Drama laboral en los museos estadounidenses. 1.500 despidos en 17 grandes instituciones


Los principales museos estadounidenses han suprimido hasta 1.500 puestos de trabajo debido a la pandemia del coronavirus Covid-19. La revista Artnet News, que ha llevado a cabo el análisis de diecisiete instituciones estadounidenses, informa de las dramáticas cifras. “La mayoría de los museos, aunque no todos, se han esforzado por mantener al personal en sus puestos el mayor tiempo posible”, declaró a la revista Adrian Ellis, fundador de la empresa de gestión cultural AEA Consulting. Si te encuentras en un periodo de cierre prolongado, es una situación extremadamente difícil, y en algún momento tienes que enfrentarte a decisiones difíciles. Por eso se paga a quienes gestionan instituciones".

La revista estadounidense también da cifras: en el Museo Infantil de Chicago, 74 empleados de 100 despedidos; en el Museo de Arte Moderno de San Francisco, despidos o reducciones de 55 empleados y fin de contrato de 135 ayudantes externos; en la Sociedad de Conservación del Condado de Newport, 231 despidos de 336 empleados; en el Museo de Historia Natural de Cleveland, 26 despidos (el 10% de la plantilla); en el Georgia O’Keeffe de Santa Fe, 45 despidos (44% de la plantilla); en el Museo de Bellas Artes de San Francisco, 14 despidos y 33 bajas no retribuidas; en el Museo de Arte de Seattle, bajas no retribuidas o reducción de jornada para 76 empleados; en el Museo Peabody Essex de Salem, Massachusetts, 38 despidos de 260 empleados; en la Minnesota Historical Society, 176 despidos y 139 bajas no retribuidas de 600 empleados; en el 9/11 Memorial de Nueva York, 148 despidos y 51 bajas no retribuidas de 337 empleados; en el Museum of Jewish Heritage de Nueva York, 32 despidos (40% de la plantilla); en el Minneapolis Institute of Art, 39 despidos de 250 empleados; en el Walker Art Center de Minneapolis, 33 despidos; en el Science History Institute de Filadelfia, 14 despidos de 85 empleados; en el Philadelphia Museum of Art, 100 despidos de 481 empleados; en el Brooklyn Museum, 29 despidos de 412 empleados; en el New Museum de Nueva York, 18 despidos de 41 empleados.



Pero, ¿cuáles fueron las principales causas de los despidos? En Estados Unidos, el modelo de gestión y financiación de los museos es muy diferente del italiano: en el extranjero, los museos se constituyen en gran parte como fundaciones privadas y las inversiones estatales representan un pequeño porcentaje de los presupuestos de los museos (los museos estadounidenses se mantienen en general gracias al fuerte apoyo de particulares) y en parte no se aportan en forma de transferencias directas como ocurre en Italia y otros países europeos. Existe un programa federal, el Paycheck Protection Program (PPP), que ofrece financiación a fondo perdido a empresas con menos de 500 empleados si se cumplen determinadas condiciones (por ejemplo, tres cuartas partes de la financiación deben invertirse en personal).

Muchos de los despidos, según comprobó Artnet news, se produjeron al mismo tiempo que el fin del PPP, lo que eliminó una importante fuente de liquidez para los museos: el fin de la financiación y la imposibilidad de contar con el apoyo de los mecenas y la aportación del público crearon una mezcla letal. Es el caso, por ejemplo, del Minneapolis Institute of Art, que se quedó sin su APP de 4 millones de dólares (sobre un presupuesto de 34), o del Peabody Essex Museum, donde se agotó la financiación correspondiente a cerca del 10% de su presupuesto.

También hay problemas relacionados con la naturaleza del apoyo privado: muchos museos dependen de un pequeño número de donantes que aportan grandes sumas de dinero. Por ejemplo, la reciente ampliación del MoMA de Nueva York, de 400 millones de dólares, fue financiada a medias por cuatro donantes. Otros problemas, denuncia el colectivo de trabajadores Arte y Transparencia en los Museos, radican en que la financiación se recauda bien cuando el resultado es tangible (por ejemplo, cuando hay que inaugurar una nueva exposición), mientras que a los donantes privados cuesta convencerles de que hagan frente a las urgencias para pagar a los trabajadores. “Pedir a los simpatizantes que protejan a los trabajadores”, ha hecho saber el colectivo, “es una petición económicamente más modesta [comparada con el compromiso de ampliación del MoMA, ed], pero no garantiza un auditorio o una galería con el nombre del donante”.

Los despidos podrían continuar el mes que viene, especula Ellis, ya que está previsto que otra ronda de financiación de la APP finalice en agosto. Y los trabajadores del museo son conscientes del periodo de incertidumbre que les espera. Los trabajadores que aún no han sido despedidos o dados de baja saben que son inminentes nuevos despidos, por lo que llevan semanas trabajando en el limbo“, afirman los trabajadores de Art and Museum Transparency. Luego está el hecho de que en Estados Unidos la epidemia está lejos de resolverse, al contrario: hay miles de nuevos casos cada día. Y por eso hay más incertidumbre sobre cuándo los museos podrán trabajar con seguridad. Los institutos”, concluye Ellis, “probablemente están tomando decisiones partiendo de la base de que se avecina un periodo de caos más largo de lo que se preveía hace tres o cuatro meses. Este es probablemente el periodo más difícil de la vida profesional de muchos directores de museos. Es un territorio completamente desconocido”.

En la foto: Instituto de Arte de Minneapolis.

Drama laboral en los museos estadounidenses. 1.500 despidos en 17 grandes instituciones
Drama laboral en los museos estadounidenses. 1.500 despidos en 17 grandes instituciones


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