Un coro de protestas se alza en Aquileia contra un proyecto fotovoltaico que podría poner en peligro el patrimonio arqueológico y el paisaje de la zona. La alarma procede directamente de la Fondazione Aquileia, la entidad de derecho privado (cuyos miembros fundadores son la Región, el Ministerio de Cultura, la Provincia de Udine y el Ayuntamiento de Aquileia) que gestiona los yacimientos arqueológicos de la antigua ciudad, Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1998. La central, cuya construcción está prevista en San Zili-Casa Bianca, tendría una superficie de 210.000 metros cuadrados, una potencia nominal de 9.989 kWp y una duración estimada de 30-35 años. Una canalización subterránea de casi seis kilómetros conectaría la central con la cabina primaria de Belvedere, que también discurre por el casco urbano.
La zona afectada por el proyecto son terrenos agrícolas ganados al mar, un paisaje que se transformaría drásticamente con la instalación de la central. La principal preocupación, sin embargo, es la proximidad a la “zona tampón” del sitio de Aquileia de la UNESCO, designado en 2018 para proteger aún más la zona arqueológica central, Patrimonio de la Humanidad desde 1998.
Como subrayó Cristiano Tiussi, director de la Fundación Aquileia, y como reiteró la Soprintendenza Archeologia Belle Arti e Paesaggio de Friuli Venezia Giulia, el terreno implicado en el proyecto contiene importantes evidencias arqueológicas. Allí se alzaba la gran calzada romana que unía Aquilea con Trieste, bordeada por recintos funerarios pertenecientes a familias prominentes, algunos de los cuales ya fueron identificados en el siglo XIX. Cerca de allí, en 1956, se reconstruyó el Gran Mausoleo, hallado a lo largo de esa misma ruta. Además, la tubería prevista seguiría el trazado de la SR 352, que coincide casi perfectamente con la antigua bisagra máxima de la ciudad romana, una zona con una alta probabilidad de nuevos descubrimientos arqueológicos, incluidos contextos funerarios relacionados con edificios de culto paleocristiano.
Durante la Conferencia de Servicios coordinada por la Región de Friul-Venecia Julia, la Superintendencia y el Ayuntamiento de Aquileia manifestaron su oposición al proyecto. La Fondazione Aquileia, que interviene en calidad de guardiana del sitio, reiteró su postura en una nota oficial, recordando que el Consejo de Administración aprobó en abril de 2024 un Plan de Gestión que propone la ampliación de la zona de amortiguación del sitio de la UNESCO. Esta propuesta, que ahora está siendo evaluada por el Ministerio de Cultura y la Oficina de la UNESCO, hace que la instalación sea incompatible con las necesidades de protección y mejora de la zona.
El Presidente de la Fundación Aquileia, Roberto Corciulo, señala los efectos contraproducentes de la planta proyectada: “En los últimos años, el compromiso y los esfuerzos conjuntos de la Región, el Ministerio, el Ayuntamiento y los organismos e instituciones que operan en Aquileia han marcado indudablemente no sólo un crecimiento del sitio como atractivo turístico y cultural, sino también de la conciencia entre los ciudadanos de su importancia. El impulso a la investigación, las adquisiciones de terrenos y edificios y la valorización de los espacios cedidos definen cada vez más el carácter del Parque Arqueológico de Aquileia, que es el objeto estatutario de la Fundación. Compartimos, por tanto, la opinión negativa que han expresado el Ayuntamiento y el Ministerio de Cultura, a través de la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje de Friul-Venecia Julia. Me parece paradójico que no se pueda encontrar una ubicación diferente y más respetuosa para un parque fotovoltaico, que es a todos los efectos una planta industrial, para un sitio del Patrimonio Mundial. También me pregunto cómo puede conciliarse esta elección con el alto valor perceptivo de la Basílica Patriarcal y su alto campanario, que figura como uno de los puntos fuertes del sitio de la UNESCO como punto focal visual incluso desde una distancia considerable y desde todas las direcciones. Sería verdaderamente grave que esta imprudente elección repercutiera en la preservación de esos excepcionales valores universales que todos tenemos el deber de transmitir intactos e inalterados a las generaciones futuras, poniendo quizás en peligro el propio título de patrimonio de la UNESCO, como está ocurriendo con otros sitios”.
Aquilea, fundada en 181 a.C. y convertida en la novena ciudad del Imperio Romano en el siglo IV, es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Italia. Sus ruinas atestiguan la grandeza de un centro neurálgico de la Antigüedad, con un legado que incluye calzadas, necrópolis y arquitectura paleocristiana. El destino del proyecto está ahora en manos de las instituciones, llamadas a encontrar una solución que proteja el pasado sin obstaculizar la energía fotovoltaica, teniendo en cuenta la importancia de las fuentes de energía alternativas. El resultado de la Conferencia de Servicios será decisivo para el futuro de Aquileia y de su extraordinario patrimonio cultural.
“Aquileia es un lugar excepcional, único”, afirma el alcalde de Aquileia, Emanuele Zorino, “por lo que las decisiones relativas a la ubicación de estas plantas deben tomarse con prudencia y respetando la historia del lugar y sus alrededores, que tiene más de dos mil años. Por supuesto, no se trata de negar la importancia que tienen las fuentes de energía renovables en la transición energética que está llevando a cabo nuestro país. Pero, al mismo tiempo, hay que subrayar que Aquileia y sus alrededores no son un lugar cualquiera, sino que representan la cuna de nuestra región y la referencia cultural de una zona mucho más amplia de Europa Central y Oriental. Estos valores fundacionales impondrían una sensibilidad y una consideración mucho mayores de lo que permite la indistinta normativa actual sobre plantas de energías renovables. El impacto que la central en cuestión tendría desde el punto de vista paisajístico-medioambiental sería en sí mismo fuertemente negativo, al igual que lo serían los efectos sobre la zona tampón del sitio de la UNESCO y sobre el propio perímetro del Sitio del Patrimonio Mundial. La hipótesis de una nueva ampliación de la zona tampón atestigua el deseo de la comunidad de Aquileia de dar aún mayor realce y protección a los valores universales excepcionales que subyacen a la inscripción de Aquileia en la lista de la UNESCO. Tenemos la visión y el proyecto de una Gran Aquileia capital de la cultura, que será conocida como el parque arqueológico más importante de Europa Central y, desde luego, no por el parque fotovoltaico que desfigura el paisaje”.
Aquilea, protestas por el parque fotovoltaico construido junto al yacimiento arqueológico |
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