Ayer se presentó en Roma el Informe Federculture 2019, que, además de examinar los temas culturales del año pasado, analiza, con motivo de su 15º aniversario, el consumo cultural en la década 2008-2018. La cifra que llama inmediatamente la atención es la grave pérdida de recursos públicos en cultura (por parte de municipios, regiones, provincias): se han perdido 700 millones de euros en diez años. En 2008, el gasto público total (Estado, municipios, provincias y regiones) rondaba los 6.500 millones de euros, que se han reducido a 5.849 millones. Entrando más en detalle, el gasto estatal ha aumentado (de 2.116 millones en 2008 a 2.428 en 2018, aunque hay que tener en cuenta que en los peores momentos de la crisis económica internacional el gasto cayó por debajo de los 2.000 millones de euros), mientras que el de las entidades locales no se ha recuperado: los municipios han pasado de 2.462 millones a 1.896 millones, las provincias de 295 a 52 millones. En cuanto al gasto público en relación con el PIB, Italia sólo invierte el 0,8%, mientras que el porcentaje de gasto en cultura respecto al total es del 1,7%.
Los largos periodos de crisis económica han repercutido en las pérdidas, y lo mismo ocurre con el consumo cultural de los hogares, que cayó un 4,6% entre 2008 y 2013 (mientras que el consumo global creció un 1%: esto significa que durante la crisis los italianos ahorraron dinero recortando su gasto en productos culturales), pero luego volvió a crecer (+13,4%) en el quinquenio 2008-2013 (frente a un crecimiento global del consumo del 8,8%). El número de lectores (-5,5% de 2008 a 2018) y espectadores de teatro (-4,8%) disminuyó, mientras que aumentó el número de visitantes de museos y exposiciones (+14%), sitios y monumentos (+31%), espectadores de cine (+0,4%) y conciertos de música ligera (+2,8%). También aquí se produjo una vuelta al crecimiento tras el periodo de crisis 2008-2013, durante el cual el consumo había caído en todas partes (-7,5% los museos, -8,9% el teatro, -4,4% el cine, -8,8% los conciertos). En detalle, los visitantes de museos pasaron de 33 millones en 2008 a 55 millones en 2018 (+67%), creciendo especialmente entre 2013 y 2018 (+44%, de 38 a 55 millones de visitantes).
Las cifras de lectores siguen siendo desalentadoras: la caída del -5,5% (correspondiente a 1,3 millones de lectores menos) se refiere a aquellos que leen al menos un libro al año. Así, el número de italianos que leyeron al menos un libro en 2018 desciende a 23 millones. Pero también disminuyen los lectores no ocasionales: -7,9% los que leen entre 1 y 3 libros al año (-18,9% en el sur). En cambio, crecen los lectores que leen más de un libro al mes: +2,8% en diez años.
“La cultura”, comentó el Ministro de Patrimonio Cultural , Dario Franceschini, al margen de la presentación de los datos, “es estratégica para el crecimiento sostenible del país. Italia siempre ha sabido hacer del entrelazamiento de belleza, arte y creatividad un rasgo fundacional de su identidad y un elemento de fuerza. Apostar por esta vocación del país es una de las claves para superar los retos a los que nos enfrentamos. Por eso he apoyado y sigo apoyando al Ministerio de Cultura y Turismo como principal departamento económico del país. Ahora es importante invertir cada vez más en la creatividad y en lo contemporáneo, sin olvidar el deber de preservar y valorizar el inestimable patrimonio que hemos heredado del pasado. Por ello, en la nueva estructura del ministerio habrá una estructura que se ocupará permanentemente de las industrias culturales y creativas”.
700 millones de euros públicos para cultura perdidos en diez años. Bajan los lectores pero aumentan los visitantes de museos |
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