Hay un museo importante para el que la crisis del coronavirus corre el riesgo de ser fatal: se trata del Museo de Historia de la Medicina de Padua (MusMe), una pequeña joya de excelencia, que combina el repertorio de un museo tradicional con los medios tecnológicos más avanzados, y que es capaz de acoger a 50.000 visitantes al año (en su mayoría escolares y universitarios), que garantizan buena parte de su sustento. Sin este flujo de visitantes, sin embargo, también se ha detenido el flujo de recursos que permiten el funcionamiento del museo: el instituto paduano (de gestión mixta: la colección pertenece a la Universidad de Padua, la sede a la Provincia y la gestión operativa está encomendada a una empresa privada) necesita unos 20 mil euros al mes para funcionar, y la aportación de los financiadores asciende a 90 mil euros, el resto lo garantizan las entradas que pagan los visitantes. Para evitar el cierre del museo se necesitarían hasta la fecha unos 140.000 euros.
El museo celebra este año sus primeros cinco años de actividad, y parece realmente burlón que, en un momento en que el debate público se centra en la medicina y la salud (y Padua fue uno de los principales centros de la lucha contra el Covid-19), el Museo de Historia de la Medicina de Padua corra el riesgo de cerrar por falta de recursos. Sería una burla del destino, una ironía del destino que el Museo de Historia de la Medicina de Padua, donde nació la medicina moderna, muriera y fuera la primera víctima del coronavirus", declaró Vincenzo Milanesi, rector emérito de la Universidad de Padua y creador del museo, en una entrevista a la RAI regional.
Actualmente, los diez empleados del museo están despedidos. Por ello, es necesaria la intervención de financiadores públicos y privados para evitar el cierre del museo. Por ello, el presidente de la provincia de Padua, Fabio Bui, ha lanzado un llamamiento para salvarlo. “El cierre del Museo de la Medicina en el año de la emergencia sanitaria en el que Padua se ha convertido en un modelo de referencia nacional e internacional sería un desaire imperdonable para todos”, ha declarado. “No sólo perderían la cultura, la educación, el turismo: está en juego la imagen misma de una ciudad y de un territorio que ha escrito gran parte de su historia y de su PIB en la ciencia médica. No es casualidad que Padua siga siendo hoy un punto de referencia para la investigación científica y un raro caso de excelencia en cuanto a colaboración provechosa entre los sectores público y privado. El propio MusMe es un ejemplo de ello”.
Por eso hago un llamamiento a los particulares y, en particular, a las empresas, a los centros y fundaciones médicas, farmacéuticas y sanitarias, y a la investigación científica en general“, concluye Bui. ”Estoy convencido de que adoptar el MusMe en este momento concreto no es sólo un gesto de amor por la ciudad, su historia y el futuro de tantos jóvenes que, al visitar este lugar, se han enamorado de la medicina y la ciencia. Significa poner el propio nombre y logotipo al lado de una realidad que, en cuanto la vuelta a la normalidad lo permita, podrá devolver toda la ayuda en términos de promoción e imagen. En el Véneto y en Padua hay muchos empresarios ilustrados que operan en un sector que actualmente experimenta un fuerte crecimiento, como es el sector médico-científico: les pido que nos ayuden a salvar el centro museístico de Via San Francesco".
El asunto del museo de Padua también fue llevado al Parlamento, por el senador Antonio De Poli, de Forza Italia, que anteayer dirigió una pregunta parlamentaria al ministro de Bienes Culturales , Dario Franceschini, recordando que el MusMe es “un museo de nueva generación que utiliza sistemas tecnológicos de vanguardia para contar la historia de la medicina desde la disciplina antigua hasta la ciencia moderna; ganador del eContent Award Italia a los mejores contenidos y servicios en formato digital en la sección eLearning & Science; centro de excelencia en Italia para la cultura y punto de referencia para los escolares, cuenta con unos 50.000 visitantes al año”, y preguntando al ministro si sería posible “prever un aumento significativo y adecuado de los recursos ya previstos en el decreto de relanzamiento, para garantizar realmente el funcionamiento de los museos y lugares culturales y evitar su cierre, especialmente el MUSME, como emblema de excelencia de la medicina paduana en Italia y Europa”.
El Museo de Historia de la Medicina de Padua corre el riesgo de cierre: llamamiento para no dejarlo morir |
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