De Brera a Urbino: cinco obras maestras regresan a Las Marcas después de más de dos siglos

Tras más de dos siglos, 100 obras vuelven a casa gracias a un proyecto del Ministerio de Cultura. De los depósitos a los museos, cinco importantes pinturas de los depósitos de la Pinacoteca di Brera de Milán han regresado a las Marcas. La Galleria Nazionale delle Marche expone cinco grandes retablos.

Dos de ellos son obra del pintor de Urbino Federico Barocci. El museo alberga ya uno de los principales núcleos pictóricos de Barocci, que incluye la Madonna di San Simone juvenil (c. 1567) para la iglesia de San Francesco de Urbino, los Stigmata di San Francesco (1594-95) para los Capuchinos de la misma ciudad, y la inacabada Assunzione della Vergine, que muestra el método de trabajo de su última etapa; y ahora se enriquece con dos nuevas obras: la Virgen con el Niño en la Gloria y los Santos Juan Bautista y Francisco, fechable en los años sesenta, procedente de la iglesia de los Capuchinos de Fossombrone, y elEcce Homo pintado para el Oratorio de los Disciplinati della Croce de Urbino. Éste, trasladado a Francia tras la supresión de la cofradía de Urbino en 1799, regresó a Italia, a la Pinacoteca de Brera en 1811. En 1847, se expuso en la iglesia de la Asunción de Costa Masnaga, cerca de Como, para volver a los almacenes de Brera en 1991. La obra, que quedó inacabada por la muerte del pintor, fue terminada en 1613 por su alumno y tallerista Ventura Mazza.

Otra obra es la Virgen con el Niño, San Agustín, Magdalena y ángeles, pintada por el toscano Cristoforo Roncalli para la iglesia de los agustinos de Fermo, de donde fue sustraída en agosto de 1811 por el comisario de Bellas Artes Andrea Appiani durante las requisas napoleónicas. Ya en mal estado de conservación a su llegada a Lombardía, fue destinado a la iglesia de Besozzo (Varese) y sólo regresó a Brera en 1979, cuando fue restaurado: la firma y la fecha (1611) volvieron a aparecer en el lienzo.

Por último, dos grandes retablos de Simone Cantarini fueron requisados el 10 de junio de 1811, en pleno periodo napoleónico: la Virgen con el Niño en la Gloria y los santos Bárbara y Terencio, obra temprana de 1630, pintada para la iglesia de San Cassiano en Pesaro, y laAparición del Niño Jesús a San Antonio de Padua, para la iglesia de San Francesco en Cagli, de hacia 1640.

Los cinco grandes lienzos se encuentran en las salas del segundo piso del Palacio Ducal de Urbino, en la sección dedicada a Federico Barocci y a la pintura de la segunda mitad de los siglos XVI y XVII, en espacios especialmente acondicionados y dotados de un nuevo sistema de iluminación.

Ph.Credit Claudio Ripalti

De Brera a Urbino: cinco obras maestras regresan a Las Marcas después de más de dos siglos

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