EEUU, una obra es retirada de una exposición de arte contemporáneo por considerarse sexualmente explícita

Una obra de arte contemporáneo fue retirada de una exposición en San Antonio (Texas, Estados Unidos) por considerarse sexualmente explícita: esto ocurrió en la exposición XicanX: New Vision, inaugurada el 13 de febrero en el Centro de Artes de San Antonio. Por decisión del fiscal del distrito de San Antonio , Andy Segovia, los comisarios de la exposición, Suzy González y Michael Menchaca, tuvieron que retirar de la muestra toda referencia a la obra: se trataba de una obra de videoarte de la artista estadounidense Xandra Ibarra (El Paso, 1979), titulada Spictacle II: Tortillera, de 2014, incluida en el recorrido de la exposición y que pretendía exhibirse junto a otras obras de la intérprete. Todo, explica el diario local San Antonio Express-News, empezó con la directora del Departamento de Arte y Cultura de la ciudad, Debbie Racca-Sittre: un comunicado enviado por la administración municipal al periódico afirma que "la ciudad ha decidido retirar la película Spictacle II: Tortillera de la exposición debido a material obsceno que no se ajusta a nuestras normas comunitarias".

En el vídeo, que dura un total de cuatro minutos(puede verse íntegro en este enlace), Xandra Ibarra aparece como un personaje creado por ella y que ya ha utilizado en otras actuaciones, apodado ’La Chica Boom’, mientras escenifica un esperpéntico espectáculo de burlesque: bailando delante de una mesa con dos tortillas, primero se quita un taparrabos negro metiéndolo dentro de una de las dos tortillas, y luego hace lo mismo con unas bragas con los colores de la bandera mexicana. Sobre las notas de Also sprach Zarathustra de Richard Straus, Xandra Ibarra se quita su pesado vestido verde para quedarse en un corsé que deja sus pechos al descubierto (cubiertos por dos cubrepezones), luciendo un tanga con un strap-on en forma de botella de tabasco: en el final, la artista simula masturbarse con la botella de tabasco, derramando la salsa para “sazonar” las dos tortillas. La performance, según explicó la propia artista, pretende burlarse de los estereotipos, de cierto humor mexicano de baja estofa y de ciertos tabúes, entre ellos los relacionados con los prejuicios de género y raza. El vídeo, de hecho, también quiere protestar contra la homofobia, el racismo y el sexismo.

Ibarra, contactada por la revista ARTnews, dijo que esperaba que el vídeo fuera censurado, ya que no es la primera vez que se habla de su obra, y por ello se lo tomó con filosofía, considerando el episodio un momento para reflexionar sobre la “crisis cultural” de nuestro tiempo. No fueron de la misma opinión los dos comisarios, que hablaron abiertamente de censura e iniciaron una petición para que la obra se reintrodujera en la exposición. En el texto, González y Menchaca, tras enumerar las credenciales de Xandra Ibarra, escribieron que “el vídeo fue diseñado para desafiar las ideas tradicionales mexicanas de feminidad y deriva de las estrategias históricas adoptadas por artistas LGBTQAI+ para intervenir en el tema de la violencia sexualizada y homófoba. [...] No cabe duda de que la obra de Xandra Ibarra tiene valor artístico. Por lo tanto, nos oponemos a esta censura y la consideramos una prohibición de la expresión creativa queer, sexual, feminista y latina, un acto de discriminación y homofobia flagrante”. Con la petición, los comisarios piden a la ciudad de San Antonio que reconsidere su postura sobre la obra y que revise su definición de “obscenidad”, “que hunde sus raíces en una tradición de silenciamiento de la expresión sexual”. La respuesta de la ciudad a la obra de Xandra Ibarra, escriben los comisarios, “es fundamentalmente ilegítima, injusta y merece ser reconsiderada”.

Segovia, por su parte, replicó, de nuevo en declaraciones al San Antonio Express-News, que la medida se había tomado no por el contenido de la obra (la decisión “no tiene nada que ver con el mensaje”, explicó, "la exposición, de hecho, tiene muchas obras que tratan de temas transexuales y latinos. La exposición indica claramente que la ciudad no está juzgando la obra desde el punto de vista del contenido’. Se trata, por tanto, de un problema de forma: la obra, dijo Segovia, ’es un acto sexual simulado, y la ciudad no quiere que se exhiba en una de sus instalaciones, porque es demasiado explícita’.

También apoya los argumentos de González y Menchaca la Coalición Nacional contra la Censura, que ha escrito una carta al alcalde de San Antonio condenando la censura (“al retirar la obra de Ibarra de la exposición del Centro de Artes, el Ayuntamiento de San Antonio está probablemente violando el derecho de la artista a la libertad de expresión y exponiendo a la ciudad tanto a una mala publicidad como a consecuencias legales”) y exigiendo la restitución de la obra.

En la imagen: Xandra Ibarra, un fotograma de Spictacle II: Tortillera (2014).

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