Adiós a Gianfranco Baruchello, nos deja uno de los más grandes artistas italianos

Gianfranco Baruchello, uno de los principales artistas italianos, ha fallecido esta noche enRoma a los 98 años. Nacido en Livorno el 24 de agosto de 1924, era conocido sobre todo por susobras conceptuales y su intensa participación en la escena artística italiana de las décadas de 1960 y 1970, aunque su producción continuó ininterrumpidamente hasta hace pocos años. También fue conocido como el artista de los “dibujos minúsculos”, láminas realizadas con trazos negros y esquemáticos, y por ser uno de los principales exponentes del arte “extra-mediático”, según la definición del estudioso Enrico Crispolti, para indicar un arte que se sirve de una gran multiplicidad de medios, incluso insólitos (hasta la compra de terrenos), para trastocar las convenciones del propio arte.

Tras licenciarse en Económicas, empezó a trabajar en la industria química en 1947, antes de abandonar definitivamente su carrera en 1959 para dedicarse por completo al arte. Baruchello empezó como pintor, pero pronto se dio cuenta de que la pintura no era suficiente para expresar sus ideas y se dedicó gradualmente al arte conceptual, sin abandonar nunca la pintura. Con esta forma de arte, Baruchello buscaba expresar conceptos abstractos mediante el uso de signos y símbolos. Se formó entre París y Nueva York, donde conoció a artistas como Roberto Matta, Marcel Duchamp y John Cage, y se acercó al Pop Art y al Expresionismo Abstracto. En 1962 participó en la exposición nouveau réalistes organizada por Pierre Restany en la Sidney Janis Gallery de Nueva York y en 1963 expuso en su primera muestra individual organizada por la Galleria La Tartaruga de Roma.

Posteriormente expuso en la Bienal de Venecia (en 1976 y 1982), mientras que su primera exposición antológica data de 1982 (en el Museo Progresista de Arte Moderno de Livorno). Junto a su producción artística, cabe mencionar la publicación de libros y la realización de vídeos y películas, entre ellas La verifica incerta (1964-1965), una especie de ready-made cinematográfico, y después Costretto a scomparire (1968) y Norme per gli olocausti (1969). Una de sus acciones más interesantes fue la apertura de la empresa Agricola Cor nelia en 1973, para la que Baruchello compró un terreno en las afueras de Roma: la propia empresa se convirtió en una gran obra de arte que hablaba del valor del trabajo, la economía y los productos de la tierra, y la experiencia dio lugar a una exposición, Agricola Cornelia s.p.a. 1973-1981 celebrada en Milán.

El nacimiento de la Fundación Baruchello en su antigua casa-estudio se remonta a 1998, mientras que la gran exposición antológica Certe idee comisariada por Achille Bonito Oliva y acogida en la Galería Nacional de Arte Moderno de Roma data de 2011-2012.

Adiós a Gianfranco Baruchello, nos deja uno de los más grandes artistas italianos

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