Los participantes en el concurso convocado por el Ministerio de Patrimonio Cultural para cubrir 1.052 puestos de auxiliares de acceso, recepción y vigilancia denuncian que más de la mitad de los inscritos no pudieron participar en la oposición debido a la mala organización. Así lo estiman los profesionales de la asociación Mi Riconosci? profesional del patrimonio cultural, activos desde hace años en el ámbito de los derechos de los trabajadores culturales, y que recogieron testimonios durante los dos primeros días de las pruebas de preselección, previstas en Roma del 8 al 20 de enero de 2020.
Habían llegado 209.729 solicitudes para los 1.052 puestos sacados a concurso por MiBACT: los profesionales denuncian, sin embargo, que las convocatorias llegaron sólo veinte días antes de las pruebas, todas con algunas opciones juzgadas perjudiciales por los activistas del colectivo. “En estos dos primeros días de selección, muchos más de la mitad de los inscritos no se presentaron”, explica Daniela Pietrangelo, de Mi Riconosci. “¿Es justo que la gente no pueda entrar a trabajar en el ministerio no porque no pase una prueba, sino porque la maquinaria organizativa discrimina a quienes viven lejos de Roma, o no pueden coger vacaciones, o no pueden permitirse el viaje y el alojamiento? Sabemos lo extendido que está esto en las oposiciones, pero hoy, en 2020, con la tecnología disponible, ¿cómo puede ser esto aceptable?”
“Ayer hubo algunos problemas”, dice Emanuela Tarsi, una restauradora de Ancona que se presentó ayer a la prueba de preselección. “Esperas de horas en el frío y de pie, número de lanzaderas desde la estación muy insuficiente, poco control de los teléfonos móviles y los documentos de identidad, pero en general fue aceptable. Pero fue aceptable porque casi dos tercios de los inscritos no se presentaron: ¿qué habría pasado si hubieran llegado a Roma las 20.000 personas previstas? La organización se habría venido abajo. Cogí un autobús para estar allí, salí a las 3 de la mañana y llegué en muy malas condiciones. Muchos no tuvieron esa oportunidad y desertaron. Queremos esperar que todo no se organizara de tal manera que se redujera deliberadamente la participación: cada persona inscrita pagó una cuota, y muchos la pagaron innecesariamente dada la mala organización”.
Los militantes de Mi Riconosci piden al ministro que se pronuncie urgentemente sobre lo que está ocurriendo, que exija explicaciones adecuadas a Formez-Ripam (organizadores del concurso) para que la organización de las próximas oposiciones cambie drásticamente, y que reembolse la cuota de inscripción a todos los que no pudieron presentarse a la prueba (de hecho, cada candidato tuvo que pagar una cuota de 10 euros). La asociación, por su parte, hace saber que recogerá testimonios hasta el final de las pruebas de preselección, el lunes 20 de enero.
En la foto, el momento de la llegada de los candidatos a una de las pruebas de preselección.
Concurso MiBACT, queja de los participantes: "Miles renunciaron por la mala organización |
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