El Códice Leicester de Leonardo da Vinci llega a Florencia. Fotos exclusivas de la exposición en los Uffizi


El Códice Leicester de Leonardo da Vinci llega a Italia por primera vez desde 1986. Es el protagonista de la exposición "El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci'.

Inaugurada el 30 de octubre de 2018 y clausurada el 20 de enero de 2019, la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci, que trae de vuelta a Italia, y concretamente alAula Magliabechiana de los Uffizi de Florencia, el precioso manuscrito de Leonardo, compuesto por 36 hojas para un total de 72 páginas de notas, teorías, dibujos. La llegada del Códice Leicester representa un anticipo de las celebraciones del 500 aniversario de la muerte de Leonardo da Vinci (Vinci, 1452 - Amboise, 1519), que animarán todo el año 2019. La exposición, comisariada por Paolo Galluzzi, ha sido realizada por los Uffizi en colaboración con el Museo Galileo de Florencia y con la contribución de la Fondazione CR Firenze: el público tendrá la oportunidad de ver de cerca el Códice, escrito en su mayor parte entre 1504 y 1508, años de la gran e intensa actividad artística y científica de Leonardo. El Códice contiene muchas de sus teorías sobre la luna, el agua y los cursos de agua, los fluidos y mucho más. Para ayudar a los visitantes a leer el Códice se utilizará el Codescopio, un instrumento digital que permite hojear todas las páginas del manuscrito en representación digital de muy alta resolución (con funciones de ampliación, transcripción/traducción de los textos al inglés, reflejo de la escritura zurda de Leonardo, etc.). El Codescopio pone a disposición de los visitantes un tutor que ilustra de forma concisa pero rigurosa los temas más significativos analizados. La exposición también incluye algunos valiosísimos pliegos originales y autógrafos del Codex Atlanticus, el Codex Arundel y el Codex sobre el vuelo de los pájaros, propiedad respectivamente de la Biblioteca Ambrosiana de Milán, la Biblioteca Nacional de Londres y la Biblioteca Reale de Turín: todos ellos son pliegos compilados por Leonardo en la misma época que el Codex Leicester.

La exposición comienza con una serie de vitrinas destinadas, en cierto modo, a disipar el mito de Leonardo da Vinci como “hombre sin letras”. Se exponen volúmenes que Leonardo conocía muy bien (el artista, ya cincuentón, conocía a Platón, Aristóteles, Estrabón y Arquímedes entre los griegos, a Frontino, Alberto Magno, Alberto de Sajonia entre los autores latinos y medievales, así como a Dante Alighieri, Ristoro d’Arezzo y Cecco d’Ascoli entre los autores latinos y medievales). Al final del recorrido se proyecta un vídeo de unos 8 minutos, en italiano e inglés, en el que se recogen sus teorías sobre el papel del agua en la evolución del planeta desde la prehistoria hasta su propia época. Además de las vitrinas que muestran las páginas originales de los Códices y otros manuscritos, cedidos para la ocasión por otras prestigiosas instituciones, el público encontrará grandes paneles y pantallas digitales que narran, también con animaciones, el vuelo de las aves, el flujo del agua en los ríos y el movimiento ondulatorio de los mares, los efectos de las mareas, la luna de las gotas de agua y las pompas de jabón, del principio de la constancia del flujo igual tanto en la confluencia de dos ríos como en la organización y el funcionamiento de la circulación sanguínea en el hombre, del proyecto futurista del canal navegable por el Arno desde Florencia hasta el mar, de las máquinas para construirlo, para manejar una gran grúa, para medir grandes distancias sobre el terreno. La exposición también está “animada” por la proyección en el suelo de gotas de agua que caen y arroyos que fluyen: el visitante casi siente el efecto de sumergir los pies, como Cristo y el Bautista hundiéndose hasta los tobillos en el río Jordán en el Bautismo de Cristo pintado por Leonardo junto a su maestro Verrocchio y expuesto en la nueva sala dedicada a da Vinci, sólo dos pisos más arriba, en los Uffizi.

La exposición, como recuerda el comisario Galluzzi, es una especie de remake de la celebrada en 1982, durante la cual el Códice Leicester fue visto por unos 400.000 visitantes: “En 1982”, dice el comisario, “tuve el privilegio de colaborar con Carlo Pedretti en la realización de la tercera (tras las de Washington y Londres) de la serie de exposiciones internacionales que tuvieron al Códice Leicester (entonces llamado Hammer por el magnate californiano que se lo había comprado a su antiguo propietario en la subasta de Christie’s de diciembre de 1980) como protagonista”. Comisariada por el propio Pedretti, que era el asesor auditivo de Hammer, la presentación florentina tuvo lugar en el espléndido marco de los Quartieri Monumentali del Palazzo Vecchio. Acababa de comenzar la temporada de grandes eventos expositivos capaces de atraer el interés del gran público. De hecho, la gran kermesse de las Exposiciones Mediceas celebradas en los lugares más prestigiosos de la Ciudad de los Lirios, que registró casi dos millones de visitantes, había cerrado sus puertas unos meses antes. Tampoco fue menos calurosa la acogida dispensada al Códice Hammer: en poco más de tres meses, más de 400.000 ciudadanos italianos y extranjeros, así como turistas, desfilaron admirados ante las vitrinas que contenían los dieciocho folios del manuscrito resultante de su extracción de la encuadernación en la que estaban previamente encerrados. Una operación sugerida por Carlo Pedretti, basándose en sólidas razones científicas, para devolver al precioso manuscrito el aspecto que tenía cuando estaba en manos de Leonardo". El catálogo de la exposición también está dedicado a la memoria de Carlo Pedretti.

