Adiós a Stefano Casoni, del dúo Bertozzi&Casoni. Paolo Bertozzi: "Éramos una sola persona

Stefano dal Monte Casoni, el genio de la cerámica que, junto con su amigo y compañero de trabajo Giampaolo Bertozzi, formó el famoso dúo Bertozzi & Casoni, ha fallecido tras una larga enfermedad que se lo llevó a la edad de sesenta y dos años. De hecho, Stefano compartió con él parte de sus estudios y toda su vida profesional, así como el gran éxito mundial del que siempre han gozado sus originales cerámicas. Nacido en Lugo en 1961, había formado a partir de los años ochenta uno de los dúos artísticos más originales del panorama contemporáneo, que siguió funcionando a pesar de que Stefano se había retirado de la actividad hacía varios años por enfermedad.

Su taller, que sigue viendo nacer esas sorprendentes cerámicas que parecen auténticas vajillas, tazas de café, bandejas, restos de comida y muchos otros objetos cotidianos, está situado en la periferia industrial de Imola. Sus obras conquistaron primero Imola, luego Italia y finalmente las galerías de arte más importantes del mundo y los principales escenarios internacionales, incluidas dos Bienales de Venecia (2009 y 2011) y una Cuadrienal de Roma (2005). Por ello, el fallecimiento de Stefano Dal Monte Casoni representa una gran pérdida para todo el mundo del arte.

Su enfermedad, que fue muy larga, nos había preparado un poco para esta eventualidad, por supuesto“, recuerda su colega de toda la vida Giampaolo Bertozzi, ”pero cuando ocurre siempre es un gran golpe y un gran dolor. Es una gran pérdida, sobre todo si pienso que hemos trabajado juntos 35 años y lo hemos construido todo juntos desde los primeros años. Fuimos juntos a la escuela (él era incluso más joven que yo), Stefano sólo tenía 16 años cuando empezamos, juntos, a ensayar para una amistad y para un posible trabajo juntos en el arte. A los dos siempre nos gustó el arte. Nuestras pasiones eran las mismas, y se puede decir, después de tantos años de trabajo, que él y yo nos convertimos en una sola persona, al menos en lo que se refiere al lenguaje del arte, porque construimos un modus operandi que nos identificaba a los dos de la misma manera".

"Era una persona muy especial -continúa Bertozzi-, muy irónica, tenía una manera poco común de ver las cosas, era alegre, siempre fue muy fuerte y también positivo. Nunca se dejó abatir por las circunstancias, ni siquiera por las negativas y adversas que encontramos en el camino. Enfrentaba los problemas de una manera extremadamente positiva y fuerte. Fue una figura importante para mí, y a menudo me acuerdo de él cuando hablo con los jóvenes, y les digo que cuando tienes una presencia tan importante a tu lado, las cosas se hacen mejor de a dos que solo.

Toda la ciudad de Imola está de luto por el fallecimiento del artista. Un vacío enorme, humano y artístico, insalvable. Con el fallecimiento de Stefano Dal Monte Casoni, nuestra comunidad se queda huérfana de una figura carismática y al mismo tiempo humilde, una gran persona que era a la vez un gran artista dotado de una sensibilidad y una inteligencia raras y preciosas, a veces desorientadoras, siempre auténticas“, ha declarado el alcalde de Imola, Marco Panieri. ”Su capacidad, en la fructífera colaboración Bertozzi & Casoni, de transformar la tierra en cerámica y la cerámica en obra de arte, hasta convertirla en un lenguaje artístico universalmente reconocido y apreciado en todo el mundo, es un precioso regalo para todos nosotros, que perdurará para siempre".

Como recordó el propio alcalde, Stefano Dal Monte Casoni tenía un fuerte vínculo con su ciudad: “En su ser universal, siempre mantuvo un estrecho vínculo con la ciudad, en nombre también de una generosidad de espíritu que va mucho más allá de las prestigiosas donaciones a los museos cívicos y que se caracteriza precisamente por ese deseo de mantener sus raíces firmemente plantadas aquí, en nombre de una auténtica voluntad de escuchar y también de ponerse a disposición de su comunidad. Echaremos de menos su humanidad y su amabilidad, su sonrisa, su ironía y los frutos artísticos que aún podría haber cosechado”.

“Tenía un talento increíble”, le recuerda con estas palabras Valter Galavotti, antiguo consejero municipal de Cultura. “Ante sus cerámicas, la gente se quedaba asombrada, descubriendo que efectivamente era cerámica. Recuerdo una perrera, donada al museo de Imola, con croquetas, galletas, una colilla..... Increíble. Se abrieron paso y se establecieron en el mundo, también se movían bien en el mundo del arte. Lo siento mucho por Casoni, era un tipo muy bueno. Ahora la ciudad tendrá que pensar en un homenaje: se lo merece”.

En la foto: Stefano Casoni. Foto: Lorenzo Palmieri

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