Quizá esperaba dar un gran salto en su carrera artística, pero acabó despedido e investigado: le ocurrió en Alemania a un empleado de la Pinakothek der Moderne de Múnich, uno de los museos más importantes del país, con una colección que incluye obras de Henri Matisse, Pablo Picasso, Oskar Kokoschka, Otto Dix, Umberto Boccioni, Giorgio De Chirico, Lucio Fontana, Francis Bacon, Henry Moore y muchos otros grandes artistas del siglo XX. El hombre, de 51 años, que es (o, mejor dicho, era) vigilante de sala en el museo alemán de profesión y tenía la afición de pintar, introdujo de contrabando uno de sus cuadros, incluso uno bastante grande (60 por 120 centímetros) y lo colgó entre las obras maestras del arte moderno de la institución.
La curiosa historia fue recogida por el Süddeutsche Zeitung. El cuadro sólo estuvo colgado unas horas, ya que “los cuidadores se dan cuenta inmediatamente de este tipo de cosas”, declaró al periódico la portavoz del museo, Tine Nehler. El empleado, en virtud de sus funciones, tenía acceso al museo fuera del horario de apertura, por lo que su gesto no llamó la atención del público ni de sus compañeros. El incidente se remonta al 23 de febrero, aunque no se hizo público hasta anteayer.
El cuadro fue colgado a primera hora de la mañana, tras lo cual, cuando el museo cerró, es decir, pasadas las 18.00 horas, fue retirado y devuelto a su autor: no se sabe, dijo Nehler, qué significaba. El museo no quiso hacer comentarios sobre el contenido del cuadro para no animar a imitadores. Lo único que podemos decir es que no hemos recibido ningún comentario positivo de los visitantes", concluyó la portavoz.
Tras la acción, empezaron los problemas para el empleado: el museo decidió poner fin a su relación laboral con él y actualmente está siendo investigado por la policía, que está averiguando si el hombre dañó la sala donde colgó el cuadro (aunque los daños son menores, ya que el empleado se limitó a hacer dos agujeros en la pared de un pasillo).
Por el momento, sin embargo, los detalles del acto siguen sin estar claros. No se sabe por qué el empleado colgó el cuadro, cuáles eran sus intenciones, qué quería decir. “El encargado”, dijo una portavoz del museo a The Guardian, “se considera a sí mismo un artista y lo más probable es que viera su papel en el equipo del museo como un trabajo diurno para apoyar su verdadera vocación”. Pero de momento no se sabe más.
Imagen: vestíbulo de la Pinakothek der Moderne. Foto: Wikimedia/Rufus46
Alemania, empleado de museo cuelga su obra entre Picassos y Matisses: despedido |
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