De nada sirven los llamamientos a leer un libro durante las medidas de contención de la emergencia pandémica. La industria editorial se ha sumido en una grave crisis: así lo denuncia el Observatorio de la Asociación Italiana de Editores (AIE), que ha realizado una encuesta entre los editores. Según el AIE, el 98% de los editores cree que los daños causados por la emergencia son “significativos o dramáticos para toda la cadena de suministro”, y esta cifra es superior a la de la encuesta de la semana pasada (cuando el 91% de los editores pensaba así). Este año se publicarán 23.200 títulos menos: es decir, el 30% de toda la producción editorial italiana. Y esto significará menos ejemplares impresos (49 millones menos en 2020). El recurso a los amortiguadores sociales por parte de las editoriales también va en aumento: el 30 de marzo, el 64% de las casas declaraba haber iniciado ya procedimientos de despido, o estar en vías de planificarlos.
“Estas cifras hablan por sí solas”, afirma el presidente de la AIE , Ricardo Franco Levi. “Desde muchos sectores se están haciendo llamamientos para apoyar la cultura. No es casualidad, la alarma es clara. Por eso pedimos encarecidamente al Gobierno y al Parlamento que intervengan: pongan el foco en el mundo del libro. Lo están perdiendo”.
También denuncia el desplome de las ventas ADEI, laAsociación de Editores Independientes, que ha constatado que el mes de marzo se cerró, para los editores independientes (que representan el 46,5% del mercado), con una caída del 68% de la facturación: traducido, esto significa que 60 millones de euros se esfumaron. Los resultados se desprenden de una encuesta que la ADEI propuso a 160 editores. En cuanto a los títulos, sólo para los editores independientes habrá 10.000 títulos nuevos menos de aquí a 2020, con una disminución de las tiradas del 20% (16 millones de ejemplares menos). Y de nuevo, para el 75% de los editores independientes, la vuelta completa a la normalidad sólo será posible a partir de septiembre. Los próximos meses aún se prevén duros: para abril las estimaciones son del 10% del potencial, para mayo del 15%, y en julio del 65% del potencial.
“Necesitamos conocer los daños reales para elaborar un plan estratégico y exigir un compromiso directo del Gobierno para este sector fundamental de la cultura”, afirma Marco Zapparoli, presidente de ADEI. Las cifras, argumenta, “son ruinosas. Necesitamos una intervención inmediata del Gobierno y las regiones para paliar la falta de liquidez a corto plazo”. El próximo decreto Cura Italia también debe prever fondos para la edición de libros. El cine y el espectáculo tienen un impacto económico menor que el nuestro, pero se les han asignado 130 millones. Al mundo del libro le faltan al menos 100 millones de liquidez a corto plazo, es esencial que se asignen antes de abril: pediremos a los Ministerios de Cultura, Economía y Desarrollo tres tipos de medidas: a corto, medio y largo plazo".
Adiós a quedarse en casa leyendo: las ventas caen en picado y la situación para los editores es dramática |
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