En Venecia, la Fondazione Querini Stampalia busca un nuevo director, pero la forma en que la fundación lo busca suscita varias perplejidades y hace enarcar muchas cejas en el mundo del patrimonio cultural. De hecho, no se trata de una convocatoria de candidaturas, sino de un anuncio de selección “para solicitar y recoger manifestaciones de interés de personas cualificadas que reúnan los requisitos necesarios”.
El director “ideal” de la Fondazione Querini Stampalia debe tener, según se indica en el anuncio, experiencia demostrada en la gestión de fundaciones o instituciones culturales, experiencia en la realización de proyectos culturales, en actividades o proyectos de recaudación de fondos, marketing y comunicación, y también en la gestión de negociaciones, contratos, proyectos, así como competencias básicas en temas económicos/financieros, conocimiento de italiano e inglés, experiencia internacional y, por último, un título universitario o un máster. No se requieren conocimientos científicos. El puesto será a tiempo completo y tendrá una duración de tres años, renovables. También se requiere una residencia habitual en Venecia durante el periodo del nombramiento, por lo que no habrá traslado de directores.
ElICOM, Consejo Internacional de Museos, principal organismo mundial de representación de museos, criticó el anuncio. “Según las normas italianas y europeas sobre las profesiones museísticas”, afirma el ICOM en una nota, “la figura del Director de las instituciones culturales debería tener, en cambio, una triple función: científica, cultural y de gestión y, al mismo tiempo, una institución como la Fondazione Querini Stampalia de Venecia, debería aspirar a la mejor candidatura posible tanto a nivel nacional como internacional”. El problema del concurso Querini Stampalia, según el ICOM, es que es demasiado genérico. “En realidad, el concurso debería ser una oportunidad para aprovechar lo mejor que ofrece el panorama de los profesionales de la cultura. Publicar una ’convocatoria’ tan genérica, sin explicitar el comité de evaluación, sin prever una entrevista con los candidatos, sin dar el debido valor a la titulación y a las publicaciones científicas buscando un perfil que sólo tenga características económico-gerenciales, podría correr el riesgo de identificar a un candidato mediocre con una formación exclusivamente técnica sin aptitudes científicas”.
“Hoy más que nunca”, sostiene el ICOM, “es importante garantizar a las instituciones culturales italianas perfiles de alto nivel con Directores que definan las opciones estratégicas del Instituto a medio y largo plazo, asegurando una gestión directiva sostenible y garantizando al Instituto visibilidad y autoridad. Los directores deben representar a los museos, bibliotecas, archivos y sus colecciones con programas de estudio, investigación y valorización, deben desarrollar asociaciones a todos los niveles, entablar un diálogo con la comunidad científica nacional e internacional e interpretar las necesidades del público, los ciudadanos y otras partes interesadas. Se trata de una elección consciente que debe hacerse también en relación con el esperado nacimiento del Sistema Nacional de Museos que, con su proceso de acreditación, impone unas normas mínimas comunes, entre las que figura en primer lugar la presencia de un Director cualificado”.
La organización hace un llamamiento a los responsables políticos y a los miembros de los consejos de administración de las Fundaciones e Institutos Culturales, subrayando que el caso de Querini Stampalia es sólo el último (el ICOM cita los de los Museos Cívicos de Venecia y Trieste) para que gestionen con responsabilidad y transparencia la elección de figuras tan estratégicas para el futuro de la cultura italiana.
La Fondazione Querini Stampalia es uno de los principales tesoros culturales de Venecia. Fundada en 1869 por el filántropo Giovanni Querini Stampalia, la Fundación tiene como objetivo preservar y promover el patrimonio cultural y artístico de la familia Querini Stampalia y de Venecia en general. La sede de la Fundación se encuentra en un espléndido palacio del barrio de Castello, el Palazzo Querini Stampalia, a poca distancia de la Plaza de San Marcos: construido originalmente en el siglo XVI, el edificio ha sido ampliado y remodelado a lo largo de los siglos hasta alcanzar su forma actual gracias a la intervención del arquitecto Carlo Scarpa en la década de 1960. Uno de los puntos centrales del palacio es el jardín interior, diseñado por Scarpa. La Fundación Querini Stampalia alberga una vasta colección de obras de arte (de artistas como Giovanni Bellini, Lorenzo di Credi, Giambattista Tiepolo, Pietro Longhi), muebles antiguos, manuscritos y otros objetos de época que pertenecieron a la familia Querini Stampalia.
Venecia, la Fondazione Querini Stampalia busca nuevo director, pero las críticas proceden del ICOM |
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