La Fundación Gala-Dalí pretende examinar la exitosa serie de Netflix La Casa de Papel: el hecho se debe a la utilización por parte de los ocho ladrones de la serie, que asaltan la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para imprimir 2400 millones de euros durante once días de encierro, de una máscara que por su aspecto y bigote se asemeja al rostro de Salvador Dalí.
La fundación había sido creada por el propio pintor surrealista en 1983 para promover y defender su legado e imagen; actualmente sus servicios jurídicos controlan el uso de la imagen del artista y proceden a regularizar los derechos de imagen de Dalí.
En este sentido, la fundación recuerda que cualquier persona que desee ejercer o explotar cualquiera de estos derechos inmateriales derivados de la obra y la persona de Salvador Dalí deberá contar con laautorización previa de la fundación. Y si la fundación tiene conocimiento de que se han vulnerado estos derechos, se intenta reconducir la situación, solicitando que se regularicen los usos no autorizados.
Atresmedia y Vancouver Media, productoras de La Casa de Papel, afirmaron que la Fundación Gala-Dalí no les envió ningún requerimiento para regularizar el uso de la máscara. Vancouver Media explicó que, dado que la serie recuerda al mundo del cómic, la idea era que los ladrones se cubrieran la cara con una máscara y se barajaron dos opciones de modelo de personaje: Don Quijote y Dalí. En ese momento, se encargó a una persona que creara una caricatura para la serie y, cuando se le preguntó sobre la necesidad de pedir permiso a la fundación, los servicios jurídicos de Vancouver Media dijeron que no era necesario porque se trataba de una caricatura y no de la imagen real.
Sin embargo, el pintor surrealista es mencionado bastantes veces durante la serie: ¿cuál será el futuro de esta máscara-caricatura de Dalí?
Diatriba continua entre la Fundación Gala-Dalí y la serie de Netflix La casa de papel |
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