De vuelta en Sicilia, el naufragio del barco de migrantes africanos que naufragó en el Mediterráneo el 18 de abril de 2015, causando una masacre: de los cientos de personas que transportaba la embarcación, un pesquero eritreo, solo sobrevivieron 28. Hubo 58 víctimas constatadas, pero se calcula que murieron entre 700 y 900 personas: tal era el número de personas a bordo cuyos cuerpos nunca se recuperaron. Por sus proporciones, el naufragio del 18 de abril de 2015 es una de las catástrofes marítimas más graves ocurridas en el siglo XXI, y el peor naufragio desde que comenzó la reciente crisis de los migrantes. En 2016, la Marina había recuperado los restos del naufragio del fondo del mar y los había llevado a la base naval de la OTAN en Augusta, en la provincia de Siracusa.
Unos años después, el artista suizo Christoph Büchel (Basilea, 1966) decidió convertir el pecio en una obra de arte, titulada Barca Nostra: en 2019, lo expuso en la Bienal de Venecia para convertirlo en un monumento a la crisis migratoria, y lo presentó sin indicaciones, paneles ni referencias. La exposición del pecio levantó una gran polémica: se criticó la idea de exponerlo sin contextualizar, el hecho de que muchos visitantes se hicieran fotos frívolas delante de la obra, algunos consideraron que la obra era irrespetuosa con el dolor que había causado el naufragio y otros cuestionaron que un “ready-made” de la tragedia pudiera elevarse automáticamente a la categoría de obra de arte.
Hasta hace unos días, el pecio había permanecido en el Arsenal de Venecia, abandonado, hasta el punto de que la Fundación de la Bienal de Venecia había pedido a las autoridades que lo retiraran, tras instar repetidamente al artista y a la galería que lo representa (Hauser & Wirth) a que devolvieran la obra a la ciudad de Augsburgo, propietaria de la misma. A finales de diciembre, el artista Emmanuele Panzarini también había lanzado un llamamiento, #SOSforart, para encontrar una solución al problema. Ahora, sin embargo, la disputa se ha resuelto positivamente y el Barca Nostra regresó a Augusta el 20 de abril.
El pecio regresó a Augusta en una barcaza remolcada por dos remolcadores, y ahora se colocará en el muelle de la ciudad siciliana, donde se creará un “Jardín del Recuerdo”, propuesto por el Comité 18 de abril, que trabaja para mantener vivo el recuerdo de la tragedia. La idea de crear un jardín en torno al pecio nació ya en 2018: será un lugar que preservará “el testimonio de las tragedias del pueblo migrante, así como un signo de respeto a las víctimas y de alto valor educativo para las nuevas generaciones”, según propuso el Ayuntamiento de Augusta en 2018. “Seguiremos esforzándonos para que sea el catalizador de iniciativas de solidaridad, paz y fraternidad”, ha señalado en una nota la presidenta del Comité 18 de Abril, Cettina Saraceno. “Trabajaremos juntos para que sea una advertencia para quienes obligan a tanta humanidad al éxodo y luego, levantando vallas en tierra y mar, lo rechazan”.
En la foto: los restos del naufragio en la Bienal. Foto de Andrea Avezzù
El pecio del naufragio de migrantes expuesto en la Bienal de Venecia 2019 vuelve a Sicilia |
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