Cosme I y Vasari: una exposición sobre la Sala Grande del Palazzo Vecchio de Florencia


Con motivo del 450 aniversario de la muerte de Cosme I de Médicis y Giorgio Vasari, una exposición explora la magnífica decoración del Salone dei Cinquecento, el Gran Salón, símbolo de la grandeza de los Médicis y obra maestra de Vasari.

En Florencia, con motivo del 450 aniversario de la muerte de Cosme I de Médicis y Giorgio Vasari, el Palazzo Vecchio celebra su extraordinaria asociación artística con una exposición dedicada a la decoración de la Sala Grande, más conocida hoy como el Salone dei Cinquecento. La iniciativa, promovida por la Oficina del Patrimonio Mundial de Florencia y de Relaciones con la UNESCO del Ayuntamiento de Florencia y la Fundación MUS.E, con el apoyo financiero del Ministerio de Turismo a través del Fondo de Sitios y Ciudades Creativas de la UNESCO, explora uno de los proyectos más significativos de la Florencia Medicea. La exposición, titulada La Sala Grande. Giorgio Vasari para Cosimo I de’ Medici, está comisariada por Carlo Francini y Valentina Zucchi y podrá visitarse del 17 de diciembre de 2024 al 9 de marzo de 2025.

El Salone dei Cinquecento, centro de la exposición, sufrió una renovación radical en la segunda mitad del siglo XVI, bajo la dirección de Giorgio Vasari (Arezzo, 1511 - Florencia, 1574). La decoración de la sala fue encargada por el duque Cosme I (Florencia, 1519 - 1574) con motivo de la boda de su hijo mayor, el príncipe Francesco, con Juana de Austria, celebrada en diciembre de 1565. Las obras comenzaron en 1563 y transformaron el espacio en una grandiosa celebración de la Toscana y del poder de los Médicis, gracias a la contribución de artistas, artesanos y obreros coordinados por Vasari.



Diseños de exposiciones
Esquemas de la exposición
Diseños de exposiciones
Planos de la exposición

El nacimiento de una obra maestra

El proyecto, realizado con la aportación fundamental del culto Vincenzo Borghini, preveía un nuevo artesonado de madera, elevar las paredes unos siete metros y enriquecerlas con pinturas monumentales. El simbolismo de la decoración exalta las victorias de Florencia sobre Pisa y Siena, con episodios históricos, alegorías de los barrios de la ciudad y ciudades toscanas que componen un verdadero mapa histórico-geográfico.

Un elemento central de la exposición es la muestra de dibujos preparatorios para el techo y las paredes, obra del propio Vasari. Entre ellos figuran representaciones de la Presa di Porta Camollia y de la Batalla de Marciano, escenas relacionadas con la guerra contra Siena, y bocetos para el techo, como el que representa a Cosme estudiando la conquista de Siena. Este último sufrió un cambio significativo: el duque pidió no estar rodeado de sus consejeros, sino de sus propias virtudes, para enfatizar su autoridad tanto moral como política. La carta de Cosme a Vasari que atestigua esta petición es un precioso documento que se exhibe en la exposición.

Giorgio Vasari, Presa di Porta Camollia (1570; Roma, Instituto Central de Gráfica, en depósito en la Accademia Nazionale dei Lincei)
Giorgio Vasari, Presa di Porta Camollia (1570; Roma, Instituto Central de Artes Gráficas, cedido por la Accademia Nazionale dei Lincei)
Giorgio Vasari, Batalla de Marciano in Val di Chiana (hacia 1571; Roma, Instituto Central de Gráfica, en depósito en la Accademia Nazionale dei Lincei)
Giorgio Vasari, Batalla de Marciano en Val di Chiana (c. 1571; Roma, Instituto Central de la Gráfica, cedido por la Accademia Nazionale dei Lincei)

