¿Hasta dónde puede llegar la ironía de una institución en las redes sociales? Esta es la pregunta que deben estar haciéndose en estas horas los gestores de las redes sociales de cultura tras la viva polémica que ha investido al Museo Arqueológico Nacional de Venecia, culpable de haber publicado un post que se burlaba del proyecto de reconstrucción y elevación del telamón del Parque Arqueológico del Valle de los Templos de Agrigento, en el centro de las críticas en los últimos días. El museo veneciano es conocido por el lenguaje desenfadado que caracteriza su presencia en las redes sociales, pero el post de sus colegas sicilianos se consideró excesivo y muchos en Agrigento y sus alrededores se resintieron.
¿Qué ocurrió? El Museo Arqueológico Nacional de Venecia publicó dos fotografías una al lado de la otra, una del telamón de Agrigento y otra de la colosal estatua de Marco Vipsanio Agripa expuesta en el patio del museo veneciano, y las comentó utilizando un procedimiento típico de los memes sociales: se escribe un comentario de elogio haciendo creer al usuario que se está hablando de una de las dos fotos, y al final resulta que en realidad el comentario se refiere a la otra imagen, y la ironía radica en atribuir al sujeto considerado “débil”, por así decirlo, las características que en cambio cabría esperar refiriéndose al elemento “fuerte”. En este caso, el comentario decía: “Por un lado tenemos una escultura colosal, erigida en un contexto histórico y artístico de valor mundial, que se alza imponente y emociona al público con su fuerza evocadora y su masa monumental. Por otro lado, tenemos un telamón”. Y luego la invitación: "Messer Agrippa le espera en el Museo Arqueológico Nacional de Venecia, ¿a qué espera?
En definitiva, un comentario al estilo comunicativo del museo veneciano en las redes sociales, pero que bastó para herir la sensibilidad de los sicilianos. “Me pregunto si la dirección del Museo Arqueológico Nacional de Venecia”, escribió un usuario en los comentarios del post, “está al tanto de estas publicaciones de rara idiotez”. Se burlan del telamón del mayor templo dórico de la antigüedad griega, de uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del mundo. Telamón corroído por el tiempo, parte de un templo que era el doble de grande que el Partenón. Corroído por un museo nacional, estatal. Se necesita un lenguaje y un tono institucional. No es la página de la secundaria’. “Queridos amigos venecianos”, escribió otro usuario, “si realmente queréis os permitiré criticar a los sicilianos, pero para todo lo que concierne a la historia sólo tenéis que aprender”. Y de nuevo: “El hecho de que el Museo Arqueológico Nacional de Venecia hable del telamón, aunque intentando en vano disminuir su majestuosidad e importancia, dice mucho de la envergadura de la operación. Hubiera sido más bonito que quien escribió el post hubiera puesto su cara y su firma”. Muchos llegaron a pensar entonces que el museo quería entablar una especie de competencia con Sicilia, hasta el punto de que otro usuario comentó: “Queremos recordar que la ciudad más bella del mundo, que es Venecia, incluido todo el Véneto, tienen una historia ni remotamente comparable a la de Sicilia. Cuando las vacas (y quizá ni siquiera las vacas) pastaban en esos territorios, en el corazón del Mediterráneo florecía la civilización más extraordinaria y variada del mundo”.
¿Bromear con las jotas pero dejar en paz a los santos? Si los “santos” se convierten también en deidades tutelares del patrimonio cultural de una región, parece que ni siquiera se puede bromear con los telamones. Así, en medio de la avalancha de comentarios negativos que llegaban bajo el post, el Museo Arqueológico de Venecia lo borró, aunque sin publicar, al menos de momento, mensajes de disculpa como muchos habían pedido. El museo no es ajeno a posts de este tipo: cuando se lanzó la campaña Open to Wonder, por ejemplo, el instituto protagonizó otra “parodia institucional”, por así decirlo, publicando la misma fotografía de la Venus del Ministerio de Turismo, pero cambiando su imagen por la de un dinosaurio, acompañada de un comentario irónico sobre el concepto de belleza. Así que ahora la pregunta es: ¿ha ido demasiado lejos la comunicación del instituto, o son demasiado susceptibles los que se han sentido tocados por el post?
El Museo Arqueológico de Venecia publica un post irónico sobre el telamón de Agrigento y se desata la polémica |
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