Hay una realidad que contar sobre laemergencia por coronavirus que afecta estos días a Italia, desgraciadamente con un alarmismo injustificado (aunque, en las últimas horas, da la impresión de que por fin se están suavizando los tonos y los medios de comunicación empiezan a darse cuenta de que la psicosis corre el riesgo de hacer más daño que el virus): es la realidad de quienes, a pesar de los cierres, siguen haciendo su trabajo intentando que la vida cotidiana pueda ser lo más normal posible, incluso siguiendo las ordenanzas sanitarias dictadas por las regiones. Junto a la inestimable labor de médicos, enfermeros y personal sanitario, comprometidos en primera línea contra la emergencia, está el trabajo de quienes se esfuerzan por que la vida cotidiana no se paralice: por eso nos gusta relatar las meritorias experiencias de quienes, a pesar de los museos cerrados, no cesan en su actividad (recordemos que los institutos están cerrados a las visitas, pero los empleados siguen acudiendo a trabajar con regularidad) e intentan acercar la cultura al público.
Entre los primeros en mover ficha estuvieron los trabajadores del Museo Arqueológico de Venecia, que abrieron las puertas del museo... a la comunidad virtual, primero en clave de humor con unas simpáticas viñetas, y después con una breve emisión en directo en Facebook durante la cual un guía del museo ilustraba un par de salas y algunas de las obras que allí se conservan. Como sabéis", escribieron en su página de Facebook, “el Museo Arqueológico está cerrado en cumplimiento de la orden del Ministerio de Sanidad y de la Región del Véneto, ¡¡¡pero el personal está presente y trabajando para vosotros!!!”. Nos hemos lavado bien las manos, nos hemos desinfectado, nos hemos tomado la temperatura... en resumen, estamos totalmente equipados y seguimos la profilaxis correcta para evitar posibles contagios. Como no es posible visitar el museo, hemos pensado en hacerlo accesible, al menos en parte, con vídeos a través de las redes sociales". Pero eso no es todo: el museo continúa su labor de difusión ilustrando algunas piezas importantes de su colección con descripciones claras facilitadas a través de las redes sociales.
El streaming también visita el MAMbo de Bolonia, que ofrece una interesante receta para combatir la emergencia: la actuación de Ragnar Kjartansson titulada Bonjour y que forma parte de la exposición AGAINandAGAINand, inaugurada el pasado enero, se emite de hecho en directo en YouTube a horas fijas. La cosa no acaba aquí: para los “visitantes virtuales”, la institución boloñesa también ha reservado una rebaja en el precio de la entrada y un pequeño gadget (un “pin” MAMbo) para cuando el museo vuelva a abrir sus puertas.
Otro buen ejemplo es el del Castillo de Rivoli, uno de los principales museos de arte contemporáneo de Italia: el museo piamontés también se ve afectado por la ordenanza regional de cierre de lugares de cultura, y ayer tenía previsto inaugurar la exposición Di fronte al collezionista. La colección de arte chino contemporáneo de Uli Sigg, que traía a las salas del Castillo la prestigiosa colección del empresario y coleccionista suizo Uli Sigg (Lucerna, 1946), reconocida como la más importante del mundo en arte chino contemporáneo. Ayer estaba prevista una reunión con el propio Uli Sigg, la directora del museo Carolyn Christov-Bakargiev, la crítica de arte de La Stampa Giulia Zonca, la comisaria de la exposición Marcella Beccaria y el célebre artista Ai Weiwei: la reunión, sin embargo, ni se aplazó ni se canceló, sino que se celebró a puerta cerrada y los interesados pudieron seguirla con una retransmisión en directo en YouTube, y además el vídeo se publicó después para que pudiera seguir viéndose.
También está el espacio Fabbrica EOS de Milán, que del 6 de marzo al 18 de abril acoge una exposición individual Nueva York, Nueva Delhi, Nueva Vieja del artista siciliano Davide Bramante (Siracusa, 1970): La Fabbrica EOS, al ser una galería privada, no se ve afectada por la ordenanza regional, pero a pesar de ello, la inauguración se ha adelantado al 3 de marzo, es decir, un día entre semana, para evitar aglomeraciones y, sobre todo, se ha decidido exponer cada día una obra diferente del artista en el escaparate, para “permitir que los transeúntes y los aficionados puedan seguir contemplando las obras”.
En algunas regiones, la emergencia finalizará el 1 de marzo (a menos que se publiquen nuevas ordenanzas que prorroguen la situación actual). Y es seguro que, para esa fecha, otros museos se habrán equipado para hacer frente a la situación. Se quiera pensar como se quiera, no hay duda: el deseo de cultura es más fuerte que el coronavirus.
En la foto: una sala del Museo Arqueológico de Venecia.
El deseo de cultura vence al coronavirus: visitas virtuales, obras expuestas, reuniones en directo por streaming |
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