Correspondencia y opinión de Miguel Ángel

La exposición también ofrece una visión de los procesos creativos y organizativos que subyacen a una empresa tan ambiciosa. Una serie de cartas de los Archivos Estatales de Florencia documenta los continuos intercambios entre Cosme y Vasari. “Desde que V. E. I. con su habitual grandeza se ha dignado concederme la gracia de que este presente año pongamos mano a la gran sala [...] de vuestro palacio”, escribía Vasari al duque el 3 de marzo de 1563, “una obra que superará a toda otra obra que jamás hayan hecho los mortales en grandeza y magnificencia, tanto por los ornamentos de piedra, estatuas de bronce, mármol, fuente y por la invención e historias de pinturas que ahora se preparan en el palco y en las fachadas de abajo. Y en verdad que no se necesitaba otro espíritu para tal obra que el vuestro, ni menos grandeza, y porque toda esta invención nació, digo, de vuestros elevados conceptos, juntamente con la riqueza de los materiales, que no sólo superó a todas las habitaciones hechas por el Senado veneciano y a todos los reyes, emperadores y papas que han existido, ya que, si los tesoros han sido autosuficientes, ninguno de ellos ha sido capaz de construir una muralla tan grande y magnífica, ni un espíritu tan invencible, como para poder acometer una empresa tan terrible y de tanta importancia. Os doy gracias, mi dulce Señor, después de Dios, ya que me habéis preparado para tan honrosa y digna empresa, para que mi intelecto y mi virtud vivan, como corresponde a vuestro grandísimo nombre [...] Y porque, mi Señor, no tengo palabras para agradeceros tal honor y deber que me habéis hecho, procuraré [...] prepararme para un nuevo camino de duro trabajo y estudio para aprender de mí mismo todo lo bueno y provechoso que el arte del dibujo puede hacer, para que lo que salga de mis manos esté lleno no sólo de bellas invenciones, sino también de orgullo, desahogo, vivacidad y juicio”. Cosimo respondió a Vasari el 14 de marzo: “Messer Giorgio Nostro carissimo. Estamos muy satisfechos con la descripción [...], con el diseño que nos habéis enviado con ella para la gran sala y su escenario, en particular por la demostración de los principios del estado y poco a poco su propagación. Por ahora, necesitamos recordaros dos cosas, Una, que la corona y la asistencia de esos consejeros que queréis colocar a nuestro alrededor en la deliberación de la guerra de Siena no es necesaria, porque Nosotros solos lo fuimos, pero bien se podría representar el Silencio, con alguna otra Virtud que representara lo mismo que los consejeros. La otra, que en uno de esos cuadros de la caja se podrían ver todos Nuestros estados juntos, para denotar la expansión y la adquisición, además de que en toda historia sigue siendo necesario algún lema o palabras, para una mayor expresión de la figura. Desde Pisa, el 14 de marzo de 1563. El Duca di Fiorenza a Giorgio Vasari, Pittore et architetto nostro carissimo a Fiorenza”.

Tampoco faltan los intercambios con otras personalidades. Un episodio de especial relevancia concierne a Miguel Ángel Buonarroti: ya en 1560, Vasari mostró una maqueta de madera de la sala al maestro en Roma, quien expresó una opinión entusiasta (“Illustrissimo Signor Duca”, escribió Miguel Ángel, “Io ho visto e disegni delle stanze dipinte da Messer Giorgio e il modello della sala grande con il disegnio della fontana di Messer Bartolomeo che va in detto luogo. En cuanto al cuadro, me pareció ver cosas maravillosas, como lo son y lo serán todas las que se hacen y se harán a la sombra de Vuestra Excelencia. En cuanto al modelo de la sala tal como está, me parece bajo: sería necesario, ya que se hacen tantos gastos, elevarlo por lo menos a 12 brazas”). Otro documento significativo es el diario de la Fabbriche Medicee, que registra los detalles de las intervenciones, desde los honorarios de los obreros hasta los materiales utilizados. Una de las curiosidades es el pago realizado en 1570 a Taddeo di Francesco battiloro por nada menos que 3.500 hojas de oro, utilizadas en la decoración y útiles para “poner oro en los adornos de los pisos de las fachadas de dicha sala”.

