Museos, el "modelo asiático": medidas para reabrir según la experiencia oriental


El CIMAM propone un "modelo asiático" para la reapertura segura de museos tras la pandemia del coronavirus Covid-19.

CIMAM, el Comité Internacional de Museos de Arte Moderno y Contemporáneo, la principal organización internacional que representa a este tipo de museos, sugiere algunas pautas para la reapertura de espacios culturales: podríamos llamarlo el "modelo asiático", ya que el documento se ha elaborado a partir de las experiencias que están llevando a cabo la Galería Nacional de Singapur, el Museo de Arte Mori de Tokio y el Museo M+ de Hong Kong, que establecieron sus protocolos allá por el mes de marzo. El modelo se basa en cuatro ámbitos de actuación: seguridad de los visitantes, seguridad del personal, gestión de las instalaciones y comunicación con el público.

En cuanto a la seguridad de los visitantes, se proponen ocho medidas. Primera: control de la temperatura corporal de los visitantes a la entrada y posterior retirada de aquellos que muestren signos de malestar (y posible derivación a asistencia médica). Segunda: registro de los visitantes en la entrada con conservación de datos (nombre, teléfono y correo electrónico) para su seguimiento. Tercero: posibilidad de pedir a los visitantes en la entrada un certificado si han estado en una zona de alta prevalencia de la infección en los últimos 14 días. Cuarto: garantizar el uso de mascarillas siempre que sea posible. Quinto: suspender los actos con muchos participantes (el número sugerido es de al menos 100, pero puede variar en función de la situación). Sexto: suspender los programas y actos dirigidos a ancianos u otros grupos de riesgo. Séptimo: suspensión de todas las visitas guiadas. Octavo: aplicación de medidas de seguridad sanitaria.



Estas incluyen una distancia física de al menos un metro (el documento sugiere que esto puede lograrse de cuatro maneras: cuota de visitantes para que pueda haber un máximo de uno por cada tres metros cuadrados; entradas escalonadas; limitación de la duración de la visita; espaciamiento entre visitantes mediante dispositivos como señales en el suelo para orientar al público, alternancia de lugares en bancos y sillas, y similares), presencia continua de personal para evitar concentraciones dentro de las salas, evitar actos en los que se sirva comida y bebida (sólo se permiten envases monodosis de refrescos) e instalación de bolardos para garantizar la distancia adecuada entre visitantes.

Hay cinco medidas dirigidas al personal. En primer lugar: control diario de la temperatura de los trabajadores dos veces al día, la primera al entrar en el lugar de trabajo y la segunda a las 14.00 horas, y registro de los resultados. Si la temperatura supera los 37,5 grados, el museo debe enviar al trabajador a casa y llamar al médico, y asegurarse de que se documenta el diagnóstico. Segundo: uso de mascarillas para todo el personal. Tercero: recordar al personal que aplique prácticas socialmente responsables y que vigile constantemente su salud y, si es posible, evite asistir a eventos si no se siente bien. Cuarto: garantizar gel desinfectante para el personal, especialmente el que trabaja en taquilla y no puede lavarse las manos con frecuencia. Quinto: activar una organización flexible del trabajo, con el personal dividido en equipos o con turnos rotativos continuos.

He aquí las tres medidas para la gestión de las instalaciones. Primera: aumentar la frecuencia de limpieza y desinfección de las salas y, en particular, de las superficies y objetos que los visitantes tocan con frecuencia (los objetos no esenciales deben retirarse en cualquier caso). Además, el documento sugiere suspender el uso de audioguías y zonas cerradas para niños si no es posible higienizarlas con regularidad. Segundo: colocar dispensadores de gel desinfectante en lugares fácilmente accesibles del museo para que los visitantes y el personal puedan limpiarse las manos continuamente (por ejemplo, después de tocar el pomo de una puerta que debe permanecer cerrada). En tercer lugar, fomentar la compra de entradas por Internet y adoptar sistemas de pago que consigan minimizar el uso de efectivo.

Por último, cuatro medidas de comunicación al público. Primera: proporcionar al público información constante sobre el espaciado, el registro de datos, el control de la temperatura y otros requisitos de seguridad. Segundo: colocar avisos y carteles informativos en zonas concurridas para recordar a los visitantes que deben respetar las medidas de seguridad (por ejemplo, evitar dar la mano a otros participantes en el evento y practicar una buena higiene personal). Tercero: hacer un llamamiento a los visitantes, participantes en el evento y socios para que cooperen practicando una buena higiene personal, vigilando su estado físico, evitando los lugares y eventos en los que puedan no encontrarse bien, poniéndose en contacto con su médico siempre que sea posible, y practicando la distancia física de un metro en todo momento. En cuarto lugar, animar al público, a los participantes en eventos y a los socios a estar bien informados sobre la epidemia y su propagación, y a evitar la estigmatización o la discriminación por motivos relacionados con la propagación del Covid-19.

En la foto: el Museo de Arte Mori de Tokio.

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Museos, el "modelo asiático": medidas para reabrir según la experiencia oriental


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