Las Siete Obras de Misericordia, la obra maestra de Caravaggio (Michelangelo Merisi, Milán, 1571 - Porto Ercole, 1610) conservada en el Pio Monte della Misericordia de Nápoles, no serán trasladadas al Museo Nacional de Capodimonte, donde iban a ser protagonistas de la exposición Caravaggio en Nápoles, prevista del 12 de abril al 14 de julio. Aunque existía un acuerdo entre el prestamista, Pio Monte della Misericordia, y el museo donde tendrá lugar la exposición, en las últimas semanas se había suscitado una fuerte polémica sobre la conveniencia de trasladar la delicada pintura a sólo dos kilómetros de su ubicación.
Primero fue la voz de Nicola Spinosa, ex director de Capodimonte, que criticó tanto las razones de la exposición (tachada de una especie de operación de marketing) como el traslado, que según Spinosa no era posible ni siquiera basándose en el estatuto de Pío Monte, que prohibiría sacarlo de su emplazamiento. Spinosa había sido contestado por Alessandro Pasca di Magliano, superintendente del Pio Monte, señalando que el Estatuto impide la venta y no el simple traslado temporal, que la obra ya había salido de la iglesia en el pasado y que el propio Spinosa había solicitado su traslado para una exposición cuando era director de Capodimonte. Tomaso Montanari también se mostró en contra, oponiéndose al préstamo por razones de conveniencia, ya que, según el historiador del arte, tiene más sentido que el público de la exposición admire la obra en su emplazamiento, muy próximo al museo y más accesible por encontrarse en el centro histórico de Nápoles (el Museo de Capodimonte está en cambio descentralizado).
La polémica se trasladó entonces al plano institucional, después de que el Ministerio de Patrimonio Cultural sancionara, con una disposición firmada por el director general Gino Famiglietti, el no definitivo al préstamo debido a los “riesgos a los que se expondría la obra al ser trasladada a una institución cultural que se encuentra a poco más de dos kilómetros de la iglesia en la que está (bien) conservada”. “Ya en 1613”, prosigue la nota del MiBAC, "los gobernadores de Pio Monte, en consideración a la perfección artística de la obra maestra de Caravaggio, establecieron que no podía ser enajenada por ningún precio y que debía conservarse siempre en dicha iglesia". El mismo día (27 de agosto de 1613), los gobernadores autorizaron al conde de Villamediana, que lo había solicitado, a mandar hacer una copia de la obra con la condición de que dicho cuadro no pudiera ser retirado de dicho altar. Y unos años más tarde, concretamente el 1 de junio de 1621, para evitar discriminaciones entre los solicitantes, establecieron la prohibición perpetua de hacer copias de las obras de la iglesia y en particular de la del altar , atendiendo más al decoro público que a la conveniencia privada". Así pues, el traslado habría sometido a los Siete Actos de Misericordia a un riesgo considerado innecesario: por ello, el Ministerio sugirió al museo que incluyera el Pío Monte de la Misericordia en el itinerario de la exposición.
En contra del veredicto del MiBAC, el alcalde de Nápoles, Luigi de Magistris, habló de oportunidad perdida y de decisión grave. “Han prevalecido los vetos cruzados”, señaló el primer edil durante una intervención en Radio CRC, “los profesionales del inmovilismo, los que disfrutan de la cultura sólo si la hacen suya. Pero la verdadera cultura es la que está al alcance de todos”. De Magistris llamó entonces a los napolitanos a “movilizarse sin rencor”, para dejar claro “que Nápoles avanza y que esta decisión del ministerio es un error más”.
El ministro de Patrimonio Cultural, Alberto Bonisoli, intervino en las palabras del alcalde. “No sabía que el alcalde fuera un experto en arte y movimiento de palas”, dijo. “Hay un dictamen técnico, motivado por el director general. La pala tiene unas dimensiones importantes, el problema no es tanto transportarla dos kilómetros en línea recta, sino moverla realmente desde donde está colocada”. Así pues, Bonisoli aceptó la valoración técnica y sugirió que la exposición se celebrara en dos emplazamientos: la idea, por tanto, no es trasladar a la gente a la exposición, sino trasladarla al retablo. Y a continuación instó al alcalde a que habilitara transportes públicos extraordinarios para atender las necesidades de la exposición.
Sin embargo, a pesar de la ausencia de la “estrella”, la exposición tendrá lugar, dijo el director de Capodimonte , Sylvain Bellenger. La medida, explicó en una entrevista a La Repubblica, se justifica por el hecho de que las Siete Obras de Misericordia estarán mucho más cerca del público en la exposición que en su ubicación. Pero también dijo que se estudiaría una solución para que la exposición compensara el no haberlas trasladado.
En la foto: Caravaggio, Las Siete Obras de Misericordia, detalle (1606-1607; óleo sobre lienzo, 390 x 260 cm; Nápoles, Pio Monte della Misericordia)
Arriesgado traslado de los Siete Actos de Misericordia de Caravaggio a Capodimonte para su exposición. La obra permanece en Pio Monte |
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