Reabrió oficialmente sus puertas el pasado 3 de julio, pero los visitantes sólo pueden entrar los martes y los viernes: es el caso del Museo Nacional de Rávena, uno de los más importantes del norte de Italia (es un referente del arte de la época tardorromana y bizantina, además de poseer una importantísima colección de marfiles e iconos). El instituto se ve obligado a cerrar sus puertas cinco días a la semana, incluidos sábados y domingos, por falta de voluntarios. Parece increíble que esto pueda ocurrir en un museo que es la tarjeta de presentación de la capital italiana del arte bizantino, pero ocurre.
Cuando el público preguntó en la página oficial de Facebook por qué el museo sólo abre dos días a la semana, el personal del museo respondió lacónicamente que el problema es la “falta de personal”. En realidad, nada nuevo en comparación con el periodo anterior a Covid, ya que la escasez de personal era la misma incluso antes del cierre debido a la emergencia sanitaria. Pero hay un detalle fundamental que ha cambiado: los voluntarios de Auser, que solían prestar sus servicios en el museo, ya no garantizan sus actividades en el periodo post-Covid. Es fácil deducir que la apertura del museo descansaba sobre la base muy poco sólida del servicio de los voluntarios.
Pero no sólo existe el problema de que los voluntarios no puedan entrar en servicio. En una nota, el museo explica que “el voluntario nunca es un componente prioritario en nuestros sitios, sino un recurso valioso”. Hay otros problemas: “el museo”, reza el documento, “no puede contratar: sólo se puede llegar a ser supervisor adjunto (además de funcionario) preparando y aprobando una oposición pública”. Además, la oposición para los 1.052 cuidadores está bloqueada precisamente por la emergencia sanitaria. Y de nuevo, “el número de cuidadores”, señala el museo, “se ha reducido a la mitad en los últimos años”. No hay concurso = no hay sustitución de jubilados“. Y los custodios, añade el museo, ”prestan servicio de forma rotatoria en todos los monumentos bajo jurisdicción del MiBACT en Rávena“. Para garantizar la apertura regular de los lugares más visitados, se han reducido las aperturas de los demás monumentos”. Una cuestión de manta corta...“. Por último, el personal, concluye el museo, ”desgraciadamente se ha reducido aún más debido a Covid-19".
En resumen, a falta de cuidadores y en una situación de grave bloqueo, la cuestión está clara: sin voluntarios, no hay museo abierto. Una situación que, por desgracia, es cada vez más insostenible.
En la foto: el Museo Nacional de Rávena. Foto. Crédito Finestre sull’Arte
Rávena, el Museo Nacional carece de voluntarios: el instituto se ve obligado a cerrar cinco días a la semana |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.