Acusaciones contra el Museo Británico: "sobre la devolución de obras sacadas de sus países de origen, esconde la cabeza en la arena


Felwine Sarr y Bénédicte Savoy acusan al Museo Británico de Londres de "esconder la cabeza bajo el ala" en la cuestión de las restituciones de obras de arte.

Felwine Sarr y Bénédicte Sav oy son los autores de un informe ya muy famoso sobre el patrimonio cultural africano conservado en los museos franceses (Finestre sull’ Arte informó sobre él en el primer número de nuestro trimestral impreso): Sarr (senegalés, economista) y Savoy (francés, historiador del arte) insisten en su informe en el deber moral que tienen los antiguos países colonizadores para con las antiguas colonias, subrayando que es necesario el retorno de las obras expoliadas a sus países de origen, siempre que sea posible. Sin embargo, algunos museos hacen oídos sordos a las peticiones de restitución.

En concreto, Sarr y Savoy señalaron con el dedo al Museo Británico. El célebre museo londinense, dijeron los dos eruditos en una entrevista con The Guardian sin pelos en la lengua, se comporta “como un avestruz que esconde la cabeza en la arena”. “En Francia”, explicaron los dos académicos, "hay una expresión, la politique de l’autruche (la política del avestruz) que se utiliza para indicar cuando te enfrentas a un problema pero no quieres verlo“. Los británicos, sin embargo, ”tendrán que responder y no pueden seguir ocultando estos problemas durante mucho tiempo".



Y de hecho, los fondos del Museo Británico están compuestos por un gran número de objetos procedentes de los países que fueron colonias del Imperio Británico. El caso del moaï de la isla de Pascua, que los habitantes de Rapa Nui, incluso enviando una delegación a Londres, han pedido que les sea devuelto, ha causado un revuelo internacional: los isleños insisten y las negociaciones avanzan muy lentamente porque los británicos quieren aguantar para dejar marchar al gigante de piedra. Pero eso no es todo: también están los bronces de Benín sacados de su país de origen durante una expedición punitiva en 1897. Para ellos, los británicos han propuesto un préstamo a museos africanos, que Sarr y Savoy consideran insuficiente. “No es suficiente”, dicen, “porque el derecho de propiedad pertenece siempre al prestamista. Pero si se devuelve un bien se produce, en cambio, una transferencia del derecho de propiedad”. Y por supuesto, dice Savoy, la cuestión también adquiere implicaciones simbólicas: “si puedes prestar objetos, consigues respeto en el mundo de los museos, porque eres tú quien impone tus condiciones”. Según la lógica capitalista, tener la capacidad de prestar te da poder y significa que puedes imponer tus derechos".

El British, por su parte, ha hecho saber que “la transparencia sobre la procedencia de los objetos es siempre bienvenida”, según ha declarado un portavoz del museo a The Guardian, añadiendo que la institución está de acuerdo con la hipótesis de crear “relaciones nuevas y más justas entre Europa y África”. Sin embargo, continúa el portavoz del museo, “creemos que el punto fuerte de la colección es su amplitud y alcance, que permite a millones de visitantes comprender las culturas del mundo y las formas en que están interconectadas (a través del comercio, la migración, la conquista o el intercambio pacífico)”.

Mientras tanto, impulsada por la relación entre Saboya y Sarr, la colaboración entre Francia y los países africanos continúa (como es bien sabido y también hemos comentado en estas páginas, varias antiguas colonias se han adelantado a solicitar sus obras, empezando por Senegal y Costa de Marfil, seguidas de cerca por otros países). Ciertamente, el informe no ha estado exento de críticas (hay, por ejemplo, quien lo ha considerado excesivo), pero para sus redactores se trata, no obstante, de “hablar abiertamente de restitución”, porque eso significa hablar de “justicia, reequilibrio, reconocimiento y reparación”. Y sobre todo, para Felwine y Sarr, es también una forma de iniciar nuevas relaciones culturales.

En la foto: entrada del Museo Británico. Foto Créditos Eric Pouhier

Acusaciones contra el Museo Británico:
Acusaciones contra el Museo Británico: "sobre la devolución de obras sacadas de sus países de origen, esconde la cabeza en la arena


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