El gran director Ermanno Olmi ha fallecido esta noche en Asiago, a la edad de 86 años. Sufría desde hacía tiempo una enfermedad que se había agravado en los últimos días: a su lado estaban sus hijos Andrea y Fabio y su esposa Loredana. El funeral, según ha anunciado ya la familia, tendrá lugar de forma estrictamente privada.
Nacido en 1931 en Bérgamo, fue autodidacta y asistió a cursos de interpretación en la Academia de Arte Dramático de Milán, mientras realizaba otros trabajos para mantenerse. Desde el principio demostró un gran talento con la cámara y entre 1953 y 1961 fue pionero en el género documental: Olmi se interesaba entonces sobre todo por las condiciones de trabajo en las empresas.
Su debut en el largometraje se remonta a 1959 con Il tempo si è fermato (El tiempo se detuvo), la historia de una amistad entre Roberto, un estudiante universitario, y Natale, un trabajador de la presa donde Roberto encontró trabajo. Olmi es famoso por verdaderas obras maestras de la historia del cine como L’albero degli zoccoli (1978), película episódica con historias de campesinos ambientada en la campiña bergamasca de finales del siglo XIX, Il segreto del bosco vecchio (1993), película basada en el relato homónimo de Dino Buzzati, Il mestiere delle armi (2001), una refinada narración de los últimos días en la vida del líder renacentista Giovanni dalle Bande Nere, y Centochiodio (2007), la historia de un profesor de filosofía que hace un gesto extremo contra su vida de intelectual y se retira a vivir a una granja abandonada en la zona de Mantua, a orillas del río Po. Su última obra, Torneranno i prati (2014), trata de la vida de los soldados en la meseta de Asiago durante la Primera Guerra Mundial.
Entre los numerosos premios que ha recibido se encuentran el León de Oro a la Trayectoria (2008) y a la Mejor Película por La leyenda del santo bebedor (1989: la película también obtuvo un Premio César y una Cinta de Plata), la Palma de Oro por El árbol de los zuecos (1978), el León de Plata por ¡Viva la dama! (1987), el Premio Federico Fellini (2007), el Pardo d’onore del Festival Internacional de Cine de Locarno (2004), el David di Donatello, el Flaiano d’Oro, el Grolla d’Oro y el Globo d’Oro por Il mestiere delle armi.
“Con Ermanno Olmi”, escribió en Twitter el Primer Ministro Paolo Gentiloni, “perdemos a un maestro del cine y a un gran ejemplo de cultura y de vida. Su mirada encantada nos contaba y nos hacía comprender las raíces de nuestro país”. Por su parte, Dario Franceschini, Ministro de Bienes Culturales, comentó: “El fallecimiento de Olmi priva a la cultura italiana de un gigante, uno de los grandes maestros del cine italiano. Un intelectual profundo que investigó y exploró los misterios del hombre y relató, con la poesía que caracteriza sus obras, la relación entre el hombre y la naturaleza, la dignidad del trabajo y la espiritualidad”.
Foto Crédito: Asociación de Amigos de Piero Chiara
Adiós a Ermanno Olmi, el gran director fallece a los 86 años |
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