Art Basel, la feria de arte contemporáneo más importante del mundo, que se celebra anualmente en Basilea (Suiza), ha creado un fondo de solidaridad de 1,5 millones de francos suizos (casi 1,4 millones de euros) para galerías en dificultades. Una inversión destinada a garantizar la continuidad de la actividad de los marchantes de arte contemporáneo que, casi dos años después del estallido de la pandemia Covid-19, se quejan de dificultades laborales debidas en gran parte a la persistencia de la emergencia.
La noticia fue anunciada en una carta que el director de Art Basel, Marc Spiegler, y el responsable denegocios de la feria y jefe de Europa, Andreas Bicker, enviaron este lunes a los 272 expositores de la kermesse: el objetivo de la iniciativa es mitigar el impacto financiero de las galerías participantes en el evento. “Esperamos que a algunas galerías les vaya muy bien, que otras alcancen el punto de equilibrio y que otras pierdan dinero”, dice la misiva. “Esperamos que estén de acuerdo con nosotros en que nuestra principal preocupación deben ser estas últimas, las que no pueden cubrir sus costes”. La feria también se ha puesto a disposición para cubrir los gastos de bolsillo de las galerías con dificultades que quieran participar en la feria: por ejemplo, los gastos de hotel y viaje en caso de que un miembro del personal de la galería dé positivo en un frotis de Covid durante la feria (en Suiza, si un viajero da positivo se le obliga a hacer diez días de cuarentena: y dado que el coste de la vida en Basilea es decididamente alto, los costes para los galeristas podrían llegar a ser insostenibles en caso de que uno de sus empleados diera positivo). Pero eso no es todo: en Suiza, el acceso a los grandes eventos está vetado a quienes se hayan vacunado con AstraZeneca (porque las autoridades sanitarias suizas no la consideran segura contra la variante Delta), por lo que quienes se hayan visto obligados a vacunarse con esta solución tendrán necesariamente que hacer frotis continuos durante su estancia en el país. Y también en este caso, Art Basel pagará la factura.
Los expositores tendrán que decidir si se adhieren o no al fondo de solidaridad en las dos semanas que median entre el final de la feria y la fecha en que Art Basel emitirá la factura por su participación. Un auditor independiente gestionará el fondo, cuyos flujos serán totalmente confidenciales: el público sólo sabrá si una galería se ha adherido o no si el marchante quiere declararlo públicamente.
“Se trata de una solución proactiva frente a imprevistos”, explica Spiegler a la revista Artnet. “Podríamos montar un complicado sistema de auditoría y pedir a la gente que abriera sus libros, como han hecho algunos gobiernos para diversos programas de ayuda de Covid, pero en lugar de eso hemos optado por dejar que las galerías decidan por sí mismas si lo necesitan. Me gusta pensar que la mayor colegialidad y cooperación que hemos visto en Pandemia hará que las galerías estén dispuestas a trasladar estas reducciones a sus colegas que las necesiten”.
Art Basel crea un fondo de 1,5 millones de francos suizos para galerías en dificultades |
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