Para Paolo Galluzzi, la exposición tiene tres objetivos: llamar la atención sobre el contexto en el que Leonardo escribió las páginas del Códice, favorecer la comprensión del contenido del Códice Leicester mediante un aparato didáctico en profundidad y, por último, destacar cómo, en varias páginas del Códice, Leonardo anticipa muchas teorías científicas modernas. “La oportunidad de poder admirar de cerca las setenta y dos páginas, repletas de textos, bocetos y dibujos, del Códice Leicester”, concluye Galluzzi, “no es el único privilegio que se ofrece a los visitantes de la exposición montada en las Galerías de los Uffizi. En efecto, otros documentos de valor excepcional coronan dignamente este testimonio del ingenio de Leonardo. Cabe destacar, en primer lugar, la presencia del Códice sobre el vuelo de los pájaros, compilado en Florencia en los mismos meses y años en que Leonardo trabajaba en el Códice Leicester. Otros magistrales dibujos suyos embellecen también la exposición: los que representan el rostro de una Luna con su superficie cubierta de océanos en perpetua agitación, que él consideraba el gemelo perfecto de la Tierra; los hermosos retratos que realizó de máquinas para acelerar la retirada del material excavado en las obras de canalización; las evocadoras representaciones del curso del Arno a su paso por Florencia, con indicaciones precisas de los puentes que unían las dos orillas. Por no hablar de los manuscritos y publicaciones impresas de autores antiguos y medievales con los que mantuvo un denso diálogo caracterizado siempre por una fuerte autonomía crítica”.

“El Códice Leicester”, afirma el director de los Uffizi, Eike D. Schmidt, “vuelve a Florencia después de treinta y seis años, habiendo recuperado el nombre de sus primeros propietarios ingleses, los condes de Leicester, por quienes fue conocido hasta 1980, antes de ser adquirido por Armand Hammer; y con un aparato crítico completamente nuevo”. Las Galerías de los Uffizi han decidido ahora ofrecer esta oportunidad también a las nuevas generaciones, que no habían podido ver las hojas del precioso manuscrito de Leonardo en la exposición florentina de 1982 -hermosa pero más reducida- ni en la de Bolonia de 1986 -concentrada sobre todo en los resultados emilianenses y en el famoso Mapa de Imola, conservado entre las propiedades de la corona inglesa, en Windsor-. Y no porque quisieran crear una ocasión ad hoc para celebrar el 500 aniversario de la muerte del artista, para el que el mundo entero se prepara con diversas iniciativas. Sino porque Leonardo, su arte, sus escritos, son un tema en constante evolución y no pasa un año, ni un mes, en que no surja nada nuevo sobre su obra, fruto de estudios o descubrimientos; y así había llegado el momento de compartir con el público los resultados de estas tres últimas décadas. Es muy reciente el regreso a los Uffizi, tras cinco años de investigación y restauración por parte del Opificio delle Pietre Dure, de la gran tabla que representa la Adoración de los Magos. Objeto de cientos de publicaciones, e incluso aparecida en famosas películas, en esta ocasión ha mostrado, sin embargo, a los expertos en la materia (y ahora a los visitantes), novedades que hasta hace poco no habían sido apreciables y ha permitido avanzar en el estudio del arte del genio de Vinci. Lo mismo ocurre ahora con el Códice Leicester, que, además, en la exposición se beneficia de la gran ventaja de una tecnología muy avanzada -el “Codescopio”- para superar las dificultades de visualización y aprovechamiento de todas las hojas individuales; y para guiar al observador en el desciframiento de su contenido. El diseño de la exposición aprovecha estas innovaciones, que sin duda ayudan a acercar y explicar al visitante los complejos textos de Leonardo".

A continuación, ofrecemos una selección de imágenes de la exposición.

Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Créditos Ventanas al Arte


Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El agua, microscopio de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Créditos Créditos Ventanas al Arte


Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El agua, microscopio de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Créditos Créditos Ventanas al Arte


Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El agua, microscopio de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Créditos Créditos Ventanas al Arte


Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El agua, microscopio de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Créditos Créditos Ventanas al Arte


Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El agua, microscopio de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Créditos Créditos Ventanas al Arte


Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El agua, microscopio de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Créditos Créditos Ventanas al Arte


Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El agua, microscopio de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Créditos Créditos Ventanas al Arte


Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El agua, microscopio de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Créditos Créditos Ventanas al Arte


Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El agua, microscopio de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Créditos Créditos Ventanas al Arte


Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El agua, microscopio de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Créditos Créditos Ventanas al Arte


Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El agua, microscopio de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Créditos Créditos Ventanas al Arte


Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El agua, microscopio de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Créditos Créditos Ventanas al Arte


Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El agua, microscopio de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Créditos Créditos Ventanas al Arte


Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El agua, microscopio de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Créditos Créditos Ventanas al Arte


Imágenes de la exposición El microscopio acuático de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Foto Crédito Ventanas al Arte
Imágenes de la exposición El agua, microscopio de la naturaleza. El Códice Leicester de Leonardo da Vinci. Créditos Créditos Ventanas al Arte


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