El Rijksmuseum de Ámsterdam adquiere una rara estatua de rinoceronte Clara en TEFAF


El museo neerlandés ha adquirido una escultura de terracota del siglo XVIII de Clara, la rinoceronte que fascinó a Europa. La obra, atribuida a Petrus Camper, enriquece la colección con una representación tridimensional del animal, que ya es objeto de una exposición en 2022.

El Rijksmuseum de Ámsterdam ha anunciado la adquisición de una rara estatua de terracota del siglo XVIII de Clara, la rinoceronte que se convirtió en una auténtica celebridad en toda Europa en el siglo XVIII. La obra, de 50 centímetros de altura y atribuida al científico y artista holandés Petrus Camper (Leiden, 1722 - La Haya, 1789), fue adquirida durante la edición de 2024 de TEFAF, la prestigiosa feria de arte y antigüedades de Maastricht. Para el museo, se trata de una compra de gran valor histórico y artístico, que enriquece la colección con una representación tridimensional de Clara. Hasta ahora, de hecho, el Rijksmuseum sólo poseía dibujos del animal. La adquisición ha sido posible gracias al apoyo del Johan Huizinga Fonds a través del Rijksmuseum Fonds y de un donante privado.

“Tener esta impresionante estatua de Clara en el museo significa que podremos seguir contando su historia”, afirma Taco Dibbits, director general del Rijksmuseum. “Esta versión tan realista de Clara nos conmueve emocionalmente; parece que pudiera empezar a andar en cualquier momento”.

Petrus Camper, Clara (terracota, 50 cm; Amsterdam, Rijksmuseum).
Petrus Camper, Clara (terracota, 50 cm; Amsterdam, Rijksmuseum).

Un icono del siglo XVIII

Clara no fue la primera rinoceronte que pisó Europa, pero sin duda fue la más famosa. Nacida en la India, llegó al continente en 1741, traída por el comerciante holandés Douwe Mout van der Meer, que enseguida se dio cuenta de su potencial atractivo. Durante los 17 años siguientes, el animal protagonizó un increíble periplo por las principales ciudades europeas, atrayendo a multitudes curiosas allá donde se detenía.

De Viena a París, de Nápoles a Copenhague, Clara fue exhibida en mercados, ferias, carnavales e incluso cortes reales, convirtiéndose en objeto de admiración y estudio. Su dueño la transportaba en una carroza especialmente diseñada para ella, mostrando al público un ser exótico que hasta entonces sólo había sido imaginado. Su presencia despertó una fascinación sin precedentes: nobles, científicos, artistas y ciudadanos de a pie acudieron en masa para verla, dibujarla y analizarla. Su vida, sin embargo, estuvo marcada por la total dependencia del ser humano. Incapaz de moverse libremente o de comportarse de forma natural, Clara se convirtió en un símbolo viviente de un mundo aún por descubrir. Murió en 1758 en Londres, dejando tras de sí un legado cultural extraordinario.

Durero y la imagen del rinoceronte

La inmensa curiosidad que despertaba Clara también se debía a la escasez de representaciones realistas de su especie. Antes de su llegada a Europa, la única imagen conocida de un rinoceronte era la realizada en 1515 por el gran artista alemán Alberto Durero. La famosa xilografía, basada en descripciones bastante fantasiosas, mostraba un animal acorazado con un segundo cuerno en el lomo y un aspecto casi mitológico.

Con la aparición de Clara, el mito dio paso a la realidad. Por primera vez, estudiosos y artistas tuvieron la oportunidad de observar de cerca un ejemplar real y reproducir su forma con mayor precisión. Naturalistas y anatomistas examinaron cada detalle de su cuerpo, mientras que pintores y escultores quedaron fascinados por los pliegues de su piel y sus imponentes proporciones.

Una estatua rara y preciosa

La estatua de terracota adquirida por el Rijksmuseum está considerada una de las más bellas representaciones de Clara que han llegado hasta nosotros. Atribuida a Petrus Camper, una destacada figura científica y artística de la época, la obra se distingue por su realismo y atención al detalle. Camper, conocido por sus estudios de anatomía comparada, se dedicó a la representación de animales con un enfoque riguroso, buscando plasmar fielmente las características físicas de las especies examinadas. La estatua forma parte de un rico panorama iconográfico: Clara fue inmortalizada en pinturas, grabados, esculturas y objetos decorativos, convirtiéndose en un auténtico fenómeno cultural.

El Rijksmuseum ya rindió homenaje a Clara en 2022 con una exposición dedicada a ella, que exploraba cómo su llegada influyó en el mundo del arte y la ciencia. La exposición iba acompañada del libro Clara la Rinoceronte, una mirada en profundidad a su historia y a las numerosas representaciones artísticas que inmortalizaron su aparición. La exposición y la publicación también fueron posibles gracias al apoyo de donantes privados, lo que confirma el interés que sigue vivo por esta extraordinaria protagonista de la Europa del siglo XVIII.

Petrus Camper, Clara (terracota, 50 cm; Amsterdam, Rijksmuseum).
Petrus Camper, Clara (terracota, 50 cm; Amsterdam, Rijksmuseum).

El Rijksmuseum de Ámsterdam adquiere una rara estatua de rinoceronte Clara en TEFAF
El Rijksmuseum de Ámsterdam adquiere una rara estatua de rinoceronte Clara en TEFAF


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