¿Cierran las bibliotecas? Los bibliotecarios de Rovigo lanzan una idea: "libros para llevar


¿Cómo hacer frente al cierre de bibliotecas? Los bibliotecarios de Rovigo proponen una idea: activar servicios de "libros para llevar", que funcionen como la restauración para llevar.

¿Ha cerrado el dpcm del 3 de noviembre los lugares de cultura, incluidas las bibliotecas, en toda Italia? En Rovigo, los bibliotecarios de Polesine proponen sortear el problema pidiendo que se organicen servicios de "libros para llevar", asimilando así el préstamo de libros, pilar de las bibliotecas, al servicio de comida para llevar que realizan las empresas de restauración. “Tal y como se ha reorganizado adoptando todas las disposiciones”, subrayan los bibliotecarios de la provincia de Rovigo en una nota, “el servicio de préstamo se asimila a un servicio de ”libros para llevar“ que en nada difiere del que el decreto concede a los servicios de restauración. Entonces, ¿por qué no conceder al ciudadano, además de una comida ’para llevar’ para apoyar la economía de los establecimientos comerciales, también un libro ’para llevar’ para hacer frente mejor a esta nueva ola de pandemias que ya está afectando a gran parte del país? Esto podría apoyar aún más la economía ya que, recordemos, una gran parte de los trabajadores de las bibliotecas son empleados de servicios externalizados que corren el riesgo de ver suspendidos sus contratos de trabajo”.

Los bibliotecarios de Rovigo subrayan que las bibliotecas, desde su reapertura el 18 de mayo, aplican escrupulosamente todas las medidas sanitarias prescritas: entradas restringidas, registro de acceso de usuarios, puntos para higienizarse las manos con gel especial, uso obligatorio de mascarillas, cumplimiento de la distancia de seguridad interpersonal, refuerzo de los servicios de reserva y, en muchos casos, acceso garantizado sólo con cita previa, y todo ello para evitar las aglomeraciones y la presencia de usuarios en los locales durante demasiado tiempo.



El cierre de bibliotecas ha generado perplejidad en quienes trabajan en ellas, también porque, recuerdan los bibliotecarios polesinos, el que prestan las bibliotecas es “un servicio que no sólo ha sido clasificado entre los servicios públicos esenciales (Ley 146/90 art. 1), sino que en un momento de gran precariedad como el que estamos viviendo, se convierte además en de vital importancia social y cultural para los ciudadanos”. De ahí la voluntad de mantenerlo con un servicio de "libros para llevar".

Además, hay otro aspecto a tener en cuenta: gracias al llamado ’bono-librería ’ activado por la Consejería de Patrimonio y Actividades Culturales y Turismo, las bibliotecas han contribuido al relanzamiento de la industria editorial y por primera vez en mucho tiempo han dispuesto de recursos para adquirir nuevos libros. “Ahora que esas adquisiciones deberíamos potenciarlas, ofreciéndolas a nuestros usuarios”, concluyen los bibliotecarios de Rovigo, “en cambio nos vemos obligados a cerrarlas y dejar los libros nuevos en las estanterías”. Si la “ratio” en la que se basa el decreto es la de prohibir las reuniones y hacer que la gente se quede en sus casas, ¿por qué privarles de ese poderoso instrumento de conocimiento que es el libro y negarles la posibilidad de aliviar y enriquecer su estancia en casa gracias a la práctica de la lectura?".

Imagen: una sala de la Biblioteca Cívica de Porto Tolle (Rovigo)

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¿Cierran las bibliotecas? Los bibliotecarios de Rovigo lanzan una idea: "libros para llevar


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