El Palazzo dei Diamanti de Ferrara reabre sus puertas tras su restauración. Este es su aspecto


El Palazzo dei Diamanti de Ferrara reabre el 18 de febrero de 2023 tras obras de restauración, adaptación y puesta en valor. Este es su aspecto.

Tras casi dos años cerrado al público por importantes obras de restauración y puesta en valor, el Palacio de los Diamantes de Ferrara reabrirá renovado el 18 de febrero de 2023, con motivo de la gran exposición sobre el Renacimiento ferrarés titulada Renacimiento en Ferrara. Ercole de’ Roberti y Lorenzo Costa. La dirección de las obras y el proyecto arquitectónico corren a cargo de Labics, estudio de arquitectura y urbanismo fundado en Roma en 2002 por Maria Claudia Clemente y Francesco Isidori, entre cuyos principales proyectos figuran la Fundación MAST de Bolonia (2006-2013), el complejo multifuncional “Città Sole” de Roma (2007), la “Ciudad del Sol” de Roma (2007) y la “Ciudad de las Artes” de Roma (2007).Città del Sole’ en Roma (2007-2016); Piazza Fontana en Rozzano (2007-2011), la guardería Jacaranda en Milán (2017-2018), y entre los principales proyectos en curso se encuentran cuatro edificios residenciales en el complejo ’Cascina Merlata’ en Milán (2018-2024), el Cu.Bo en el Campus Bio-Médico de Roma (2019-2023), aulas e instalaciones deportivas para el colegio San Jorge de Roma (2022- 2024), y la nueva planta de la Arena del Coliseo (2021-2024). El diseño de las estructuras e instalaciones es obra de 3TI progetti italia; el diseño de las obras de restauración, de Elisabetta Fabbri; el diseño de las obras de acondicionamiento, de Giovanni de Vito; y el diseño paisajístico, de Stefano Olivari.

El proyecto del Palazzo dei Diamanti consiste en una serie orgánica de intervenciones destinadas a restaurar y valorizar el complejo del siglo XVI y a adaptar los espacios internos y externos a fines expositivos. Una intervención impulsada por la convicción de que la arquitectura, a diferencia de la pintura, la escultura u otras formas de arte, es un “arte vivo” que no puede limitarse a ser contemplado en su belleza; un arte que para seguir existiendo debe ser disfrutado y, si es necesario, reinterpretado como como siempre ha sucedido en la historia de la arquitectura, con la excepción de la tendencia de los últimos tiempos a que la lógica de la pura conservación prevalezca sobre la posibilidad de reescribir y enriquecer los monumentos heredados del pasado.



El Palazzo dei Diamanti, proyectado por Biagio Rossetti en 1492, ha tenido una historia compleja a lo largo de los siglos, hecha de ideas tardías, añadidos sucesivos y partes nunca terminadas. Un edificio que carece, salvo en sus fachadas exteriores, de unidad de conjunto, lo que se evidencia también en su articulado uso actual: la planta principal, que incluye el salón de honor y el apartamento de Virginia de’ Medici, del siglo XVI, alberga la Pinacoteca Nacional de Ferrara, mientras que la planta baja es utilizada desde 1991 como sede de exposiciones temporales por la Fundación Ferrara Arte. Así pues, el Palazzo dei Diamanti no es un monumento en sí mismo, sino una arquitectura destinada a albergar actividades públicas que consoliden su papel y presencia en la cultura de nuestro país; un testimonio no sólo del enorme patrimonio que nos ha legado el pasado, sino también una oportunidad para seguir produciendo y transmitiendo cultura en el futuro. En este contexto, las intervenciones que se presentan deben leerse como un conjunto orgánico de actuaciones dirigidas tanto a la conservación del edificio histórico, de su espacialidad, de su calidad intrínseca, como a la adaptación de sus ambientes a las necesidades de un espacio expositivo moderno.

Restauración y trabajos preliminares

Tras analizar y estudiar los documentos antiguos para distinguir las partes originales de las superfetaciones, el primer trabajo consistió en verificar el estado de conservación del armazón existente. De hecho, el proyecto implicaba la retirada de los antiguos revestimientos de cartón-yeso, que se habían colocado en el pasado para proteger la mampostería original. Una vez efectuada la retirada, surgió un panorama de conservación que en algunos casos era muy frágil: algunas de las mamposterías presentaban numerosas y grandes lagunas derivadas de la presencia de antiguos sistemas de aire acondicionado; otras mostraban lesiones generalizadas derivadas en parte de la antigüedad del edificio y en parte de la presencia de antiguas trazas no reparadas. Por lo tanto, fue necesario reconstruir inicialmente las lagunas y consolidar las lesiones antes de proceder a los trabajos restantes. El estado de conservación del artefacto requirió numerosas operaciones de “cosido y descosido”, inyecciones de mortero y trabajos de reparación para restablecer la continuidad de la mampostería y garantizar una restauración más general. Paralelamente a estas obras de restauración y consolidación de la albañilería, se demolió un forjado moderno en la parte del edificio que antiguamente coincidía con el Museo del Risorgimento, en correspondencia con la nueva librería, con el fin de recuperar el espacio original de doble altura de la sala. Para ello, se llevaron a cabo importantes trabajos de consolidación de la viga de madera original. Por último, durante los trabajos, supervisados constantemente por la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje, se encontró, restauró y sacó a la luz una “sauna Este” que data del siglo XV.

