En Canadá, en la ciudad de Winnipeg (Manitoba), dos estatuas, una de la reina Victoria y otra de la reina Isabel II, han sido derribadas en señal de protesta por una de las noticias que más ha conmocionado a la opinión pública en los últimos días, a saber, el descubrimiento de dos fosas comunes con los restos de cientos de niños nativos, ambas cerca de dos escuelas para niños nativos, la Kamloops Indian Residential School (en el estado de Manitoba). Conmocionó a la opinión pública del país en los últimos días el descubrimiento de dos fosas comunes con los restos de cientos de niños nativos, ambas cerca de dos escuelas para niños nativos, la Escuela Residencial India de Kamloops (en el estado de Columbia Británica), que funcionó hasta 1969, y la Escuela Residencial India de Marieval (en el estado de Saskatchewan), que funcionó de 1899 a 1997. Ambas escuelas estaban dirigidas por organismos de la Iglesia católica. Actualmente se desconoce si la tumba y los restos tienen algo que ver con la escuela.
El descubrimiento de los restos ha llamado la atención en todo el mundo sobre el infame sistema escolar que estuvo vigente en Canadá durante mucho tiempo, cuando los niños nativos eran apartados de sus familias y enviados a sus propias escuelas, donde los abusos e incluso las muertes eran muy frecuentes. Se calcula que unos 150.000 niños, principalmente de los pueblos mestizo e inuit, fueron apartados de sus familias y enviados a estas escuelas en el transcurso de aproximadamente un siglo (desde finales de la década de 1870 hasta la de 1990), y los padres que se negaban a dejar ir a sus hijos eran enviados a prisión. El 70% de los “internados” (así se llamaban las escuelas) estaban dirigidos por la Iglesia Católica de Canadá, según la Indian Residential School Survivors Society, un organismo que realiza investigaciones históricas sobre el tema. Según la Indian Residential Schools Truth and Reconciliation Commission, la comisión que investiga este sistema, la política del gobierno hacia los niños nativos podría considerarse genocidio cultural.
Por ello, el 1 de julio, cuando Canadá celebraba el aniversario del nacimiento de la nación, los manifestantes derribaron las estatuas, por considerarlas un símbolo de las fuerzas coloniales que permitieron el abuso de los nativos. Los manifestantes llevaban camisetas naranjas, similares a las que llevan los condenados a muerte, en señal de que, a menudo, para un niño nativo, ser enviado a una de estas escuelas equivalía a una condena. Los manifestantes también cubrieron las bases de las estatuas con pintura roja.
Por su parte, el Primer Ministro canadiense , Justin Trudeau, afirmó en un comunicado que “los terribles hallazgos de los restos de cientos de niños en los emplazamientos de antiguos internados de Columbia Británica y Saskatchewan nos obligan a reflexionar sobre los fracasos históricos de nuestro país y las injusticias que siguen existiendo para los nativos y muchos otros en Canadá. Como canadienses, debemos ser honestos con nosotros mismos sobre nuestro pasado”.
Canadá, derribadas las estatuas de las reinas Victoria e Isabel II, símbolos de horrores pasados |
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