EEUU, una asociación demanda al Smithsonian para impedir la devolución de los bronces de Benín

Una organización sin ánimo de lucro con sede en Nueva York, el Grupo de Estudio de la Restitución (RSG), ha demandado al Instituto Smithsoniano de Washington para impedir que devuelva a Nigeria un núcleo de 29 bronces de Benín. La asociación alega que la devolución de los bronces priva a los descendientes de esclavos norteamericanos de la oportunidad de conocer sus orígenes y su patrimonio cultural. La restitución de los bronces del Smithsonian se sancionó el 11 de octubre, con la transferencia oficial de 20 esculturas a la Comisión de Museos y Monumentos de Nigeria, que, sin embargo, aún no se ha producido materialmente. Los otros nueve bronces, sin embargo, permanecerán en préstamo a largo plazo en el Smithsonian.

Según el RSG, el museo, al devolver los bronces, no habría protegido los intereses de los ciudadanos estadounidenses descendientes de esclavizados. Pero también habría razones históricas: los bronces producidos entre los siglos XVI y XIX, explica el RSG, se fabricaban fundiendo manillas, objetos con forma de brazalete que se utilizaban como moneda de cambio. Durante la trata de esclavos, se intercambiaban por personas que luego se vendían a los negreros occidentales. Según el RSG, el Smithsonian ignoraría deliberadamente esta parte de la historia. “Tenemos pruebas irrefutables de un libro del Reino de Benín y del libro y el sitio web del Smithsonian. Todos admiten que los bronces proceden del comercio de esclavos”, declaró Deadria Farmer-Paellmann, directora del RSG y descendiente de esclavos de ascendencia nigeriana. “La decisión del Smithsonian a favor de Nigeria”, explicó el grupo, “se debe a una versión popular que se centra únicamente en la forma en que se adquirieron los bronces: la confiscación al Reino de Benín en una brutal expedición punitiva de la Marina británica en 1897. Más de 10.000 bronces fueron arrebatados al Reino de Benín en respuesta a la matanza por parte de éste de oficiales de la marina británica desarmados y porteadores africanos. Los bronces se vendieron en todo el mundo para pagar la expedición punitiva. La retirada de los bronces se considera un acto de opresión colonial”.

Y de nuevo, según el RSG, el Smithsonian ignoró deliberadamente los tres siglos de brutalidad a la que el Reino de Benín sometió a los antepasados de los afroamericanos actuales: “Saquearon aldeas, secuestraron a personas que fueron vendidas como esclavos a cambio de manillas que se utilizaron para fabricar los bronces”. El Smithsonian, explica Farmer-Paellmann, “tiene el deber de protegernos. Necesitamos que el tribunal detenga este traslado, de lo contrario nuestros hijos nunca tendrán la oportunidad de ver estos bronces. Representan nuestra historia, nuestra riqueza y el fruto del trabajo de nuestros antepasados”.

Sin embargo, el tribunal al que recurrió la asociación rechazó la solicitud de orden de alejamiento contra el Smithsonian que había presentado la RSG: “Aunque los demandantes pudieran establecer una conexión ancestral con los bronces -cosa que no han hecho en este caso-, tal conexión no daría lugar a ningún perjuicio [.... necesario para entablar una acción”, explicó el tribunal, señalando que “el Smithsonian no parece haberse extralimitado en sus competencias estatutarias al firmar un acuerdo con Nigeria para transferir algunos de los bronces de Benín”. El RSG, sin embargo, promete continuar su batalla, ya que el caso no está cerrado. Farmer-Paellmann, al tiempo que se alegra por Nigeria, pero se muestra decepcionada por el hecho de que el Smithsonian haya ignorado las peticiones de los afroamericanos que desean seguir viendo los bronces en Estados Unidos, hace saber que cabe recurso.

En la foto, uno de los bronces devueltos.

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