Barcelona tendrá su propio Hermitage: se presenta el proyecto de la sucursal catalana del museo de San Petersburgo


En 2022 abrirá sus puertas en Barcelona la sucursal catalana del Hermitage: un proyecto de más de 50 millones de euros que recibirá casi un millón de visitantes al año.

Estaba prevista para este año, pero la apertura delHermitage de Barcelona, la “sucursal” del gran museo de San Petersburgo pensada para la capital catalana, se ha pospuesto en realidad hasta 2022. El museo se ubicará en un edificio diseñado por el arquitecto japonés Toyo Ito, uno de los más importantes a nivel internacional, galardonado con el Premio Prizker en 2013: ayer se dieron a conocer los detalles del proyecto, que ahora sí se hará realidad, en contra de lo que se perfilaba debido a obstáculos políticos y dificultades burocráticas. Solo queda esperar a que la Autoridad Portuaria de Barcelona (la zona en la que se construirá el museo le pertenece) apruebe el proyecto, con el visto bueno del Ayuntamiento. Se necesitarán 52 millones de euros para construir el Hermitage español (divididos entre los costes de construcción, los de materiales y los del proyecto museográfico). El 80% de la financiación procederá de un fondo de inversión suizo-luxemburgués, Varia, que también controla el 80% de las acciones de la sociedad Museo Hermitage Barcelona, mientras que el 20% restante provendrá del fondo Desarrollo Cultural Barcelona, otro particular.

El Hermitage de San Petersburgo, al igual que una franquicia comercial, ha concedido la licencia de uso del nombre y prestará varias de sus obras (pero la institución barcelonesa también tendrá las suyas): el acuerdo tiene una duración de cincuenta años. Las obras se albergarán en siete grandes salas: en la mayor, de unos 800 metros cuadrados, habrá obras llegadas de San Petersburgo, reunidas en dos exposiciones permanentes (habrá obras de Matisse y Giacometti, entre otros). También habrá numerosas instalaciones: una sala polivalente, un auditorio, un café-restaurante con terraza, la tienda del museo, una biblioteca de arte, una sala VIP, dos terrazas panorámicas, todo ello en una superficie total de más de 16.000 metros cuadrados, de los que unos 4.000 metros cuadrados serán de exposición. Según los promotores de la iniciativa, el Hermitage de Barcelona debería recibir 850.000 visitantes en el primer año (el 70% de los cuales serán turistas), cifra que aumentará hasta 1,5 millones en el decimotercer año de su apertura. El museo, aseguran, se convertirá en una tarjeta de visita de la ciudad e impondrá nuevos estándares museográficos: el proyecto se encargará a la empresa Total Museology, que creará un museo basado en la interdisciplinariedad. No sólo “obras colgadas en las paredes”, por tanto, sino recorridos que contextualizarán todo para una mejor comprensión del mundo que nos rodea. Está previsto que la entrada cueste 13 euros.



En la foto: el proyecto del Hermitage de Barcelona diseñado por Toyo Ito.

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