Carta de Giovan Francesco Lottini a Cosme I (23 de abril de 1560; Florencia, Archivo Estatal de Florencia, 484, c. 562r)
Carta de Giovan Francesco Lottini a Cosme I (23 de abril de 1560; Florencia, Archivo Estatal de Florencia, 484, c. 562r)

Los protagonistas de la empresa

Un equipo excepcional participó en la realización del Salone dei Cinquecento. Vasari, además de concebir y dirigir el proyecto, fue responsable directo de algunas de las decoraciones. Junto a él trabajaron maestros albañiles como Bernardo d’Antonio di Monna Mattea y ebanistas como Battista di Bartolomeo Botticelli. Para las pinturas se contó con artistas de la talla de Giovanni Stradano, Giovanni Battista Naldini y Jacopo Zucchi, mientras que decoradores como Stefano Veltroni, Tommaso di Battista, Orazio Porta y Marco da Faenza se ocuparon de los acabados.

En diciembre de 1565, en un Salone dei Cinquecento completamente transformado, tuvieron lugar las celebraciones nupciales del príncipe Francisco con Juana de Austria. Según relata Domenico Mellini, la sala fue escenario de una representación teatral y de un suntuoso banquete, iluminada por doce grandes luminarias en forma de coronas y adornada con lienzos monumentales con vistas de ciudades toscanas, intercalados con luces y esferas de cristal llenas de agua coloreada “que hacían por una gran transparencia de la luz detrás de ellas ese cuerpo diáfano que hacía un gran esplendor”.

Giovanni Stradano (attr.), Cosimo I de' Medici estudia la toma de Siena (1563-1564; Venecia, Gallerie dell'Accademia)
Giovanni Stradano (attr.), Cosimo I de’ Medici estudiando la toma de Siena (1563-1564; Venecia, Gallerie dell’Accademia)
Giovanni Battista Naldini (attr.), El papa Clemente IV dona su estandarte a los capitanes del partido güelfo (1563-1564; Siena, Biblioteca comunale degli Intronati, en Album S.I.7, c. 11r)
Giovanni Battista Naldini (attr.), El papa Clemente IV dona su estandarte a los capitanes del partido güelfo (1563-1564; Siena, Biblioteca comunale degli Intronati, en Album S.I.7, c. 11r)

Una exposición entre pasado y presente

La exposición permite seguir todo el recorrido artístico y arquitectónico que condujo a la realización de la Sala Grande, ofreciendo al público la oportunidad de comparar los dibujos preparatorios expuestos con las decoraciones aún presentes en la actualidad. Este diálogo entre pasado y presente se enriquece con la producción de vídeo de Art Media Studio, que ofrece detalles significativos y comparaciones entre las obras expuestas y los frescos de la sala.

Paralelamente, una de las habitaciones de los pisos privados de Cosimo acoge un homenaje contemporáneo a Vasari. El maestro orfebre Paolo Penko ha creado, en efecto, una réplica de la cadena y la medalla donadas al artista por el Papa Pío V en 1571, cuando Vasari recibió el título de Caballero de la Orden de la Espuela de Oro y de la Caballería de San Pedro, como él mismo escribió: “A dj 30 di Giugno 1571 [...] S. Su Santidad me nombró Caballero de la Espuela de Oro y me concedió el título de Caballero de San Pedro, que costó 900 escudos y 150 escudos donados y una cadena de 80 escudos”.

Toda la decoración del Salone dei Cinquecento, junto con las posteriores intervenciones en los muros este y oeste, es un monumental homenaje a la grandeza de Cosme I y a la extraordinaria habilidad de Giorgio Vasari, capaz de coordinar un proyecto complejo en poco tiempo. La exposición no es sólo un homenaje a esta proeza artística, sino un testimonio vivo de la Florencia medicea, que supo influir en las cortes europeas de la época y aún hoy asombra por su magnificencia.

Cosme I y Vasari: una exposición sobre la Sala Grande del Palazzo Vecchio de Florencia
Cosme I y Vasari: una exposición sobre la Sala Grande del Palazzo Vecchio de Florencia


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