Cuarentena también para libros y obras. Estas son las medidas MiBACT para sanear museos, bibliotecas y archivos


MiBACT publica directrices para la higienización de libros y obras de arte y medidas de acceso al préstamo y consulta de libros.

La Dirección General de Educación, Investigación e Institutos Culturales del Ministerio de Patrimonio Cultural y Turismo ha publicado las directrices para la protección y conservación del patrimonio cultural, elaboradas por elInstituto Central de Patología de Archivos y Libros (ICPAL) y elOpificio delle Pietre Dure (OPD). En concreto, ambos institutos han publicado dos documentos en los que se prescriben medidas para la higienización de archivos y bibliotecas (ICPAL) y museos y laboratorios donde se conservan obras de arte (OPD).

Se trata de directrices que, según el documento de la OPD, “no pretenden tratar el tema de forma exhaustiva”: por tanto, sólo hablan de la higienización de los entornos y no de la seguridad de los empleados o las personas. Empezando por las directrices para los museos, la OPD reconoce, entretanto, que la cuestión es muy compleja porque los datos científicos sobre el SRAS-CoV-2 y la enfermedad Covid-19 no son completos ni exhaustivos, y que en lo que se refiere a la supervivencia del agente patógeno en las superficies, se remite a la circular del Ministerio de Sanidad nº. 5443 de 22/02/2020, donde se destaca que la vida útil del virus oscila entre 1 día para los guantes de látex y 9 días para las superficies de plástico (metal 5, madera 4, papel 5, vidrio 4/5, cerámica 5, batas desechables 2). Por consiguiente, señala la OPD, si un entorno ha permanecido cerrado al público durante más de nueve días, no es necesario higienizarlo cuando se abra, ya que el periodo de cuarentena necesario para la eliminación del peligro ya ha pasado, y bastará con una limpieza a fondo con material desinfectante (pensemos, por ejemplo, en los museos, que han permanecido cerrados durante varias semanas). Sin embargo, la OPD también señala que “en la literatura científica más reciente que se puede encontrar en línea, pero como no tenemos competencia en este ámbito no nos pronunciamos al respecto, esta persistencia temporal del virus se reduce drásticamente”. Así pues, la OPD se remite a la circular del Ministerio de Sanidad.



Por lo que se refiere a las obras de arte, la OPD hace saber que “debe precisarse con la mayor claridad que nadie debe aplicarles nada, salvo un restaurador de bienes culturales cualificado según la legislación vigente”. En cuanto a los bienes culturales potencialmente susceptibles de infección por haber sido trasladados recientemente (obras o libros prestados), la OPD prescribe que “será suficiente un periodo de aislamiento en un entorno segregado durante los días necesarios para la cuarentena de esa categoría de material, es decir, generalmente entre 5 y 9 días”. Una segregación (éste es el término utilizado en el documento) que sin duda eliminará el riesgo. La OPD también considera insignificante la posible contribución de un aumento de la temperatura ambiental, porque la cifra es incierta y, en cualquier caso, superior a los umbrales aceptables para la conservación de bienes culturales. A continuación, el documento enumera los materiales técnicos que deben utilizarse para la limpieza de los objetos. La OPD concluye con algunas orientaciones generales (separar la entrada y la salida del público, medir la temperatura corporal a distancia, evitar las concentraciones en las zonas de paso y descanso como baños, pasillos, refrescos, uso de equipos de protección individual como mascarillas y guantes desechables) y recordando que la mayor fuente de peligro es sin duda el contacto entre personas y no entre personas y objetos inanimados.

El documento de la ICPAL, recordando que no todos los desinfectantes corrientes son adecuados para la limpieza de los entornos en los que se exponen, conservan y almacenan bienes culturales, y que los procedimientos de cualquier higienización no pueden “considerarse unívocos y aplicables de la misma manera a cualquier entorno, prescribe ”una limpieza a fondo, sin recurrir al uso de productos a base de cloro, demasiado oxidantes, sino prefiriendo el uso de alcohol etílico“. Por lo que respecta a los entornos ”modernos" destinados al trabajo de oficina y a los documentos de uso cotidiano (por ejemplo, facturas o presupuestos), no hay ningún problema en utilizar materiales como el peróxido de hidrógeno con sales de plata finamente atomizadas, sin perjuicio de las normas elementales de seguridad sobre la conexión de las instalaciones eléctricas, que deben desconectarse convenientemente antes de proceder a las operaciones de limpieza. Las salas históricas y las superficies valiosas se tratarán en cambio con materiales especiales (el documento enumera las prescripciones).

En cuanto a los fondos de archivos y bibliotecas, no será necesaria la desinfección si estos bienes han sido aislados en las dos semanas previas a la reapertura al público. Por el contrario, los libros y documentos deberán aislarse durante al menos diez días, sin desinfectarlos (podrían resultar dañados). Para aislar los libros y documentos prestados, se necesitará una sala especialmente preparada, identificada dentro de cada instituto, posiblemente con ventanas que puedan abrirse regularmente para permitir el intercambio de aire. En cuanto a los procedimientos de acceso para la consulta, los usuarios deberán ir provistos de equipos de protección individual (guantes y mascarilla), y los institutos deberán disponer de dispensadores de gel desinfectante a la entrada de los locales. El material será recogido por un empleado de la biblioteca o del archivo, también provisto de equipo de protección personal, que deberá entregarlo para su consulta en una sala posiblemente equipada con mobiliario moderno que pueda limpiarse o desinfectarse fácilmente. De nuevo, el material, una vez finalizada la consulta, deberá dejarse en aislamiento preventivo durante al menos diez días, a ser posible en bolsas de contención. Por tanto, el material consultado no será accesible a nadie durante los diez días siguientes. Los mismos requisitos se aplican al material fotográfico.

En la foto: la sala de manuscritos de la Biblioteca Nacional Central de Florencia.

Cuarentena también para libros y obras. Estas son las medidas MiBACT para sanear museos, bibliotecas y archivos
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