Pompeya, la Casa de los Ceii y el complejo de Julia Félix reabren al público

A partir de hoy, 1 de noviembre de 2018, reabren al público dos importantes viviendas de Pompeya: se trata de la Domus dei Ceii, conocida por las pinturas de las paredes del jardín que representan escenas de inspiración egipcia y animales salvajes, y la Praedia de Julia Felix, un gran complejo residencial con amplios espacios verdes, ricas decoraciones y un lujoso barrio balneario privado.

La Domus dei Ceii llevaba varios años cerrada, mientras que la Praedia di Giulia Felice se había reabierto parcialmente tras la restauración de los aparatos decorativos llevada a cabo entre 2015 y 2016 en el marco del Proyecto Gran Pompeya. Los dos complejos han sido sometidos recientemente a obras de mejora, regimentación de aguas pluviales y mantenimiento de cubiertas, que eran necesarias debido a una progresiva pérdida de funcionalidad de las propias cubiertas. Esta pérdida de funcionalidad exponía a las estancias inferiores, caracterizadas por sus yeserías decoradas y sus valiosos suelos, a un grave riesgo de degradación. Los trabajos realizados forman parte del proyecto “Italia por Pompeya”, financiado con fondos de la Comunidad Europea POR-FESR 2007 -2013, que ya había afectado a otras casas de las Regiones I y II, entre ellas la Domus del Larario Fiorito y la Domus del Triclinio all’aperto, reabiertas el año pasado.

Así, vuelve a ser visible la gran escena de caza con animales salvajes que adorna la pared del fondo del jardín de la Casa de los Ceii, así como los paisajes egipcios poblados de pigmeos y animales típicos del delta del Nilo representados en las paredes laterales adyacentes. Son temas que se repiten a menudo en la decoración de los muros perimetrales de los jardines pompeyanos, con el fin de agrandar ilusoriamente las dimensiones de los espacios y evocar en ellos una atmósfera idílica y sugerente. En este caso, con toda probabilidad, el tema de las pinturas testimoniaba también un vínculo y un interés específicos que el propietario de la domus tenía por el mundo egipcio y el culto a Isis, especialmente extendido en Pompeya en los últimos años de vida de la ciudad. El gran fresco será próximamente objeto de una restauración específica, que se llevará a cabo “a la vista” del público.

La propiedad de la domus se atribuyó al magistrado Lucius Ceius Secundus, sobre la base de una inscripción electoral pintada en la fachada exterior de la casa. La fachada de la domus, con su revestimiento de estuco blanco y el alto portal coronado por capiteles cúbicos, ilustra el aspecto severo que debió de tener una casa burguesa de finales del periodo samnita (siglo II a.C.). En el centro del atrio tetrástilo se encuentra la peculiar pila de impluvium, realizada con fragmentos de ánforas colocados en forma de corte, según una técnica muy extendida en Grecia pero de la que Pompeya sólo encuentra otra comparación en la Casa de la Antigua Caza. En la casa se recreará parte de la distribución original de la vivienda, con la reubicación de la mesa de mármol y la boca del pozo en el atrio, donde también son visibles el molde de un armario y el molde de la puerta de entrada a la casa. Mientras que en la cocina puede verse una pequeña piedra de molino doméstica.

El gran complejo de la Praedia di Giulia Felice, construido a finales del siglo I a.C. a partir de la amalgama de construcciones preexistentes, aparece en cambio como una especie de “villa urbana”, dotada de amplios espacios verdes y articulada en cuatro núcleos diferentes con entradas independientes: una casa con atrio, un gran jardín al que se abren las zonas residenciales, un barrio termal ricamente decorado y un vasto parque. El complejo debe su nombre a una inscripción pintada en la fachada (hoy en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles), en la que la última propietaria, Giulia Felice, tras el desastroso terremoto del año 62 d.C., anunciaba el arrendamiento de parte de su propiedad. De la época posterior al terremoto data una renovación decorativa unificada que afectó a la mayoría de las estancias, entre las que destaca el triclinium (comedor) de verano, revestido a modo de gruta, con juegos de agua alrededor de los lechos de convivencia y abierto al pórtico jalonado por pilares de mármol. El jardín, con un euripus (canal largo) central, recreaba un espacio idílico-sagrado en su disposición original. La casa, excavada y luego tapada al final de las exploraciones de la época borbónica, salió a la luz en su totalidad en la década de 1950.

Las dos viviendas pueden visitarse en el marco de la visita al yacimiento arqueológico de Pompeya, que abre todos los días de 9.00 a 17.00 horas (última entrada a las 15.30 horas), los sábados y domingos abre a las 8.30 horas.

Pompeya, la Casa de los Ceii y el complejo de Julia Félix reabren al público

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