Artículo publicado originalmente en culturainrivera.it
Por finCarrara vuelve a tener cine. Aunque sólo sea durante tres meses. Tres meses, sin embargo, bastan para un reinicio, para intentar dar a una ciudad un lugar de encuentro donde promover la cultura. Y éste es, con toda probabilidad, el principal objetivo de Cinema Baluardo.
La velada inaugural de esta segunda temporada del festival de cine de Carrarese terminó hace unas horas. Los chicos de laAsamblea Permanente, el grupo de ciudadanos formado tras la riada de 2014, siguen animados por la intención de intentar cambiar la ciudad. Lo subrayó muy bien Emilia Fazzi Contigli, alcaldesa de Carrara de 1994 a 1998, que desempeñó el papel de “madrina” del evento: los chicos de la Asamblea, de hecho, ocuparon el lugar de la administración municipal. Allí donde ésta había estado ausente, los ciudadanos se pusieron manos a la obra y consiguieron donar a la ciudad, sin pedir nada a cambio, una iniciativa verdaderamente loable, gratuita y abierta a todos.
En la escalinata del Baluardo, bajo un cielo despejado y estrellado en una tarde de finales de primavera, había gente de todas las edades, de todas las clases sociales, de todos los colores. En este rincón de Carrara hay sitio para todos. Y esto no es retórica: la primera tarde fue realmente así. Ciudadanos deseosos de ver renacer Carrara bajo el signo de la cultura, experimentada en primera persona. Ciudadanos deseosos de reapropiarse de un espacio histórico evocador y darle un uso noble. Y, por supuesto, ciudadanos deseosos de ver una película en compañía de otros: una actividad que desde hace años, increíble pero cierta, ya no es posible en una ciudad de más de sesenta mil habitantes. El Cine Baluardo adquiere así otro papel muy importante: el de borrar la triste fama de “ciudad sin cine” que Carrara se ha ganado lamentablemente en los últimos años. Como ya se ha dicho al principio, es un comienzo que presagia cosas buenas, también porque las gradas del Baluardo estaban bien llenas.
En el estreno de Cinema Baluardo se proyectó Dios existe y vive en Bruselas, la obra maestra de Jaco van Dormael, ganador de numerosos premios en su país, Bélgica, así como de varios galardones internacionales. Una partida, pues, con una película a la vez entretenida y profunda, capaz de hacer reflexionar, una película del más alto nivel cultural, exponente de ese surrealismo que connota fuertemente el arte belga, con referencias a la pintura de Magritte, al cine de Buñuel, a la música de Händel, Rameau, Trenet y tantos otros.
El “mensaje”, si se le puede llamar así, parece por tanto claro: Cinema Baluardo tiene reservada una programación inteligente que sabe dirigirse de forma transversal a un público heterogéneo, con películas que son el resultado de una cuidada selección capaz de ofrecer la justa mezcla de entretenimiento y reflexión. La iniciativa, en definitiva, se promociona con nota: sólo queda esperar a las próximas citas, que tendrán lugar todos los lunes hasta finales de agosto. El programa está disponible en la página de Facebook de Cinema Baluardo, y se distribuye, en forma de flyer, durante todas las citas, que, recordamos, comienzan a las 21:30 horas. Os dejamos con algunas imágenes de la velada:
Las primeras filas del público en el estreno de Cinema Baluardo en Carrara. |
Los chicos de la Asamblea Permanente de Carrara inauguran Cinema Baluardo |
Emilia Fazzi Contigli inaugura Cinema Baluardo |
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