Doscientas sesenta obras de arte dañadas por el terremoto que asoló el centro de Italia en 2016 y salvadas gracias a la labor de los “ángeles del terremoto”, diez jóvenes restauradores graduados en el Opificio delle Pietre Dure, con una aportación de 130.000 euros financiada por la Fondazione Cassa di Risparmio di Firenze: este es el resultado de la operación de un año de duración que empleó a los diez jóvenes profesionales en el depósito de Santo Chiodo, en Spoleto, donde se almacena la mayor parte de las obras dañadas por el seísmo.
Las intervenciones que permitieron la recuperación apoyaron considerablemente la labor de la Superintendencia de Umbría, que instaló el depósito de Santo Chiodo, a prueba de terremotos, en una superficie de cinco mil metros cuadrados, en un lugar equipado con las tecnologías más modernas para la recuperación y conservación de las obras recuperadas de entre los escombros. El modelo de colaboración público-privada ha tenido como objetivo, explica una nota de la Fundación, “poner en red a destacadas instituciones florentinas con iniciativas de amplio alcance, valorizando las competencias nacidas y desarrolladas en la capital y exportándolas, si es necesario, más allá de las fronteras del territorio”.
En la foto: el depósito de Santo Chiodo en Spoleto.
260 obras dañadas por el terremoto salvadas por los "ángeles del terremoto" y la Fondazione CR Firenze |
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