Trescientos paneles solares instalados en la azotea del museo: así es como el Guggenheim Bilbao reduce los costes energéticos, mediante una intervención, presentada a finales de julio, que ahorrará cerca del 5% del consumo eléctrico del museo y cubrirá las necesidades de iluminación de todas las salas de exposición. Los paneles solares se han colocado en las dos cubiertas más grandes del edificio, de forma que no sean visibles desde la calle y queden integrados en su arquitectura. La preservación de la singularidad arquitectónica del edificio fue un reto importante en el desarrollo del proyecto, y el diseño, en consonancia con otros elementos como los lucernarios, fue aprobado por el arquitecto Frank Gehry, autor del museo, y el Ayuntamiento de Bilbao.
Se completa así el proyecto de paneles solares en las instalaciones del Museo Guggenheim Bilbao, que comenzó en enero de este año con la colocación de 90 paneles fotovoltaicos en el almacén exterior del museo, que proporcionan una media del 30% de las necesidades eléctricas totales de la instalación, aunque en los días soleados los paneles cubren la totalidad de las necesidades eléctricas del almacén.
El Guggenheim Bilbao cree firmemente en el reto de la sostenibilidad medioambiental, que ocupa un papel central en el plan estratégico del Museo, con el compromiso de avanzar hacia la neutralidad climática en 2030. La instalación fotovoltaica en las cubiertas del edificio es una de las actuaciones del plan de sostenibilidad ambiental 2024-2025 y es un proyecto financiado con fondos europeos NextGenerationEU.
Además, el Museo Guggenheim Bilbao es el primer museo a nivel internacional en medir su huella de carbono, incluidas las emisiones indirectas, y en hacer pública esta medición. Esta es una de las principales iniciativas que el museo lleva a cabo desde 2019, ampliando progresivamente su alcance. A partir de 2022, se calculará la huella de carbono completa de todas las exposiciones, incluida su logística y museografía. En 2023, la huella del Museo fue de 2.561,84 toneladas de CO2, lo que supone una reducción del 12% respecto a la medición media anual del periodo 2019-2022 debido a las distintas medidas que ha tomado la institución.
Además, a partir del 1 de junio de 2024, el 100% de la electricidad suministrada al Museo es de origen sostenible, lo que reducirá la huella de carbono del Museo en más de un tercio. El Museo ha actuado de forma espectacular, reduciendo el consumo de gas en un 35% y el de electricidad en un 6% desde que en 2022 empezó a aplicar parámetros de control de la temperatura y la humedad relativa más adecuados a las condiciones exteriores. Desde ese año, el museo ha liderado internacionalmente este cambio en las normas de conservación preventiva de obras de arte, que tiene un gran impacto en las emisiones de CO2 de las grandes instituciones museísticas. En el último trimestre de 2024, el Museo seguirá avanzando en la flexibilización de los parámetros de humedad relativa de las salas de exposición.
Pero eso no es todo: el Museo sigue investigando y experimentando con materiales más respetuosos con el medio ambiente para las exposiciones. Este año, en la exposición de pequeño formato Aprendiendo a través del arte, se utilizaron por primera vez pinturas biodegradables y paneles de fibra de madera 100% reciclables, con resultados positivos. A lo largo de estos dos años se seguirá experimentando con diferentes materiales con el objetivo de poder reutilizar y/o reciclar todos los elementos utilizados en los decorados de las exposiciones. Asimismo, el Museo intensificará el uso de embalajes alquilados en lugar de cajas de nueva construcción, así como la supervisión virtual en el traslado e instalación de obras itinerantes entre instituciones, una tecnología implantada en 2020 que reduce los desplazamientos del personal.
Imagen: paneles solares en el tejado del Guggenheim Bilbao
Un museo verde: el Guggenheim Bilbao instala 300 paneles fotovoltaicos en la cubierta |
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