Los responsables científicos del Ministerio de Cultura tienen dudas sobre la nueva convocatoria de oposiciones para 518 funcionarios, publicada el 8 de noviembre en el Boletín Oficial. Los puestos anunciados son para 268 archiveros, 130 funcionarios de bibliotecas, 15 restauradores, 32 arquitectos, 35 historiadores del arte, 20 arqueólogos, 8 paleontólogos y 10 demoetnoantropólogos. Faltan, por ejemplo, físicos, químicos y expertos en diagnóstico del patrimonio cultural. Por ello, los funcionarios que trabajan actualmente en el MiC enviaron una nota a la prensa para posicionarse sobre esta carencia.
“El MiC”, dicen los funcionarios científicos, “convocó el 8 de noviembre oposiciones para 518 plazas de funcionarios, ignorando una vez más las plazas de ”funcionarios científicos“. Los procedimientos de oposición lanzados desde 1998 han dejado fuera a algunos profesionales fundamentales para el funcionamiento de los institutos centrales: el personal científico, es decir, químicos, físicos, biólogos, geólogos, diagnosticadores. Los laboratorios científicos de estos Institutos de Investigación y Formación, creados en la primera mitad del siglo pasado, nacieron con la fundación de los propios Institutos a partir de una idea totalmente innovadora: construir un método científico de aproximación a la conservación y restauración y formar a los futuros restauradores mediante una aportación multidisciplinar y un intercambio continuo de conocimientos, posibilitado por la convivencia de diferentes figuras profesionales trabajando en un mismo lugar de trabajo”.
“Desde la fundación de estos Institutos”, prosigue la nota, “químicos, físicos, biólogos, geólogos y, más tarde, también diagnosticadores han trabajado, por tanto, en estrecha colaboración con restauradores, historiadores, arqueólogos, arquitectos, etc., abordando los numerosos problemas de conservación y restauración de nuestro vasto, complejo y diversificado patrimonio cultural, creando una ”memoria histórica“ y un precioso acervo de conocimientos que deben protegerse y transmitirse a las generaciones futuras. Esta ”memoria histórica“ y este precioso acervo de conocimientos compartidos son la savia con la que estos tres institutos han formado, y siguen formando hoy, a los futuros restauradores. Las Escuelas Superiores y de Estudios, que otorgan un título equivalente al Máster en Conservación y Restauración de Bienes Culturales (LMR/02), son de hecho una referencia nacional e internacional del enfoque metodológico multidisciplinar descrito anteriormente. Este enfoque contempla asignaturas histórico-artísticas flanqueadas por otras científicas, obras y laboratorios de restauración flanqueados por actividades científicas de laboratorio, enseñanza en el aula flanqueada por enseñanza sobre el terreno”.
Los responsables subrayan que “ahora, como nunca antes, hay que recordar las palabras de Cesare Brandi, a saber, que la restauración es el ”momento metodológico del reconocimiento de la obra de arte en su consistencia física y en su doble instancia histórica y estética con vistas a su transmisión al futuro“; por tanto, es el momento del conocimiento, de la investigación histórica, analítica, técnica y constitutiva. Momento en el que la obra de arte es conocida y ”reconocida como tal“, con el fin de preservarla para las generaciones futuras y realzar su valor. El planteamiento en el que se basan las palabras anteriores, aún de actualidad, constituye una de las páginas históricas más revolucionarias de Italia, las de metodología y formación en las que se basan los institutos de investigación histórica del Ministerio de Cultura (MiC) que se han creado: el Instituto Central de Restauración, el Opificio delle Pietre Dure y el Instituto de Patología Archivística y del Libro, institutos de investigación y formación de restauradores en virtud del Art. 29 del Decreto Legislativo 42/2004, Código del Patrimonio Cultural y del Paisaje”.
“La desaparición completa de estas figuras profesionales en los Institutos centrales, pero también en las poquísimas Superintendencias en las que estaban presentes hasta hace pocos años”, concluyen los responsables científicos del MiC, “tendrá como consecuencia la no transferencia y la pérdida de los conocimientos específicos acumulados a lo largo de los años, determinando así una brecha generacional en la profesionalidad, así como el desmantelamiento de estos Institutos y, de hecho, el abandono de un enfoque cultural y metodológico que ha hecho del enfoque italiano de la conservación y restauración un punto de referencia internacional para la protección del patrimonio cultural”.
Competencia ministerial, dudas de los responsables científicos: "se ignoran nuestras cifras |
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