata de estos dos megaproyectos", dijo refiriéndose a los desarrollos en Tenerife.
En la foto, una playa de Tenerife
El turismo complica la vida a los canarios |
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