Vicenza, nueva exposición para la gran colección de iconos rusos del Palazzo Leoni Montanari

A partir del 3 de julio de 2021, la Gallerie d’Italia de Intesa Sanpaolo en Vicenza, identificada como la “casa de los iconos” desde la inauguración del museo en 1999, ofrecerá al público una selección de setenta iconos rusos de la colección Intesa Sanpaolo, expuestos en una renovada exposición permanente. Hasta el 3 de julio de 2022, el recorrido del museo, en los espacios de la planta baja, se enriquece con el diálogo con las obras del artista contemporáneo Valery Koshlyakov. El proyecto está comisariado por Silvia Burini y Giuseppe Barbieri, directores del Centro de Estudios de las Artes de Rusia (CSAR) de la Universidad Ca’ Foscari de Venecia.

La selección de iconos ofrece la oportunidad de contemplar una amplia secuencia de obras maestras del arte sacro en Rusia, diferentes en cuanto a épocas y lugares de su producción. Aspectos peculiares del lenguaje icónico (color tímbrico, geometría compositiva, proporciones de importancia, perspectiva invertida) instan al observador a abandonar esquemas ligados a la representación basada en criterios de verosimilitud, para descubrir la riqueza simbólica de un lenguaje sólo aparentemente ingenuo. Articulada temática y diacrónicamente, la exposición sigue la evolución progresiva en el tiempo, del siglo XIII al XIX, de este arte practicado principalmente por los monjes iconógrafos, en el seno de los talleres presentes en los cenobios. Su expresión artística estaba destinada a permanecer completamente anónima, sin firma, ya que se ofrecía humilde y silenciosamente como una oblación a Dios y como un don de caridad (amor fraternal) para el mundo. Guiado espiritualmente por la inspiración divina, el isógrafo “escribe” su mensaje visual de fe, honrando la memoria de la tradición y proyectando idealmente esta obra hacia el futuro, bajo la bandera del acontecimiento escatológico.

La nueva exposición de iconos rusos en el Palacio Leoni Montanari

La disposición de la colección

El diseño de la exposición se ha preparado con nuevos criterios museográficos, para acoger y “narrar” los iconos mediante formas innovadoras de exponerlos y disfrutarlos: se ha optado por pasar de una exposición a una experiencia. Se acompaña al visitante al interior del mundo de la representación de lo sagrado en la tradición rusa, que se encarna en el rito ortodoxo, revivido a diario: el rito que Florensky señalaba como “síntesis” viva de las artes, contraponiéndolo al espacio neutro del “museo”.

La primera sala del recorrido expositivo, inmersiva y multisensorial, es un entorno narrativo que entabla un diálogo entre la milenaria civilización rusa de la representación de lo sagrado y una “mirada occidental” actualizada, respetuosa y rigurosa con esa tradición y a la vez comprometida con proporcionar al visitante claves adecuadas y estimulantes para su comprensión. La sala recibe al visitante al comienzo de su viaje visual hacia la espiritualidad ortodoxa rusa: mientras que para Occidente el icono es simplemente un artefacto realizado en un periodo histórico concreto, en Rusia es un organismo siempre vivo. El icono es una palabra en imágenes, un acto de oración y un instrumento litúrgico: no es un objeto para ser observado (y admirado), sino un signo vivo en una dimensión de devoción y contemplación. Producido por Studio Arts Media de Moscú, dirigido por Nikita Tichonov, el vídeo sumerge al espectador en la intensidad de los rituales de la Iglesia de la Anunciación de la Santa Madre de Dios, en el pueblo de Pavlovskaya Sloboda, en la región de Moscú.

En la segunda sala, junto a algunos de los iconos más representativos de la colección, se han colocado una treintena de paneles que forman una especie de iconostasio (el muro que en las iglesias ortodoxas separa el espacio de los fieles del presbiterio, al que sólo tienen acceso los sacerdotes), para que los visitantes comprendan la función primordial de los iconos en la tradición rusa. En la tercera sala se propone periódicamente un diálogo entre el mundo del icono y las expresiones artísticas modernas y contemporáneas que remiten a esa matriz antigua. En esta ocasión, la comparación es con uno de los mayores artistas rusos vivos, Valery Koshlyakov. Nacido en 1962 en Sal’sk, al sur de Rusia, Koshlyakov lleva muchos años viviendo en París y suele utilizar materiales de pobreza explícita para crear sus obras: cartón, cinta de embalar, capas superpuestas de pintura al óleo y pintura en spray. Tras un largo y extenso reconocimiento de la arquitectura popular y los objetos cotidianos que, en su opinión, remiten a la estructura compositiva del icono, Koshlyakov ha creado en los últimos cinco años una amplia secuencia de ikonosy, signos que unen los escenarios de los fondos del icono con la actualidad. La exposición Arquitecturas celestiales se compone de un núcleo de ikonosy creadas especialmente por el artista en estrecho diálogo con cuatro iconos seleccionados de la colección Intesa Sanpaolo, en los que se aprecia la presencia de detalles que luego han “migrado”, transformándose, en sus fantasías arquitectónicas.