El proyecto del espacio expositivo

Una vez concluidas las obras de restauración del monumento, se procedió a la creación del espacio expositivo, principalmente en las salas ya destinadas a la exposición, las denominadas “ala Rossetti” y “ala Tisi”. Todas las salas se equiparon con nuevos revestimientos de alta tecnología y resistencia, tras los cuales se ocultó el equipamiento de las instalaciones. Las nuevas superficies, que recubren la antigua mampostería de forma que no alteran su consistencia, ocultan sistemas de última generación diseñados para garantizar las prestaciones termohigrométricas exigidas a un museo de arte contemporáneo. En el ala Rossetti, se crearon nuevos suelos de terrazo de estilo veneciano y se insertaron nuevos portales de latón bruñido en ambas alas para acentuar la secuencia espacial típica del palacio renacentista.

La segunda intervención afectó a las salas del antiguo Museo del Risorgimento, completamente restauradas, donde se han asignado nuevas funciones de apoyo a las actividades expositivas: una cafetería, una librería, una sala didáctica y una sala polivalente. Como complemento de esta parte, se han revalorizado los patios interiores dotándolos de nuevos pavimentos de terracota: interpretados como verdaderas salas al aire libre, estos lugares se han convertido en parte integrante del recorrido museístico, realzando así la peculiaridad del Palazzo de alternar espacios llenos y vacíos, espacios interiores y espacios exteriores confinados.

El diseño de los recorridos

La tercera intervención se refiere a la continuidad de los recorridos, tanto interiores como exteriores. En cuanto a los recorridos internos, se reabrió una importante conexión, interrumpida a lo largo del tiempo, entre el antiguo Museo del Risorgimento y el patio principal; además, se mejoró el acceso a través de la pequeña logia que da al patio principal, convirtiéndola en parte integrante del recorrido de los visitantes. La intervención más importante, sin embargo, es la construcción en el jardín de la conexión entre las dos alas del palacio. Como es bien sabido, el cuerpo principal del edificio tiene un desarrollo en planta abierta, con un patio principal, contiguo a la logia de acceso, que da directamente al jardín trasero (originalmente el brolo) filtrado únicamente por un diafragma bidimensional que actúa como telón de fondo en perspectiva. El nuevo proyecto que conecta las dos alas, cuya predicción ya aparece en los grabados dieciochescos de Andrea Bolzoni (1782), consiste en una estructura ligera, trilítica y esencial de madera, sólo parcialmente cerrada por ventanas acristaladas, que se prolonga en el jardín, acentuando sus geometrías principales. Coherente con la estructura espacial del palacio, caracterizada por una alternancia de sólidos y vacíos, la nueva intervención define nuevas estancias al aire libre en el jardín, que prolongan su lógica amplificando su secuencia. Su posición respecto al muro que define el patio principal, axial y distanciada de él, sanciona de hecho la voluntad de dejar un espacio vacío, una especie de zona tampón, confirmando así su papel de filtro entre dos espacios exteriores, condición con la que ha llegado hasta nosotros. La estructura, de madera carbonizada, garantiza una buena durabilidad y un escaso mantenimiento; los muros cortina de cristal corredizos, que protegen el camino en las estaciones menos favorables, permiten abrirlo totalmente, restableciendo la continuidad física entre el patio renacentista y el jardín situado detrás. De hecho, la nueva estructura no sólo conecta las dos alas del palacio, sino que pertenece, precisamente por su carácter efímero, al jardín, que también ha sido completamente remodelado.

El proyecto del jardín

Recuperando las subdivisiones del antiguo brolo en plazas cuadradas y rectangulares, como demuestran los grabados de Bolzoni (1782) y el levantamiento topográfico de 1843, el proyecto del jardín pretende sacar a la luz de nuevo el trazado documentado a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, como atestiguan las investigaciones históricas sobre casos contemporáneos. La intervención propuesta puede considerarse, por tanto, como un nuevo proyecto sobre un espacio histórico: de hecho, no se trata ni de una operación de conservación de un jardín existente, ni de una pura restauración de una situación precisa en el tiempo. Los árboles preexistentes, dispuestos “a la inglesa”, se han mantenido y se cruzan con los caminos ortogonales del antiguo brolo. Esta coexistencia estética de dos naturalezas opuestas, regular e irregular, revela la estratigrafía de los distintos periodos históricos. Dos nuevos elementos completan el jardín: el quincunce (prescripción agrícola que nos ha llegado de los tratados romanos para asegurar un cultivo racional en hileras escalonadas) de encinas que crea un filtro entre el jardín y el palacio, y el estanque de agua, una sencilla pila circular que refleja el cielo e invita al visitante al fondo del jardín.

Todas las fotos son de Marco Cappelletti. Cortesía de Labics

Los salones
Los salones
Una habitación en el Palazzo dei Diamanti
Una sala del Palazzo dei Diamanti
La pasarela
La pasarela
Vista de la pasarela
Vista de la pasarela
El Tribunal
El patio
Patio
Patio
La librería
La librería
El bar
El bar

El Palazzo dei Diamanti de Ferrara reabre sus puertas tras su restauración. Este es su aspecto
El Palazzo dei Diamanti de Ferrara reabre sus puertas tras su restauración. Este es su aspecto


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