El nuevo Museo de la Ciudad y el Territorio, que se llamará Classis Ravenna, abrirá sus puertas en Rávena el 1 de diciembre de 2018: el nuevo instituto se ubicará en la antigua refinería de azúcar de Classe y será el punto de referencia cultural para todo aquel que desee comprender a fondo la historia de Rávena, desde los primeros asentamientos hasta la civilización etrusca, pasando por el importante papel de la ciudad en la época romana y llegando a Rávena como capital del Exarcado Bizantino.
El museo se encuentra en una zona que en su día fue símbolo de la decadencia social y hoy, en cambio, se ha convertido en la tarjeta de visita de Rávena y su ilustre historia antigua: es la zona de la antigua refinería de azúcar, cerca de la basílica de Sant’Apollinare, donde, en las primeras décadas del siglo pasado, seiscientos trabajadores transformaban toneladas de remolacha en montañas de azúcar que, por barco y ferrocarril, llegaban a Italia y Europa. Luego vino el declive y, en 1982, el cierre. Y, con el abandono de la producción, los edificios también se abandonaron y cayeron en la decadencia. La idea de transformar uno de los problemas más acuciantes de la ciudad en un recurso fundamental para el futuro de Rávena se remonta a la década de 1990. Así, con una inversión de 22 millones de euros apoyada por el Ayuntamiento de Rávena con el Mibact, la Región de Emilia-Romaña y la Unión Europea, y con la contribución decisiva de la Fondazione Cassa di Risparmio di Ravenna, el complejo pudo recuperarse y transformarse en museo según el proyecto confiado al arquitecto Andrea Mandara, que trabajó al servicio de un prestigioso comité científico coordinado por Andrea Carandini.
El recorrido de Classis Ravenna estará marcado sobre una base cronológica y tendrá en las más de seiscientas piezas expuestas el eje de la narración, para cubrir el periodo histórico desde la época prerromana hasta el año mil. En ocasiones, el protagonismo recaerá en piezas individuales de especial valor e importancia; otras veces serán grandes grupos de objetos, como en el caso del puerto de Classe, que podrá ilustrarse ampliamente gracias a los cientos de hallazgos desenterrados en recientes excavaciones. Los objetos de la vida cotidiana (ánforas, cerámicas, monedas) encontrarán un espacio adecuado junto a los materiales más significativos desde el punto de vista artístico (estatuas, mosaicos y otros). De este modo será posible articular una narrativa que contemple todas las esferas de la comunidad y los diferentes estratos sociales presentes en la ciudad y el territorio. En la línea temporal se injertan una serie de “áreas de profundización” sobre temas específicos: se dedica especial atención a los aparatos didácticos e ilustrativos, con un amplio uso de reconstrucciones gráficas y tridimensionales, películas, maquetas y otras herramientas. Por último, Classis Ravenna - Museo de la Ciudad y del Territorio, junto con el Antiguo Puerto de Classe (inaugurado en 2015) y la Basílica de Sant’Apollinare in Classe, formará el Parque Arqueológico de Classe, que se completará, en el futuro, con la musealización de la Basílica de San Severo.
“Classe Ravenna será el punto de partida necesario para cualquier visita. No sólo a la zona arqueológica contigua del antiguo Puerto de Classe, sino a toda la ciudad”, anuncia Giuseppe Sassatelli, Presidente de la Fundación Ravenna Antica, a la que el Ayuntamiento ha confiado la realización y gestión del nuevo Museo, junto con los del Puerto Antiguo, la Basílica de Sant’Apollinare y, en el corazón de Rávena, la Domus dei Tappeti di Pietra, el Museo TAMO y la Cripta Rasponi. “A través de materiales arqueológicos cuyo valor intrínseco se ve potenciado por estar propuestos en una perspectiva unitaria, así como apoyados por las más modernas ayudas tecnológicas”, prosigue Sassatelli, "aquí se pueden revivir todas las principales coyunturas de la historia del territorio, desde la prehistoria hasta la antigüedad romana, desde las fases gótica y bizantina hasta la Alta Edad Media.
Además, desde el Classis Ravenna, subraya el alcalde Michele De Pascale, “se puede llegar fácilmente a otras joyas de Rávena. En primer lugar, la adyacente Basílica de Sant’Apollinare, pero también el Puerto Antiguo, las excavaciones de San Severo y toda la zona medioambiental al sur de Classe, desde el pinar hasta Ortazzo y Ortazzino, objeto de un proyecto de reurbanización, como está ocurriendo con la estación de ferrocarril que ha crecido para dar servicio a la antigua refinería de azúcar”.
“Classis Ravenna”, subraya la concejala de Cultura, Elsa Signorino, “no será simplemente un contenedor de materiales, sino también un centro activo de investigación y formación del más alto nivel. Aquí, amplios laboratorios de estudio y restauración permitirán a profesores y estudiantes universitarios desarrollar sus actividades en el marco de sus cursos de formación e investigación. El nuevo museo permitirá conocer y valorar todo el patrimonio histórico arqueológico de la zona a través de un itinerario expositivo innovador, fascinante y riguroso, capaz de implicar y emocionar a los visitantes. Como todos los museos contemporáneos, desarrollará una multiplicidad de funciones: exposición, actividades de estudio e investigación, laboratorios didácticos y laboratorios de inclusión digital para la experimentación de start-ups innovadoras. Todo ello con una fuerte vocación por el territorio”.
“La nueva constitución de Classis Ravenna”, subraya el arquitecto MAndara, “nos lleva a reflexionar sobre este aspecto central de la función educativa del patrimonio para la comunidad cívica de referencia y para todos los usuarios: la vida exterior entra en el interior de la antigua fábrica, transformándola en un polo de agregación y conocimiento, en un museo vivo”. El emplazamiento en la antigua azucarera recuperada es emblemático, por su relación con los acontecimientos productivos y sociales del lugar y por formar parte de una zona rica en testimonios históricos: un verdadero baluarte en el límite del Parque Arqueológico de Classe. Evidentemente, la cuestión del museo vivo no sólo se refiere a la forma en que el edificio y sus partes se abren hacia el contexto territorial, sino también a los criterios con los que despliega sus contenidos culturales. Se trata, se ha dicho, de un museo pensado como servicio al público para hacer partícipe al visitante de la historia de su propia tierra, a través de una serie de conexiones entre los materiales arqueológicos y la realidad histórica y topográfica de la ciudad, para evitar que los testimonios del pasado aparezcan como meras etapas de la historia del arte. La idea de un museo que sitúa al público y no a las disciplinas en el centro de su misión está en el corazón del nuevo proyecto, empezando por su relación con el lugar: un museo concebido como parte del territorio y de la identidad que narra".
Para más información, visite www.classisravenna.it. A continuación, algunas imágenes.
Mosaico del llamado Palacio de Teodorico, mármol blanco de Istria, mármol negro de Italia, terracota, palombino, mármol rosa de Verona. Principios del siglo VI. |
Estela funeraria de un clasario, mármol, primera mitad del siglo I-III d.C. |
Estatua de mujer, mármol, siglo I d.C. |
Mosaico de boxeadores, diferentes mármoles, mediados del siglo I a.C. |
Kylix ático de figura negra, cerámica, época prerromana. |
Fíbulas arqueadas, plata, con restos de dorado, primera mitad del siglo V a.C. |
Tesoro Classe, plata, con restos de dorado, principios del siglo VII d.C. |
Un nuevo museo de arte, historia y arqueología abre sus puertas en Rávena. Fotos |
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