En la cuarta y última sala, junto a contenidos didácticos sobre la técnica de elaboración de los iconos, se exponen algunos revestimientos metálicos (rize y basme) que han protegido y embellecido los paneles pintados a lo largo de los siglos. La exposición concluye con una instalación multimedia en pantalla táctil, comisariada por camerAnebbia, Milán, que ofrece información esencial sobre el icono y sus fases de producción, con especial atención a los menologues, iconos que representan santos y fiestas religiosas del calendario litúrgico. También es nueva la bóveda donde se guardan los iconos de la colección no presentados en las salas de exposición, a disposición (previa solicitud) de estudiosos y conocedores. La sala, de dos plantas, está equipada con un sistema de estanterías que alberga las valiosas placas y permite almacenar las obras según las normas museísticas más recientes. Están previstas numerosas iniciativas colaterales al proyecto expositivo: visitas guiadas e itinerarios temáticos para descubrir el lenguaje simbólico de los iconos o acercarse a la imaginería de un artista contemporáneo; cuentos animados para niños y actividades educativas gratuitas para escuelas de todos los niveles.

La nueva exposición de iconos rusos en el Palazzo Leoni Montanari

Historia de la colección de iconos rusos del Palazzo Leoni Montanari

Las Gallerie d’Italia - Palazzo Leoni Mon tanari albergan la colección de iconos rusos de Intesa Sanpaolo. El núcleo original, formado por una colección privada italiana adquirida a principios de los años noventa, se enriqueció posteriormente con una serie de láminas de gran valor artístico de los siglos XV-XVI y dos extraordinarios iconos de Nóvgorod de la segunda mitad del siglo XIII, que representan el Descenso a los infiernos y laAscensión a los cielos del profeta Elías. Estas adquisiciones no se limitaron a aumentar la colección (que ahora consta de 462 piezas), sino que le dieron, incluso a los ojos de los especialistas en arte bizantino y ruso antiguo, un estatus radicalmente nuevo. Según el consenso de los expertos, la colección figura entre las más importantes de Occidente, tanto por el número total de obras como por la presencia de obras maestras extremadamente raras del periodo alto.

Abarcando un periodo cronológico muy amplio, del siglo XIII al XIX, la colección documenta las diferentes fases de la pintura rusa de iconos entre la Edad Media y la Edad Moderna, a través de sus numerosas escuelas y centros artísticos. Junto a los iconos de Moscú, Nóvgorod, Vladimir, Tver’ y Pskov, escuelas ilustres y ampliamente conocidas, hay prestigiosos ejemplos procedentes de las zonas provinciales del centro y el norte de Rusia, donde operaban talleres situados a menudo a lo largo de las rutas comerciales de las regiones atravesadas por el río Volga. La característica principal de la colección Intesa Sanpaolo, incluso en comparación con las colecciones de Europa del Este y de la propia Rusia, es el amplio espacio dedicado a las obras creadas en los siglos XVIII y XIX, el periodo posterior a las reformas del zar Pedro el Grande (1672-1725), testimonio de una viva expresividad y de una gran variedad de estilos que devuelve dignidad y valor a épocas hasta ahora poco consideradas.

Desde su adquisición, toda la colección ha estado bajo la tutela de un comité científico internacional, coordinado por Carlo Pirovano e integrado por Engelina S. Smirnova, John Lindsay Opie (recientemente fallecido) y Eva Haustein-Bartsch, que en 2003 editó el catálogo razonado de todo el corpus (Electa, Milán) y ha supervisado la conservación de las láminas a lo largo del tiempo.

En 1999, tras la adaptación de las salas de la planta superior del Palazzo Leoni Montanari a fines expositivos, sobre la base de un proyecto del arquitecto Alberico Belgioioso, se expuso un núcleo de 140 iconos en el marco de un itinerario permanente que contribuyó inmediatamente a identificar la primera sede museística del banco como la “casa del icono”. En 2018, tras haber iniciado una fase de reorganización de los espacios expositivos del palacio, los iconos rusos se alojaron temporalmente en el almacén anexo a las galerías para someterse a un programa de conservación con vistas a nuevas formas de valorización.

Para celebrar el vigésimo aniversario del nacimiento de la “casa del icono”, y sobre todo para garantizar una fruición actualizada de la colección, en 2019 se firmó un acuerdo de colaboración con la Universidad Ca’ Foscari de Venecia y el Centro de Estudios de las Artes de Rusia, que dio lugar a la elaboración del proyecto científico de la exposición Kandinsky, Gončarova, Chagall. Sagrado y belleza en el arte ruso, presentada en las Gallerie d’Italia de Vicenza del 5 de octubre de 2019 al 26 de enero de 2020, y en la nueva exposición permanente de la colección de iconos, que ahora se exhibe en la planta baja del palacio en un renovado itinerario “inmersivo” comisariado por el profesor Giuseppe Barbieri y la profesora Silvia Burini. La importancia del proyecto es doble: junto a las salas de exposición, donde el público puede admirar de nuevo unas 70 piezas de la colección, se ha creado una nueva zona de almacenamiento bien equipada en las salas adyacentes a la zona museística y a la sala de conferencias, testimonio concreto del compromiso de Intesa Sanpaolo con la protección y valorización de su patrimonio artístico.

La nueva exposición de iconos rusos en el Palazzo Leoni Montanari

Vicenza, nueva exposición para la gran colección de iconos rusos del Palazzo Leoni Montanari

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